El nacimiento de EL UNIVERSAL, “Diario Político de la Mañana”, hoy El Gran Diario de México, en 1916, significó el inicio de un proyecto por la libertad de expresión y el apego a las garantías constitucionales.

A 103 años de su fundación, la información en la era digital le marca nuevos derroteros a este medio y a la prensa en general: el ejercicio de un periodismo responsable que informe y comunique, fiel a su esencia, no que abone a la construcción de “tendencias” o que caiga en lo fatuo de la búsqueda de un like.

El licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, quien también cumple 50 años al frente de EL UNIVERSAL, ha puesto nuevamente en el centro de la discusión los desafíos a los que se enfrentan los medios de comunicación a nivel global, así como los términos en los que debe regirse la relación entre la prensa y el Gobierno de México, la 4T.

Con motivo del 103 Aniversario de la fundación de EL UNIVERSAL, que en aquel entonces encabezó Félix Fulgencio Palavicini, periodista, escritor y político tabasqueño, el presidente y Director General de esta Compañía Periodística Nacional, expuso el grave riesgo que enfrentan los comunicadores del país al ejercer su profesión, y el elevado número de periodistas que han sido asesinados, una afrenta directa a la libertad de expresión.

Los asuntos que en su mensaje de aniversario enfatizó el licenciado Ealy Ortiz sintetizan el espíritu de EL UNIVERSAL desde su nacimiento, que es pugnar por el libre ejercicio de la libertad de expresión, defender las causas políticas, económicas, sociales y culturales de la sociedad, sin cortapisas, y ser un medio que coadyuve al desarrollo y fortalecimiento de la democracia en el país, todo ello intrínseco a un periodismo de vanguardia. Ninguno de ellos son asuntos menores, por el contrario, representan un parteaguas en las sociedades contemporáneas. Sin temor a caer en exageración alguna, en los rubros expuestos por el Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, radican en gran medida las definiciones fundamentales que moldearán a las sociedades actuales, la nuestra entre ellas, en el corto y mediano plazo.

Ealy Ortiz urgió a actuar para evitar la descalificación a la prensa, las llamadas falsas noticias y dar a la información “un tratamiento periodístico impecable, alejado de filias y fobias, así como de intereses particulares”. Todo ello es necesario, agregó, para mantener el estatus de un medio de comunicación confiable para la sociedad. Se trata de una cuestión vital, porque no solo en México, sino en gran parte del mundo las fake news, intentan dominar el espectro periodístico al amparo de conceptos débiles a veces llamadas “realidades alternativas”, que no es otra cosa sino un intento por manipular la realidad. El periodismo responsable que se requiere hoy más que nunca debe evitar caer en la tentación de alterar la verdad.

Otro concepto que el licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz colocó en el centro del debate fue el de no permitir que la creciente competencia y la gran cantidad de la información que hoy se genera a través de los medios digitales —redes sociales y plataformas digitales— haga caer a éstos en la tentación de reproducir solo lo que la gente quiere escuchar.

Tal planteamiento apunta a una premisa fundamental: no basta solo informar, sino que se debe de comunicar. Hoy las personas reciben mucha información, en exceso, pero no están comunicadas.

Tema crucial, sin duda, porque hoy más que nunca los medios de comunicación en general, tradicionales y digitales, tienen la gran responsabilidad de fortalecer la deliberación, ampliar la pluralidad de ideas y promover la reflexión de los grandes temas que interesan a todos los grupos de la sociedad.

Me sumo al llamado del Director General de EL UNIVERSAL, de evitar que los medios se conviertan en generadores de “noticias virales que no tienen ningún impacto en el acontecer nacional”.

La historia de más de un siglo de vida de El Gran Diario de México le concede autoridad moral para hablar de la necesaria y urgente necesidad de garantizar el ejercicio periodístico, de generar todas las condiciones necesarias para que los comunicadores, en cualquier parte de México y del mundo, puedan desempeñar sin censura, presión o amenaza de ningún tipo, su labor profesional.

No basta decir que se garantizará la seguridad para periodistas si no cumplirla, peor aún, si el número de comunicadores asesinados en los últimos años se ha incrementado de manera preocupante. “Cuando agreden a un periodista, hieren a todo el gremio periodístico”, estableció con contundencia el principal directivo de este medio de comunicación.

Creo firmemente que la transformación de México no puede entenderse sin la presencia de medios de comunicación éticos y responsables, como EL UNIVERSAL, por el contrario, la búsqueda de una prensa a modo, debilitada, no abona al fortalecimiento de una sociedad, sino que la debilita y la expone.


Activista social y titular del Fondo
Mixto de Promoción Turística de la
CDMX. @LaraPaola1

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