A las mexicanas y mexicanos: Hace unos días la Real Academia Sueca de Ciencias concedió el Premio Nobel de Economía 2023 a Claudia Goldin, por el significativo avance en el análisis y comprensión de los resultados de la inclusión de las mujeres en el mercado laboral, dejando de manifiesto las desigualdades persistentes, así como la evolución de su participación y las consecuencias socioeconómicas de ello.

La brecha de desigualdad entre mujeres y hombres es un tema complejo que ha sido abordado desde diversos ángulo, incluso, lo hemos repetido tanto que, por momento, pareciera que avanzamos poco y normalizamos las desigualdades al dar por hecho que han permanecido idénticas en la línea del tiempo; sin embargo, el trabajo de Goldin nos permite mirar la problemática con anteojos nuevos que nos permiten entender lo que sucedió en el pasado y asumir los desafíos que tenemos que enfrentar.

Cuando digo que tenemos que enfrentar desafíos no me refiero solamente a las mujeres, sino a la sociedad, a los mercados y, sobre todo, a los gobiernos de todo el mundo, pues a partir de los datos, premisas y realidades que pone ante nuestros ojos la Nobel de economía, queda claro que muchas de las estrategias, políticas y leyes impulsadas a escala internacional que han sido retomadas en diferentes regiones del orbe, requieren virar para poder corregir las disparidades y avanzar de manera más cierta hacia el establecimiento de la igualdad sustantiva y el avance democrático de las mujeres.

Destaca, que los estudios revelaron que la participación femenina siguió una tendencia de curva en forma de U, debido a los cambios estructurales y a las construcciones sociales sobre las responsabilidades familiares y en el hogar de las mujeres. Por lo que la brecha salarial se explica debido a las elecciones educativas y laborales que las mujeres hicieron en el siglo XX a una edad temprana y siguiendo a las generaciones anteriores.

Lo anterior es un descubrimiento avasallante, toda vez que antes de que Goldin publicara sus investigaciones los estudios concluían que había una clara vinculación positiva entre crecimiento económico y número de mujeres asalariadas. Es decir, que modificó una falsa creencia al comprobar que la proporción de mujeres en el mercado laboral estadunidense a finales de la década de 1890 era mucho mayor de lo que se creía.

La U refleja entonces que hubo un retroceso notable en la incorporación de las mujeres al mercado laboral y sus condiciones de trabajo durante el siglo pasado, y no un avance. En consecuencia, el constante adelanto y desarrollo de las mujeres a través del tiempo, al menos en esta área, fue producto de un discurso institucionalizado falso que permeo en todo el mundo, y que incluso muchos de nosotros pronunciamos. Así podemos afirmar entonces que, lo que hubo no fue un avance, sino un recuperamiento de los espacios y condiciones perdidas.

Por otro lado, demostró la importancia de la píldora anticonceptiva para impulsar los cambios dentro del mercado laboral, ya que la desigualdad entre hombres y mujeres con la misma ocupación tiene lugar con el nacimiento del primer hijo.

Siguiendo las principales premisas y hallazgos de Claudia Goldin es necesario que, en México, pongamos énfasis en al menos los siguientes aspectos fundamentales:

  • Eliminar roles y estereotipos impuestos a hombres y mujeres e impulsar nuevos constructos sociales que apunten a la libertad, la igualdad y la inclusión desde el ámbito escolar y familiar, así como a través de los medios de comunicación.
  • Dictar acciones afirmativas para que las mujeres accedan sin obstáculos y lo antes posible a todas aquellas áreas productivas, científicas, económicas, sociales, culturales y deportivas en donde se encuentran notablemente subrepresentadas.
  • Visibilizar y combatir la discriminación de las mujeres y las niñas en las esferas pública y privada.
  • Garantizar a las mujeres igualdad salarial.
  • Fortalecer las políticas públicas de planificación familiar, prevenir el embarazo en adolescentes e impulsar normas jurídicas tendientes a proteger los derechos y brindar nuevas oportunidades a las mujeres embarazadas y lactantes.
  • Instaurar estancias infantiles y escuelas de tiempo completo en el nivel básico.
  • Trabajar a nivel nacional y en diferentes ámbitos sobre la importancia de las nuevas masculinidades, en aras de construir relaciones igualitarias.

En suma, la invaluable tarea y aportaciones de Claudia Goldin al mundo y su merecido reconocimiento hacen aún más evidente la necesidad impostergable de incorporar y reconocer al 50% de la humanidad que por siglos ha estado segregado del desarrollo y sus beneficios.

Activista Social

@larapaola1

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