A las mexicanas y mexicanos:
Hace un par de semanas el presidente de la Suprema Corte de Justicia Arturo Zaldívar presentó al Ejecutivo Federal y a las presidencias de las Cámaras del Congreso, dos propuestas de Iniciativas, a fin de que las hicieran suyas, toda vez que el Poder Judicial no tiene entre sus facultades el derecho de iniciar leyes o decretos. Una de estas propuestas plantea reformar la Constitución para facultar al Congreso de la Unión para expedir una Ley General que establezca como mínimo, los tipos penales y sus sanciones en materia de feminicidio y delitos vinculados, lo que le permitiría coordinar las acciones de los tres niveles de gobierno. Facultad que ostenta el Poder Legislativo en delitos de alto impacto, por ejemplo, secuestro, desaparición forzada, trata de personas, tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, entre otros. Los cuales, generalmente son cometidos por células criminales organizadas y trasnacionales.
La segunda propuesta es expedir la Ley General para Prevenir, Investigar, Sancionar y Reparar el Feminicidio, lo cual me parece un acierto. Ya que el delito de feminicidio como el de trata de personas, por cierto, estrechamente relacionados, gozan de una alta impunidad, entre otros aspectos, por la dispersión normativa con los que se les atiende y entiende a nivel nacional.
No podemos pasar por alto que, muchas veces, una misma conducta tiene sanciones diferentes e incluso nominaciones disímbolas, lo que deriva en perjuicio de las víctimas y en beneficio del agresor. Por ejemplo, el lenocinio, la corrupción de menores e incluso ciertas modalidades de violencia digital, están vigentes en diversos códigos penales locales, cuando la conducta típica encuadra en el delito de trata de personas, por lo que los ministerios públicos, los Juzgadores y los profesionales del derecho, se van por el camino fácil por complicidad o por el conocido por falta de sensibilidad y profesionalización, lo que permite a los delincuentes acogerse al beneficio menor de la pena o evadirse de la mano de la justicia.
A diferencia de los delitos señalados en párrafos anteriores, el delito de feminicidio no siempre es perpetrado por el crimen organizado, sin embargo, su alta incidencia y las graves deficiencias en las investigaciones y sanciones, lo convierten en un fenómeno delictivo que amerita atención especializada e integral.
El ministro presidente señaló que, con estas propuestas se “busca responder a la grave situación que enfrenta el país por el creciente número de feminicidios, la cual se agudiza debido a la ausencia de estándares claros y uniformes que garanticen el castigo de la violencia feminicida y ante la falta de investigaciones imparciales, serias y exhaustivas, lo que generalmente se traduce en un patrón de impunidad sistémica que contribuye al contexto de violencia estructural y generalizada contra las mujeres”.
Haciendo honor a la verdad, el presidente de la SCJN refirió con claridad que, la heterogeneidad de los tipos penales de feminicidio, la falta de coordinación institucional en la investigación y persecución de éstos, así como en la implementación de políticas públicas, han impedido garantizar de manera efectiva la protección a la vida y la integridad de las mujeres en nuestro país.
Recordemos que recientemente la Corte produjo la serie documental Caníbal “Indignación Total”, para denunciar el drama colectivo de los feminicidios en México con el objeto de generar conciencia y reflexión. “27.6 millones de personas vieron esa serie”, la cual fue un acierto como una manera más de denunciar las injusticias, generar conciencia y evidenciar una gravísima problemática.
Y es que, las mujeres hemos exigido de todas las formas posibles poner fin a la violencia feminicida. Ya basta de ser cosificadas y minusvaloradas durante nuestra vida y en nuestra muerte. Estamos hartas de vivir con miedo, queremos seguir vivas. Nos resistimos a tener como destino un terreno baldío, un basurero, una fosa clandestina, a ser consumidas por las llamas del horror, a ser desmembradas, abusadas e ignoradas.
La propuesta del Poder Judicial en la voz del ministro Zaldívar me parece adecuada, oportuna, necesaria y de una gran altura de miras. Deseo por el bien de todas y de nuestra Nación, sea abrazada por todas las fuerzas políticas, sin mezquindades y sin anteponer intereses personales o de grupo. En México, 11 mujeres diariamente son víctimas de feminicidio, es imperante tomar acción desde los tres Poderes y niveles de gobierno, desde la sociedad civil, la academia, los sectores productivos y sociales y, sobre todo, desde nuestro ámbito individual e íntimo.
Activista social
@larapaola1