Este año será fundamental para fortalecer las relaciones entre México y Estados Unidos, lo cual depende de la construcción de una agenda bilateral prioritaria que aborde temas de interés mutuo y privilegie un nuevo esquema de cooperación que sea determinante para el acercamiento entre ambas naciones.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha sido enfática al decir que México es un país libre, independiente y soberano, por lo que con Estados Unidos continúa la coordinación, no la subordinación, ya que es una relación entre iguales. “Compartimos familias, cultura, economía y comercio”.
Al igual que nuestra mandataria, tengo la seguridad de que la relación entre México y Estados Unido será buena y de respeto; prevalecerá el diálogo y la colaboración, porque el contexto bilateral y mundial exigen fraternidad entre todos los pueblos y las naciones del mundo. Es claro que el fenómeno migratorio requiere de una nueva visión y un abordaje distinto que asuma la problemática desde una perspectiva global, entendiendo que la migración no es una causa, sino una consecuencia.
La presidenta de México aseguró que la prioridad es construir una relación sólida, dialogando sobre aspectos críticos que permitirán avanzar en la agenda de seguridad y desarrollo económico, a fin de lograr acuerdos de largo plazo que fomenten la estabilidad y el bienestar en la región.
La agenda está marcada por el tema migratorio; sin embargo, la relación bilateral no puede reducirse solamente a este punto; es amplia y prometedora para las dos partes, implica entre otros aspectos, comercio, asuntos fronterizos, cambio climático, energía, cooperación regional y seguridad, así como un acuerdo que aborde la compleja problemática de los carteles de narcotráfico en el país.
Necesitamos nuevos entendimientos porque la realidad y contextos han cambiado. Existen múltiples factores que no podemos pasar por alto, por ejemplo, que la inmigración extranjera indocumentada ha contribuido con millones de dólares en impuestos a la economía estadounidense y que su fuerza laboral ha sido vital para su crecimiento económico.
El gobierno mexicano se encuentra listo ante cualquier eventualidad para apoyar a las y los connacionales en el extranjero. El Programa de Apoyo para las y los Mexicanos en Estados Unidos, contempla el fortalecimiento de los 53 consulados, la puesta en marcha de un Centro de Información y Asistencia a Personas Mexicanas (CIAM) para brindar apoyo legal vía telefónica; una aplicación denominada Botón de Alerta para casos de emergencia, así como la implementación de una Ventanilla única de trámites consulares, entre otras acciones.
La política exterior mexicana atraviesa por uno de sus mejores momentos en la historia, la prioridad es la construcción de puentes para una buena interacción con Estados Unidos en los ámbitos comercial y de convivencia familiar, además de contribuir al crecimiento y desarrollo humano en ambos lados de la frontera. Bajo el liderazgo del canciller Juan Ramón de la Fuente lo anterior será posible, tiempo al tiempo.
El nombramiento de Ronald Douglas Johnson como embajador de Estados Unidos en México es un buen augurio, un diplomático de carrera que conoce bien a América Latina y a nuestro país, que entiende la política internacional desde una perspectiva de derechos humanos.
El 2025 arranca con una economía y una democracia fuertes, y un renovado pacto social que ha dado certidumbre a las inversiones extranjeras, presagiando la continuidad de un proyecto de nación cuyo principio es la prosperidad compartida y de relaciones bilaterales marcadas por la cooperación.
Activista social
@larapaola1