La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer el pasado viernes los Precriterios Generales de Política Económica (Pre-CGPE) para el ejercicio fiscal 2024 de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 42 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), con lo que formalmente inicia la elaboración del Paquete Económico y Presupuesto del año próximo.

Luego de un rápido recuento de lo sucedido en 2022, las autoridades nos presentan un amplio capítulo denominado México y su integración con América del Norte, donde está la clave del panorama optimista que nos presentan. La relocalización de inversiones en México potenciará más el crecimiento de México en el futuro cercano y permitirá que se cuente con empleos mejor pagados, reduciendo la pobreza. No está de más hacer hincapié que, en esta parte, el término potencial es frecuentemente utilizado, considerando que muchas de las inversiones planteadas en realidad son proyectos.

Posteriormente, se plantea el escenario macro 2023-2024 para rematar con un muy breve capítulo sobre las finanzas públicas para estos años, que se hace más reducido si quitamos los cuadros y que concluye con la habitual sección de sensibilidad. Cabe comentar que se advierte que para los cálculos se utilizó para la tasa de crecimiento del PIB el valor medio del intervalo presentado en el marco macroeconómico.

De nueva cuenta, la SHCP vuelve a presentar como pronóstico del crecimiento del PIB el valor máximo, siendo de 3% en ambos años, cuando lo correcto era aportar el promedio en ambos: 2.6% para 2023 y 2.2% para 2024.

En el entorno externo se hacen algunos supuestos, especialmente para la economía de Estados Unidos (EU), que resultan arriesgados. Se compra la idea de que la Reserva Federal (Fed) va a recortar las tasas de interés en la segunda mitad del año, como consecuencia de una menor inflación, por lo que la recesión será muy ligera y no tendrá impacto en las exportaciones mexicanas.

Para documentar nuestro optimismo, se señala que el Índice Compuesto de Gerentes de Compra (PMI) se ubicó en 53.3 puntos en el mes de marzo, quedando por segundo mes por encima de 50 puntos. Sin embargo, al consultar el dato de marzo de la principal fuente de esta información difundida el lunes pasado, que es el Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés), fue de 46.3%, bastante menor a lo que esperaban los especialistas (47.3%) y menor al registro de febrero (47.7%), ligando cinco meses de contracción, definida por debajo de 50%. Al parecer, para dar una señal de recuperación, la SHCP utilizó otro PMI más favorable que no se ve en general en otros indicadores económicos de coyuntura recientes.

Aunque nos describe riesgos asociados a la baja como el agravamiento del “conflicto político entre Rusia y Ucrania”, la volatilidad de los mercados financieros, la desaceleración de la economía internacional por la menor confianza de los consumidores, las condiciones climatológicas extremas que afecten los precios agropecuarios y nuevas interrupciones de las cadenas de suministro, ya sea por rebrotes de contagios o pugnas comerciales, en realidad en el escenario base no se contemplan estos factores. Tampoco se consideran aspectos presentes como las disputas comerciales, los paneles de controversia en el sector energético con EU y Canadá, o el inicio de uno nuevo con nuestros socios por la prohibición a importar maíz transgénico, sin olvidar las diversas disputas específicas por temas laborales y ambientales.

Tampoco se mencionan otros aspectos que las cámaras empresariales han señalado, como la inseguridad y los crecientes costos de operación que implica, así como la falta de un Estado de derecho donde pueda haber un defensa efectiva contra la delincuencia, pero también para garantizar certeza jurídica a inversiones privadas ante el cambio de las reglas del juego decretadas por el actual gobierno.

Las previsiones para las finanzas públicas de 2024 son las que resultan más inverosímiles. El déficit presupuestario se reduce de 3.7% del PIB en 2023 a 2.7% en 2024. Los requerimientos financieros del sector público (RFSP), que es la representación más amplia del déficit público, pasan de 4.2% a 3.2%, respectivamente. Una gran parte de la reducción del déficit obedece a que se piensa que los proyectos prioritarios concluirán en este año. Si se revisa el Anexo IV. Programas Prioritarios 2024, ya no aparecen el Tren Maya, Dos Bocas, el Tren Transístmico y otros proyectos estrella, salvo que no se haya querido incluir las cifras.

En realidad, es casi imposible que esas obras concluyan este año, cuyos montos finales han resultado muy superiores a los presupuestos originales y cuyo funcionamiento está representando una carga creciente para el erario, por no haber funcionado como se esperaban.

De nuevo se hacen cuentas alegres con la plataforma de producción y de exportación de petróleo, cuando en años anteriores las previsiones han quedado por debajo de los datos observados, por lo que es muy probable que no se cumplan las proyecciones de los ingresos petroleros.

Los pronósticos de inflación para México (Dic-Dic) son las más probables: 5% en 2023 y 4% en 2024. El efecto contractivo de la política monetaria contribuirá a ello, pero reduciendo la demanda agregada. De nueva cuenta, la SHCP apuesta a que la tasa de interés de referencia no sólo no siga subiendo, sino que incluso comience a descender, pero ello no sucederá porque la inflación en EU y México sigue siendo elevada y los bancos centrales han declarado que no cederán a las presiones para bajarlas.

Para las finanzas públicas, esto implicaría un mayor costo financiero al esperado, como sucedió el año pasado, cuando en el exterior y en México subieron las tasas de interés en un porcentaje mucho mayor a lo estimado.

En conclusión, volveremos a tener un escenario macroeconómico bastante diferente en los CGPE 2024 cuando se presenten, el 8 de septiembre, y esperamos que sea con un panorama más realista.

ADENDA

1. La decisión de Iberdrola de dejar México suena a “más vale un mal arreglo que un buen pleito”, considerando que las condiciones para operar aquí eran imposibles para la empresa española. La operación implica una mayor deuda pública y una reducción de la inversión extranjera directa por 6 mil dólares, que se reflejarán en la balanza de pagos más pronto que tarde.

2. La inflación subyacente se quedó en 8.09% en marzo, opacando la baja de la general a 6.85%. El Banco de México seguirá subiendo la tasa de interés de referencia.

3. Los puestos vacantes en Estados Unidos cayeron de manera importante en febrero; los analistas están muy expectantes a las cifras de empleo que se anuncian mañana, porque la fortaleza del mercado laboral ha preocupado a los integrantes de la Fed.

Catedrático de la EST-IPN

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