El lunes por la tarde, el presidente electo Donald Trump amenazó con aplicar un arancel de 25% a todos los productos que entren a Estados Unidos (EU) desde México y Canadá, que se mantendrá vigente hasta que la droga y todos los extranjeros ilegales detengan esta invasión. De inmediato el tipo de cambio forex se disparó a 20.75.

Al día siguiente, se apreció, pero terminó cerrando en 20.68 el interbancario, para seguir depreciándose el miércoles. Entre las acciones que más cayeron el martes estuvieron General Motors (-8.99%), Daimer (-6.61%), Stellantis (-5.68%), Constellation Brands (-3.34%) y Volkswagen –(3.03%).

La mayoría de los analistas tratando de tranquilizar a la opinión, pública consideraron que se trataba de una presión para la renegociación del T-MEC como lo hizo en 2019 con el expresidente Andrés Manuel López Obrador cuando amenazó con un incremento de 10% si México no frenaba el flujo de indocumentados, argumentando que eso sería contraproducente para las empresas norteamericanas y que Trump probablemente no va a imponer esos aranceles.

El anticipo de una política más proteccionista de EU hacia México, se reflejó en la baja de las estimaciones de crecimiento para el próximo año de Moody´s y HR Ratings. Ésta última incluso cambió su perspectiva a negativa como resultado de ello y de una reducción más lenta del déficit fiscal. Sin embargo, si la consolidación fiscal fuera más agresiva provocaría una recesión económica, por lo que la calificadora se contradice. No está de más recordar que el Fondo Monetario Internacional recomendó que el proceso fuera implementado a lo largo de varios años para no generar una contracción económica.

En mi opinión, la postura de que no se aplicaría el arancel porque eso dañaría a las empresas norteamericanas, que son las principales exportadoras, es equivocada porque Trump es un mercantilista que está convencido de que hay que reducir el déficit comercial. Adicionalmente, la medida es como represalia por asuntos de drogas y migratorios, y forma parte de la retórica que lleva manejando desde 2015.

Considero que va a implementar la medida temporalmente, luego del 20 de enero junto con su aviso de cierre de fronteras para que sea más espectacular, pero no a todos los productos, concentrándose en las exportaciones automotrices que representaron entre enero y octubre de 2024 el 28.5% de las exportaciones no petroleras hacia EU.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum declaró públicamente que, a la aplicación de un arancel, se respondería la misma medida el martes pasado, mientras que Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, sostuvo una llamada telefónica privada el lunes por la noche.

Marcelo Ebrard por su parte en la mañanera del miércoles comentó que la medida anunciada por Trump sería como darse un “balazo en el pie” porque implicaría pérdidas de 400 mil empleos en la industria automotriz y de autopartes de EU, y que las empresas más perjudicadas serían las armadoras norteamericanas.

Trump y varios exfuncionarios como Pompeyo se han jactado de que lograron que México se doblará rápidamente cuando se hizo la amenaza en 2019. Siguiendo con esa línea de razonamiento, nuestro país debiera endurecer su postura, pero sin hacer demasiados aspavientos.

La respuesta de la presidenta de México fue la correcta considerando que la amenaza de Trump fue pública y reiterada; sin embargo, no debió de haber enseñado sus cartas tan pronto y enfrascarse en una confrontación con un personaje que la quiere llevar a ese terreno. Esto es, si México se viera obligado a responder también con aranceles, nos metería en una batalla comercial donde tenemos mucho más que perder.

El tercero en disputa, Canadá, ha visto como México lo ha desplazado como principal socio de EU. La situación de nuestro país es incómoda, por lo que no sería extraño que se aliara con EU en las presiones. La declaración de Trudeau de que depende de las decisiones que tome México, para que siga en el T-MEC iban en ese sentido. El primer ministro va bastante bajo en las encuestas y las elecciones serán en octubre de 2025.

Tampoco fue casualidad que The Wall Street Journal haya publicado una nota hace unos días donde señala que se pone a prueba la decisión del fabricante chino de vehículos eléctricos BYD está ultimando planes para una fábrica en México, porque los funcionarios mexicanos temen que envíe un mensaje equivocado a Trump y a los halcones comerciales que lo rodean.

En realidad, la inversión extranjera en México de China en es muy baja en comparación con la que ha realizado en Canadá y EU; pero se reducirá drásticamente a futuro porque ambas naciones están en franca guerra comercial con el gigante asiático. Sin embargo, un hostigamiento excesivo de EU puede llevar a que nuestro país se acerque más a China como lo han hecho otros países de América Latina.

Adenda

1. Las cifras oportunas de octubre de la balanza comercial fueron favorables, puesto que reflejan buen crecimiento económico interno.

2. La inflación de la primera quincena de noviembre resultó mejor de lo esperado. Podría seguir alentando la reducción de tasa a un día por parte de Banxico, pero con cautela ante el entorno externo e interno tan complicado.

*Economista, catedrático de la Maestría en Administración e Innovación del Turismo de la EST-IPN.

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