“Nos preocupa mucho que la elección popular de jueces no aborde la corrupción ni fortalezca al Poder Judicial del Gobierno de México”. Esto es parte de lo que se planteó en un comunicado desde la representación del gobierno de Joe Biden en México. Algo muy similar se manifestó desde la embajada canadiense.

La reacción del mandatario mexicano fue pausar las relaciones con los embajadores de Estados Unidos, Ken Salazar, y de Canadá, Graeme Clark. El presidente López Obrador dijo que para restablecer el vínculo, los diplomáticos tenían que rectificar y ser respetuosos de la independencia y la soberanía de nuestro país.

Luego, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos expresó su “profunda preocupación” con relación a que las reformas “socaven la independencia y la transparencia” al Poder Judicial. Les interesa porque somos su principal socio comercial y hay muchas inversiones en juego. Por eso pusieron el énfasis en la temible posibilidad de que "otras reformas constitucionales actualmente en discusión puedan contradecir los compromisos asumidos en el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), cuya revisión está programada para 2026".

Una de las principales preocupaciones que genera esta reforma, es que puede afectar gravemente a la independencia del Poder Judicial. Así lo han destacado organismos nacionales e internacionales, tales como la Barra Mexicana Colegio de Abogados A.C, la International Bar Association (IBA), el Programa sobre Estado de Derecho del Diálogo Interamericano, la Union International d’Avocats (UIA), la NY Bar Association y otras agrupaciones relevantes para el derecho internacional.

Si no hay independencia del Poder Judicial, se vulnera el estado de derecho. Sin este, es sumamente complejo lograr un crecimiento económico sostenible. A los capitales no les gusta la incertidumbre. Es muy simple: sin reglas claras, no llegan las inversiones.

Son muchos los efectos que traería consigo una reforma de esta magnitud. Por eso preocupa también la prisa con la que se está impulsando su aprobación. Pareciera que se evade toda posibilidad de analizarla con sensatez y calma. Lo responsable sería estudiarla atentamente, lejos de filias y fobias políticas, No es solo una transición tranquila y sin sobresaltos económicos lo que está en juego, es básicamente el futuro de México. Ni más, ni menos.

@PaolaRojas