Al pueblo de México: La problemática de la operación, mantenimiento y vigilancia del Metro de la Ciudad de México reviste una enorme complejidad, particularmente, a raíz de los percances donde se han perdido vidas humanas. De ahí que es necesario realizar un análisis integral, pero tomando en cuenta cada una de sus particularidades, a fin de solucionar la multiplicidad de problemas existentes en las diferentes áreas, prevenir los subsecuentes, deslindar responsabilidades y contextualizar los hechos con la mayor objetividad posible.

¿El Sistema de Transporte Colectivo Metro antes de 2018 fue objeto de corrupción, opacidad, negligencia y simulación? Sí, por supuesto que sí, no es un secreto. En este sentido, ¿las pasadas administraciones tienen una deuda con las y los capitalinos? Claro que sí. ¿La presente administración recibió un sistema de transporte colapsado, sin mantenimiento y deficiente? La respuesta es sí.

Ahora bien, ¿la presente administración está obligada a revertir el daño, corregir las deficiencias, modernizar lo viejo, arreglar lo descompuesto, crear nueva infraestructura y transformarlo todo? Sí, por eso la ciudadanía con su voto mayoritario le otorgó su confianza, lo cual, vale aclarar, no es un cheque en blanco.

En este sentido, hay que decir que el gasto que ha realizado el actual gobierno de la CDMX en el mantenimiento del sistema de transporte colectivo ha ido en incremento de 2019 a 2023, lo cual ha garantizado la operación del Metro, y las inversiones realizadas han permitido mejorar sustancialmente el transporte público, beneficiando a quienes lo usan y necesitan.

Más allá de las cifras que son vastas, 75% de quienes habitan en la ciudad se mueven a través del transporte público, ellas y ellos saben de los beneficios derivados de los proyectos de movilidad que ha impulsado el Gobierno capitalino. Es innegable la inversión realizada en transportes sostenibles, cero emisiones, así como en electromovilidad y la conectividad entre el centro de la ciudad y sus periferias para reducir desigualdades. Así como la habilitación de 200 kilómetros de ciclovías, un tramo corre paralelo a la Línea 1 del Metrobús, cuya Línea 3 ya cuenta con unidades eléctricas y la revitalización de la flota de Trolebuses operados por la Red de Transporte de Pasajeros (RTP).

Con la implementación de dos líneas del Cablebús, al norte y oriente de la capital, se han reducido los tiempos de traslado en beneficio de miles de personas y no se generan contaminantes que dañen el medio ambiente, y no podemos soslayar que, la Red de Movilidad Integrada concentra a todos los medios de transporte público en la capital, a los que se puede acceder de manera sencilla con la Tarjeta de Movilidad Integrada.

Las tarifas son justas, no me atrevería a decir que son baratas, considerando el salario de las mayorías, aunque lo son si las comparamos con otros países de condiciones similares a las de México, e incluso con otras ciudades del país.

La subestación eléctrica Metro-Energía, l a más grande del país y que alimentará las líneas 1, 2 y 3 del subterráneo de la Ciudad de México, que inició sus pruebas hace un par de días, tiene una cuantiosa inversión de 4 mil 500 millones de pesos.

El metro es importante sí, pero no es el único sistema de transporte. No lo es todo, aunque es emblemático y fundamental para la movilidad no sólo de las y los capitalinos, sino de quienes vienen de los estados colindantes como el EDOMEX a trabajar, estudiar, entre otras actividades.

Es tan importante que, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, anunciaron que desde el 12 de enero se desplegarían 6 mil 60 elementos de la Guardia Nacional en el Metro para realizar tareas de vigilancia y resguardar la seguridad de las personas usuarias, derivado del alcance de trenes en la Línea 3 y los incidentes registrados en las líneas 7 y 8, y los sucesivos acontecimientos como el desprendimiento de vagones y de cables.

¿Existe sospecha de sabotaje? Es evidente que sí, no podemos pasar por alto que los próximos comicios electorales desbocan a algunos y alientan a otros a cometer las peores felonías con tal de arrebatarle algunos votos a la Cuarta Transformación y descreditar a la jefa de gobierno para subir algunos lugares en las barritas de las casas encuestadoras. Lo anterior, a costa de la vida y la integridad física de las personas y del deterioro del transporte público y su infraestructura.

Claro que Claudia Sheinbaum no está sola, tiene un movimiento social que la respalda, goza de la confianza del presidente de la República, de la inmensa mayoría de las y los capitalinos, de los sectores productivos y de un sinfín de actores estratégicos que entienden los beneficios y alcances de su gestión al frente de esta gran ciudad, que ahora es sustentable, un destino ideal para vivir, trabajar, estudiar e invertir. No está sola, la verdad está con ella, es evidente, tangible y no necesita explicaciones.

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Activista Social 
@larapaola1

 

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