La inseguridad se ha colocado como la principal preocupación social y entre los problemas públicos como el más destacado. Si echamos una mirada a lo que ha acontecido en América Latina, la derecha chilena ganó las elecciones para elegir diputados constituyentes aprovechando el descontento de la ciudadanía en este rubro, en Honduras el gobierno izquierdista ha impuesto restricciones a la libre circulación, e incluso se ha comentado que no se descarta aplicar medidas de cero tolerancia contra la delincuencia como las implementadas por el mandatario salvadoreño de Nayib Bukele, que aprovechando su elevada popularidad, busca reelegirse como presidente.

En el caso de México, así lo marcan los diversos estudios demoscópicos que se difunden regularmente. El impacto mediático que tienen estas noticias no pasa desapercibido para la población, aunque también hay cierto hartazgo, al punto que algunos analistas especializados en seguridad pública y violencia han advertido que estas situaciones llegan a normalizarse, salvo que ya le toque personalmente a alguien.

Sin embargo, a pesar de que un nuevo escándalo hace que la opinión pública se olvide del anterior, la actividad económica y la vida cotidiana se han visto fuertemente trastocadas. Ya hemos comentado que, desde hace varios meses la encuesta que levanta el Banco de México entre especialistas del sector privado ha reportado que el factor que podría afectar el crecimiento es la inseguridad; pero no sólo los negocios se han visto perjudicados por ésta, es un asunto que trasciende el ámbito económico.

El caso del tráiler nodriza donde robaron cuatro camionetas de lujo en la Autopista de León-Aguascalientes a plena luz del día, sin que las fuerzas del orden pudieran evitarlo dejó, una señal preocupante el 8 de junio; lo mismo que el bloqueo reciente de la autopista en Chilpancingo, que obligó al gobierno federal a negociar con los grupos ligados a las bandas de narcotráfico de la zona. Estos hechos ya han sido comentados por columnistas de EL UNIVERSAL como Héctor De Mauleón, por lo que no ahondaré en ellos, pero son una muestra de lo que sucede y que sí dejan huella.

La preocupación sobre la inseguridad es tan relevante, que motivó a Marcelo Ebrard, precandidato a la presidencia por Morena, a presentar la semana pasada lo que denominó como Plan ANGEL, que significa “Avanzadas Normas de Geolocalización y Seguridad” y conlleva el uso de tecnologías como la inteligencia artificial utilizadas por regímenes autoritarios. Las reacciones de personas expertas fue la de alertar que viola derechos humanos como destacó Nayeli Roldán, en un reportaje publicado en Animal Político la semana pasada ().

Si bien es de reconocer que un precandidato haya abordado un tema prioritario para la ciudadanía, quedó la impresión de que falta una estrategia más elaborada de seguridad pública, que evidentemente tendría que hacer una revisión crítica de la que se ha implementado en este gobierno; pero, también preocupa que planteamientos hechos desde la derecha latinoamericana, se estén filtrando, bajo la premisa de dar resultados en la materia.

Para conocer cómo está el asunto de la seguridad pública en México, analizó los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del segundo trimestre de 2022, levantada por el Instituto Nacional de Estadística Ica y Geografía (Inegi) durante la primera quincena de junio.

Cabe advertir varias cosas: 1) es una encuesta de percepción dirigía a la población de 18 años y más, 2) de alcance nacional, circunscrita a 75 áreas urbanas, representativa por ciudad desde 2016, en las 32 entidades federativas y hace algunos años se incluye a las 16 demarcaciones de la Ciudad de México, y 3) la fecha del levantamiento puede influir en los resultados si en ese período ocurre algún suceso de alto impacto a nivel nacional, pero especialmente en la localidad.

El que sea de percepción, no la desacredita como instrumento de medición de la seguridad pública, incluso puede ser más acertado porque muchas veces los datos duros, además de que son menos oportunos, en muchas ocasiones tienen el inconveniente del subregistro. Por ejemplo, la tasa de homicidios puede estar disminuyendo porque se incrementaron las desapariciones y no se sabe con toda certeza si la persona falleció; pero también sucede que delitos menores no son reportados o tipificados de manera errónea.

Que sea urbana, no le quita importancia si consideramos que la gran mayoría de la población habita en las 75 ciudades, donde ocurren las principales actividades económicas, sociales, culturales y de otros tipos, pero tampoco podemos afirmar que refleja lo que pasa en todo el país. Como toda encuesta toma la fotografía de lo que sucede en el momento incluyendo los imprevistos, pero en caso de que no tenga un efecto permanente se reflejará en una baja en la siguiente medición.

A nivel nacional la percepción sobre inseguridad pública subió a 67.4% en relación al trimestre anterior (66.2%) y en comparación al mismo trimestre de 2022 (66.6%). Sin embargo, el incremento estuvo explicado por el alza de la percepción de las mujeres que fue de 72.9%, con relación al 71.1% y 71.3%, respectivamente. El total y mujeres presentaron cambios estadísticamente significativos. En contraste, la percepción de los hombres prácticamente no se modificó al ser en el mismo orden 60.9%, 60.4% y 60.9%, pero no deja de ser muy elevada.

Como en ocasiones anteriores, la percepción de inseguridad es alarmante en las ciudades de Fresnillo, Zacatecas, Ciudad Obregón, Irapuato, Cuautitlán Izcalli y Colima con 97.2%, 90.4%, 89.7%, 89.7%, 89.0% y 87.5%, respectivamente, que coincide con las noticias que han salido a la luz pública, por lo que no resulta sorpresivo el hallazgo. Chilpancingo se ubicó en 81.7%, pero no reflejó los hechos recientes.

En contrapartida, los porcentajes más bajos fueron en San Pedro Garza García, Benito Juárez, Tampico, Piedras Negras, Saltillo y Los Cabos con 15.1%, 24.2%, 27.6%, 28.5%, 29.8% y 30.7 %, en ese orden. Cabe comentar que son municipios donde habitan clases alta o media, o ciudades que han logrado implementar estrategias que han funcionado localmente, así como un destino turístico importante como Los Cabos, para el que este factor resulta fundamental.

En conclusión, la percepción sobre la inseguridad pública es preocupante en muchas partes del país. Es una realidad que no es culpa de los medios y de los periodistas que también han sido víctimas de la delincuencia organizada, dicho sea de paso.

ADENDA

1) La Reserva Federal subirá el próximo miércoles la tasa de interés de fondos federales, los analistas esperan que sea la última alza.

2) Mientras que las ventas de casas nuevas en Estados Unido registraron su mayor nivel en mayo pasado, las de casas existentes tuvo su peor registro desde 1999.Las ventas de casas nuevas representan el 35% del total, cuando los niveles habituales no pasaban de 10%. Ante las elevadas tasas hipotecarias, los propietarios ya no buscan venderlas para comprar otras, por lo que los nuevos adquirientes mejor compran nuevas ante la escasez de las existentes.

Profesor de la Maestría en Administración e Innovación del Turismo de la EST-IPN

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