A las mexicanas y mexicanos: La realidad cotidiana que viven millones de personas en lo que otrora considerábamos primer mundo, anuncia la urgente necesidad de reanimar valores y principios irreductibles que nos permitan alcanzar los niveles de bienestar a los que aspira el pueblo de México. Para ello, tendríamos que asumir la importancia de defender el petróleo, el litio, el sistema eléctrico nacional, los recursos naturales, la pluriculturalidad y nuestro territorio.

La marcha convocada por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no es ociosa, reviste singular relevancia, pues reunirnos para conmemorar el aniversario de la expropiación petrolera es recordar quiénes somos, qué queremos y por qué hemos luchado como pueblo. De lo contrario estaremos condenados a repetir la historia, permitiendo un artero sesgo de nuestro camino.

No se trata de un aniversario más de la agenda institucional, no; sino de que la sociedad e introyecte su propia historia y participe de un nuevo entendimiento que nos coloque en la ruta de la unidad nacional y no de la polarización. Lo cual, implica reconocer, valorar y defender lo que nos pertenece legal y legítimamente.

Aunque la globalización se impone como nunca antes a través del despojo y el intervencionismo al ultranza, no tenemos porque ceder a los intereses de los mercados y colocarlos por encima de los de las personas; no tenemos por qué regalarle el litio a ninguna trasnacional, ni comprar gasolinas caras o permitir que empresas como Iberdrola se enriquezcan a costillas de la economía de las familias más pobres; y tampoco tenemos por qué permitir el brutal saqueo de la flora y fauna nativa, incluidos los granos y diversas especies que forman parte de nuestro patrimonio gastronómico.

Ante la latente amenaza de apoderase de lo nuestro, la actual administración está dando una batalla valiente, al defender la soberanía nacional desde diversos frentes como el energético, alimentario y territorial. Por eso es que el gobierno actual utilizó todos los recursos legales para demandar a la industria armamentista norteamericana y cuestionar la política de seguridad de nuestros vecinos del norte, ya que la violencia y el aumento de la criminalidad en nuestro país no pueden desvincularse de la introducción ilegal de armas, ni de las redes de complicidad tejidas por gobiernos anteriores con el narcotráfico y dicha industria.

Ahí está García Luna que pinta de cuerpo entero 12 años de gobierno panista y el Pacto por México gestado desde el PRI que dan cuenta del escandaloso costo económico y moral que tuvieron las reformas energética y electoral.

El presidente de la República ha defendido la soberanía y patrimonio nacionales con la fuerza de la ley y de la razón, nunca con la de las armas ni con la del autoritarismo. El rechazo hacia cualquier intento o acto de poner en riesgo a México y la integridad del pueblo ha sido enérgico y contundente. Somos un país libre y soberano, en consecuencia, Andrés Manuel esgrime la autodeterminación de los pueblos y la no intervención, con la misma fuerza con que ha combatido la corrupción. Por eso es que bajo ningún pretexto la fuerza militar estadounidense penetrará en territorio nacional y ninguna trasnacional volverá a despojarnos de lo nuestro.

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Activista Social 
@larapaola1

 

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