El pasado 24 de febrero la historia cambió radicalmente. Comenzó la invasión del ejército ruso y el bombardeo a las principales ciudades de Ucrania. Además del grave daño humanitario y del exilio forzado de quienes huían de la violencia, hubo un fuerte impacto económico. El precio de los energéticos, especialmente del gas, lo mismo que de los alimentos, al ser esos países productores importantes de maíz, trigo, aceite de girasol, entre otros, se elevó enormemente. Estos comenzaron a bajar al permitirse el traslado de barcos con la mediación del gobierno turco, ante la amenaza de una hambruna y revueltas sociales por el encarecimiento en varios países.

Sin embargo, el precio del gas en Europa se fue por las nubes generando una elevada inflación. Por ejemplo, en Reino Unido alcanzó el mes pasado el mayor nivel desde octubre de 1981, llegando a 11.1% en tasa anual. El Banco Central Europeo y el de Inglaterra se han visto obligados a elevar las tasas de interés, metiendo a la región en una recesión que se podría profundizar el próximo año.

Ante la crisis energética en Europa, desatada por la interrupción del suministro de gas ruso, los países europeos han tomado diversas medidas como imponer controles de precios y otorgar subsidios, nacionalizando empresas de electricidad, imponiendo reglas para el uso del aire acondicionado, apagones para ahorrar energía, buscando que el nivel de reservas les permita enfrentar el invierno que se avecina, sin que tener que parar la producción de las fábricas y mantenido la calefacción en las casas.

Posponer el cierre de algunas plantas nucleares y reabrir otras que producen electricidad con carbón ha sido inevitable, pero también se ha incrementado la apuesta para acelerar la transición energética. Por ejemplo, el Senado francés aprobó un proyecto de ley para instalar paneles solares en los estacionamientos a partir de julio del próximo año.

Pero la apuesta es de toda la Unión Europea, que en el marco de la Conferencia del Clima de la ONU (COP27) prometió incrementar su recorte de emisiones de gases de efecto invernadero a un mínimo de 57%, en lugar del 55% prometido para 2030.

La guerra también ha generado un freno a la globalización total, que ya venía fuertemente dañada desde 2018 cuando se desató el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, así como las políticas de mayor control sobre la inversión extranjera que ha venido implementando el gobierno de Xi Ping, quien recientemente arrancó su tercer periodo de cinco años. Comenzó a sonar cada vez con más fuerza el nearshoring y el friendshoring, no solo ante el riesgo de la ruptura de las cadenas de suministro, sino por el deterioro del clima de negocios.

México no ha podido evitar las consecuencias del resurgimiento de bloques regionales que han fracturado el comercio a nivel mundial. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que entró en vigor el 1 de julio de 2020, por ejemplo, prohíbe que nuestro país tenga un acuerdo de libre comercio sin el consentimiento de los otros dos socios comerciales de Norteamérica.

Y aunque en la reciente reunión del G20 hubo un intento para suavizar la confrontación entre las potencias mundiales con las pláticas que sostuvieron los presidentes Joe Biden y Xi Jinping, el acercamiento que han tenido Rusia y China a raíz de la invasión a Ucrania, sobre todo ante los crecientes temores de que el gobierno chino tome por la fuerza el control de Taiwán ha mantenido latente el peligro de un conflicto mundial.

Hace unos meses, el gobierno de Biden prohibió la exportación de semiconductores y chips avanzados a China, aludiendo sobre la amenaza que ello representa a la seguridad nacional de su país. También se han reducido los intercambios científicos y educativos ante el riesgo de espionaje industrial. Recordemos que bajo ese cargo fue detenida en Canadá Meng Wanzhou, alta ejecutiva de Huawei en 2018, liberada hasta septiembre de 2021.

Regresando a Ucrania, una guerra que se pensaba sería de corta duración amenaza con extenderse y dejar devastado a ese país. Los misiles que estallaron en Polonia y la creciente amenaza de uso de armas nucleares por parte de Putin son preocupantes porque pueden generar una escalada militar. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aclaró que probablemente fueran disparados por las fuerzas de defensa ucranianas; sin embargo, el riesgo de un error que desate un conflicto mayor está latente.

La guerra de Rusia contra Ucrania acentuará la transición energética en Europa, pero en el corto plazo la escasez de gas ocasionará mayor inflación y recesión en la región, con efectos indirectos en la economía mundial. Depender tanto del gas ruso ha sido una dolorosa lección.

En el plano político ha modificado la neutralidad de países como Suecia y Finlandia, que han pedido su incorporación a la OTAN. También ha significado el incremento del presupuesto en defensa de Reino Unido, Alemania, Francia y otros países. En otras latitudes, Japón y Corea del Sur también están pensando en iniciar la carrera armamentista ante la amenaza creciente de Corea del Norte.

En lo que respecta al comercio internacional, se incrementó el friendshoring entre países aliados. Con la hostilidad del presidente de México hacia el de Estados Unidos, que ha contrastado con el trato condescendiente hacia Trump, que se hizo más que evidente en el boicot de La Cumbre de las Américas en junio pasado en Los Ángeles, queda la duda de qué tan amigo se considera al gobierno de México. La necesaria cooperación en temas económicos, migratorios y de seguridad entre ambos países tampoco omite ignorar que están pendientes varias controversias comerciales. El gobierno de Biden ya aclaró que no se resuelven en el terreno diplomático, sino a través de su representación comercial (USTR).

ADENDA

1) La menor inflación al productor en Estados Unidos en octubre refuerza la postura de que el alza de la tasa de fondos federales que votará el Comité Federal de Mercado Abierto el 14 de diciembre sea de 0.5% o 50 puntos base.

2) Esther George, presidenta de la Reserva Federal de Kansas, declaró que será muy difícil reducir la inflación a los parámetros aceptados sin generar una recesión, porque el mercado laboral continúa bastante estrecho.

3) Respecto a las promesas de algunos países sobre las metas de la COP27 para 2030, viene al caso el dicho de que prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila, porque el incumplimiento llevará a sanciones económicas por la vía de aranceles.

4) Los republicanos ganaron los asientos para contar con la mayoría en la Cámara de Representantes de EU.

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