Cuando las candidatas estén en campaña seguramente no harán propuestas que puedan quitar votos, como sería proponer una reforma fiscal; pero, lo que hemos visto en días recientes es al presidente Andrés Manuel López Obrador haciendo el anuncio de que propondrá reformas constitucionales el próximo 5 de febrero, a sabiendas de que no cuenta en este momento con mayoría calificada para que puedan ser aprobada en el Congreso.

La intención del mandatario es más bien una jugada política para evidenciar a la oposición por haber rechazado sus propuestas y buscar que dicha decisión tenga un impacto electoral en las elecciones del 2 de junio, considerando que este periodo legislativo concluye el 30 de abril. Suponiendo que esa estrategia le funcione, podría conseguir mayoría calificada y buscar cambios constitucionales con la siguiente legislatura, lo que ocasionaría dejar candados para su sucesora, que podrían ocasionar problemas graves en las finanzas públicas y en la gobernanza del país.

Tal vez algunas propuestas como reformar al poder judicial para que los magistrados sean electos por voto popular, lo que implicaría que es el partido mayoritario quien colocaría a personas afines al régimen, no entusiasme tanto a los votantes; pero, si les propones que vas a regresar al esquema de pensiones previo a 1997, la gente sabe que eso sí le beneficia de manera directa, y sí estaría dispuesto a votar por el partido en el poder.

En ese sentido, el oficialismo está jugando con fuego, porque si los legisladores de oposición rechazan las propuestas, serían exhibidos como representantes populares que no quieren beneficiar al pueblo en una lógica muy simplista. Recordemos como hubo una campaña de linchamiento contra el bloque opositor cuando en 2022 frenaron la reforma constitucional eléctrica, con mensajes de “traidores a la Patria”.

Por el contrario, si la oposición aprueba dichas reformas, sería corresponsable de decisiones ampliamente populistas y le quitaría autoridad moral a futuro, ya que le podrían echar en cara que las aprobaron, por lo que no puede cuestionar su puesta en marcha. Un ejemplo de esto, fue la aprobación de la Guardia Nacional en 2019, donde la oposición quedó entrampada a pesar de que se aprobó que fuera un órgano civil.

Cabe recordar, que están pendientes varias acciones de inconstitucionalidad de leyes secundarias que violaban la constitución y que fueron aprobadas al vapor por el bloque mayoritario en abril pasado, incluso, sin discusión previa y dispensando el trámite parlamentario con serias violaciones a la técnica legislativa más elemental.

Sobre la reforma a la Ley Minera que en su momento opiné que había algunas propuestas interesantes, su dictamen fue aprobado sin una discusión que ameritaba un análisis a fondo serio con expertos en un parlamento abierto para evaluar las implicaciones en el marco de los tratados de libre comercio firmados por México. Ya el finado Porfirio Muñoz Ledo había advertido sobre la manera tan autoritaria y arbitraria de legislar de parte del grupo mayoritario.

Ante el rechazo a las reformas constitucionales (plan A) anunciado en junio de 2021, se buscó el plan B, reformas secundarias que violando la constitución fueran aprobadas por el Congreso con mayoría simple, pero como fueron impugnadas por la minoría y rechazadas algunas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, vino el plan C, con dos vertientes: buscar controlar al máximo tribunal del país o en su defecto contar con al menos 4 ministros incondicionales a la 4T, para que las controversias constitucionales no procedan, o buscar mayorías calificadas en el Congreso para que las acciones de inconstitucionalidad de la minoría no prosperen.

Hace 29 años tuvimos una crisis de cambio de sexenio. Un periodista le reclamó al expresidente Carlos Salinas de Gortari que, porque había dejado al país prendido de alfileres, este reviró diciendo “para que se los quitaron”, tratando de eximirse de cualquier responsabilidad. El presidente podrá decir que se retira tranquilamente a su rancho, pero las bombas de tiempo que le dejará a su sucesora, harán imposible que pueda regresar para salvar a la Patria, aunque la tentación del Maximato está latente.

Coincido en parte con Enrique Quintana de que AMLO quiere imponer su agenda a Claudia dejando atados ciertos compromisos, pero ella en cierta medida también los comparte. A estas alturas del partido nadie cree que el mandatario se vaya a retirar tranquilamente a su rancho y soltar las riendas del poder.

La verdad es que no sabemos cómo va a terminar todo esto, porque tanto en el panorama internacional como en el nacional, muchos actores están dispuestos a destapar “la caja de Pandora”. Parodiando a un querido amigo chino, el año del Dragón va a estar ca…ñón.

Adenda

1) El tipo de cambio se depreció 30 centavos el martes, Fueron varias noticias negativas lo que ocasionaron el salto, como el desengaño del mercado de una rápida baja de tasas de interés, el mal desempeño de la economía china, la victoria de las primarias de Iowa de Donald Trump y el alza del precio del petróleo por el conflicto en Medio Oriente. Una probadita de un año que será volátil por la incertidumbre que vendrá.

2) La siguiente semana saldrá el dato de la inflación de la primera quincena del mes. Será clave para saber si la cuesta de enero viene peor que la del año pasado.

3) La guerra sucia en las redes sociales a todo lo que da. Un llamado a verificar la información y a no compartir infundios. Que no nos ganen las fobias.

4) Saque su credencial de elector. El plazo vence el 22 de enero, aunque solo la use para entrar al antro o para cobrar un cheque.

5) ¡Qué Dallas ya corra a Mike McCarthy y que el nuevo entrenador decida si se queda con Dak Prescott! Deseo de año nuevo.

Economista, catedrático de la Maestría en Administración e Innovación del Turismo de la EST-IPN

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