A medida que las empresas se reubican en México, debido al fenómeno conocido como nearshoring, la demanda de electricidad aumenta rápidamente en el país; Sin embargo, uno de los mayores retos del nearshoring es satisfacer la creciente demanda energética por la falta de inversión en líneas de transmisión, lo que podría obstaculizar esta tendencia y causar problemas operativos para las empresas.
El gran potencial del nearshoring y su derrama económica podrían verse truncados si no se realizan inversión en infraestructura. El gobierno deberá de acelerar sus inversiones en infraestructura eléctrica para garantizar el abasto energético a largo plazo, además de promover la generación de energía renovable para diversificar las matrices energéticas y satisfacer la creciente demanda de energía.
En este sentido, el país tiene una ventaja en la producción de energía renovable, sobre todo la generación de energía solar debido a su ubicación geográfica, pues hay un promedio anual de 5.3 kWh. México es uno de los países con mayor riqueza para producir energía a base del sol; Hay regiones donde la radiación es de 130 Watts por metro cuadrado, y en general hay una gran radiación durante todo el año.
México se encuentra actualmente 9 puntos porcentuales por debajo de su compromiso del 35% de generación renovable para 2024. Se estima que para que México pueda cumplir con sus objetivos en energía necesitaría atraer inversiones adicionales para impulsar la generación de energía renovable, particularmente en generación distribuida. Se estima que para 2024, la generación distribuida crecerá 15% y este porcentaje se acelerará en los próximos años, teniendo como externalidades positivas productos relacionados como la investigación y desarrollo, tecnología e innovación; Este crecimiento acelerará el proceso de transición energética debido a que las empresas buscarán descarbonizar sus matrices energéticas para cumplir con sus objetivos medioambientales demandadas por el mercado actual y demás grupos de interés. Por lo que será necesario que el gobierno cubra, optimice y financie la generación de energía renovable en el país.
De acuerdo con Citigroup, el nearshoring permitirá que el país siga creciendo a un mayor ritmo en la segunda mitad de 2024 y en 2025. Con esto, el comercio exterior y el nearshoring podrían ser un impulsor de este crecimiento mejorando las prácticas económicas y medioambientales de las empresas mediante prácticas productivas que reduzcan su impacto ambiental. En este contexto, el reto para aprovechar las oportunidades del nearshoring en México es el cómo garantizar el acceso rápido, eficiente y asequible a energías renovables, para cumplir con los objetivos de descarbonización y sustentabilidad de las empresas que han identificado al país como su potencial destino de inversión.
El nearshoring y la transición energética serán tendencias para México en 2024, año en el país tendrá las elecciones más grandes en su historia. Gane quien gane en las elecciones deberá de impulsar el sector energético para lograr un desarrollo económico y una transición energética con justicia climática. México debe fomentar la transición energética y aprovechar su posición privilegiada, y su población deberá de exigir que esta acción no tenga tintes políticos, sino que esté basada en un desarrollo sostenible.
Durante la vigésimo octava conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), llevada a cabo que se llevó a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023 en Dubái, (y que reunió a líderes de gobiernos, negocios, ONG y sociedad civil para alcanzar soluciones concretas a una problemática decisiva actual) el objetivo fue establecer un consenso sobre los próximos pasos que debe dar el mundo entero para hacer frente al cambio climático, y que cada país debe hacer realidad a través de sus políticas e inversiones nacionales.
El poner fin al uso de los combustibles fósiles fue uno de los temas más importantes y controversiales en las discusiones y negociaciones en la COP28. México afirmó que tiene una gran oportunidad de planear su transición energética a 10 o 15 años, creando nuevos modelos de producción, modernizando la red eléctrica y desarrollando esquemas financieros innovadores que apoyen la descarbonización y desarrollo sostenible. Y, en este sentido, el nearshoring deberá de ser una herramienta en su cadena de valor para dejar de usar combustibles fósiles y enfocarse al uso de las energías renovables.
Las empresas que buscan adoptar la estrategia de nearshoring, cuyo mercado principal es el estadounidense, pueden encontrar México en una posición privilegiada, con ventajas económicas y comerciales al formar parte del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), lo que reduce los costos de transporte, logística e incluso aranceles; Lo que representa una oportunidad excelente para el crecimiento de nuevas inversiones.
Formar parte del T-MEC deberá reforzar el compromiso del país con el medio ambiente en México. Aún hay un camino importante por recorrer para que, tanto empresas como los gobiernos en sus distintos niveles, eleven la competitividad del país mediante una transición energética con justicia climática. Un sistema energético con incertidumbre y sin eficiencia no será apetecible para la atracción de inversiones necesarios para el crecimiento y desarrollo económico del país. Por lo que, si México quiere aprovechar al nearshoring debe formular política pública energética que ambicione en lo ambiental con nuevos modelos de producción.
Pablo Necoechea
Pablo Necoechea, experto en sustentabilidad y responsabilidad social empresarial. Es Licenciado y Maestro en Desarrollo Económico por la Universidad Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Maestro en Innovación y Competitividad por Deusto Business School, Maestro en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid, y Candidato a Doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid. Pablo ha trabajado como investigador en temas de energía y sustentabilidad para el European Centre for Energy and Resource Security (EUCERS) del King's College London. Además de haber sido consultor senior en firmas reconocidas especializadas en Consultoría; ha desempeñado papeles como funcionario público gestionando proyectos de sustentabilidad. Y, ha compartido sus conocimientos como profesor universitario en la Universidad Anáhuac Norte, y como Gerente y Director ESG y Sustentabilidad en reconocidas empresas en México. Actualmente es Gerente Nacional de Sostenibilidad y Cambio Climático en el Tecnológico de Monterrey.