El lamentable caso del asesinato de Ariadna Fernanda López pinta de cuerpo entero la impunidad que por años las mujeres y las organizaciones civiles hemos denunciado. La violencia feminicida es secundada por la violencia institucional ya sea por acción o por omisión, lo que retrasa o niega la expedita y certera procuración e impartición de justicia a las víctimas de este delito y a sus familiares.

De acuerdo con la información dada a conocer por las autoridades en diversos medios de comunicación, Ariadna fue vista el pasado domingo 30 de octubre en un restaurante del centro de Ciudad de México. Ella y otras dos personas, un hombre y una mujer, se dirigieron a un departamento cercano en donde él vive ( Rautel N ).

El lunes unos ciclistas que realizaban un recorrido en una carretera entre la CDMX y el estado de Morelos alertaron a las autoridades sobre un cuerpo sin vida. Horas más tarde se confirmó que era el de Ariadna.

La investigación inicial correspondió a la Fiscalía de Morelos , debido al lugar donde fue encontrada, quien presentó un informe a la prensa asegurando que la joven no tenía signos de violencia en el cuerpo. El viernes afirmó lo siguiente: "Hasta este momento lo que nosotros tenemos corroborado jurídicamente y científicamente es que la causa de muerte de Ariadna N es por una grave intoxicación alcohólica y una consecuente broncoaspiración". "No encontramos en ella huellas de violencia… Técnicamente, forensemente, hasta este punto la necropsia no es coincidente con un feminicidio ".

El cadáver de Ariadna fue entregado a sus familiares, quienes notaron que presentaba marcas en el cuello y en el cuerpo que podrían ser indicios de que había sufrido golpes. El domingo, la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que su equipo determinó luego de un segundo análisis forense realizado a petición de los familiares que la joven murió por un "trauma múltiple mortal", "lesiones por golpes que llevaron a que ella perdiera la vida". Resultado que contradijo el del forense realizado por la Fiscalía de Morelos.

Vanessa N fue detenida por su presunta implicación en el caso y Rautel N se entregó horas después defendiendo su inocencia; sin embargo, en un video de cámaras de seguridad, Ariadna es identificada como una de las personas presentes en el restaurante y en otro, aparece en el edificio donde vive Rautel N, en cuyas imágenes se le ve cargando a la joven inmóvil, lo que permitió a las autoridades deducir que estaba "sin vida".

El 8 de noviembre, un juez dictó prisión preventiva contra Rautel N por su supuesta participación en el delito de feminicidio en agravio de la joven, en tanto que Vanessa N también estaba en prisión preventiva.

En un hecho inédito la Dra. Claudia Sheinbaum hizo públicos importantes señalamientos de encubrimiento en contra de la Fiscalía morelense, tanto por el amañado de la necropsia como por la tardanza en entregar la carpeta de investigación.

De acuerdo a los señalamientos de la Jefa de Gobierno, el presunto responsable y su familia tenían negocios en el estado Morelos, lo que hace suponer que el poder económico y político una vez más se entremezclaron para abrirle paso a la impunidad.

Así de intrincado e inexplicable es el delito de feminicidio en general y este caso no es la excepción. ¿Cómo explicar que salgas un domingo a comer con una amiga y un amigo y el lunes aparezca tu cuerpo violentado y sin vida tirado a pie de carretera? ¿Qué fue lo que realmente ocurrió?

Algunos diarios tuvieron acceso a las investigaciones, en las que se identifica que Rautel y Vanessa eran novios y cruzaron varios mensajes para ocultar la muerte de Ariadna. ¿Cuál fue el Móvil? ¿Por qué los resultados de la Fiscalía de Morelos derivados de la necropsia falsearon la información?

El galimatías judicial que rodea el asesinato de Ariadna confirma que el presidente de la República acertó al recomendar que el caso fuera atraído por la Fiscalía General de la República, lo cual fue secundado por el gobernador de Morelos, solicitando al Congreso Local destituir al Fiscal.

¿Qué hubiera pasado si la Jefa de Gobierno y el presidente de la República no hubieran tomado cartas en el asunto? Lo que pasa casi siempre, el asesinato cometido en contra de una mujer hubiera oscilado entre la impunidad y la justicia hasta que el tiempo hiciera su trabajo decantándose por la primera y dejara los hechos en el olvido.

Lo único corroborado jurídicamente y científicamente es que la violencia contra las mujeres descansa en una red de complicidades que van desde la intimidad del hogar hasta la institucionalidad de los sistemas de procuración e impartición de justicia.

Activista social 
@larapaola1 

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