Los reportes de los índices nacionales al consumidor y al productor de México en octubre anunciados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportan señales de mejoría, pero sin que se puedan echar las campanas al vuelo porque la inflación subyacente al consumidor, esto es, la que no considera componentes volátiles o de precios administrados por el gobierno, siguió subiendo.

Analicemos primero la inflación al consumidor. La general al parecer ya tocó un techo en la segunda quincena de agosto al llegar a 8.77%, desde entonces ha bajado consecutivamente hasta 8.28% de la segunda de octubre. El mismo comportamiento que ha presentado la inflación no subyacente que incluye a productos agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno, esto es, que no responden a condiciones del mercado o tienen gran volatilidad.

Sin embargo, la subyacente ha seguido con su tendencia de alza y llegó a 8.45% en la quincena pasada y esto es lo que tiene preocupados a integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), por lo que el día de hoy la mayoría de sus integrantes decidirá elevar la tasa objetivo de un día 0.75% o 75 puntos base a 10% replicando el movimiento que hizo la semana pasada la Reserva Federal (Fed).

La presión de la inflación subyacente viene por el lado de los alimentos, bebidas y tabaco, pero lo que mantiene nerviosa a la autoridad monetaria es que los precios de las mercancías no alimenticias también se mantengan elevados, lo mismo que en otros servicios. Es decir, que los incrementos se estén trasladando a otros bienes y servicios.

En contrapartida, la baja de la no subyacente se debe a que la inflación de los componentes de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno están muy por debajo del nivel general (8.28%), lo que se debe a los subsidios que se han otorgado a las gasolinas y a la electricidad que sumarán alrededor de 500 mil millones de pesos este año. Si bien se podría justificar esta estrategia para evitar que las expectativas inflacionarias suban, tendría que ser temporal para no generar impactos negativos en las finanzas públicas, y en particular en los gastos de mantenimiento de las empresas estatales.

Pero quitando los componentes no subyacentes más controlados por el gobierno, el agropecuario a la segunda quincena de octubre seguía estando muy elevado al situarse en 13.41% en variación anual, pero el subcomponente de frutas y verduras solo subió 10.92%, cuando una quincena antes estaba en 14.40%; pero la de productos pecuarios se mantiene en niveles muy elevados al ser de 15.55% y 15.67% respectivamente.

Por lo que respecta a los precios al productor, las noticias son bastante mejores ya que las variaciones anuales de la producción total, bienes intermedios y finales en octubre fueron respectivamente de 7.20%, 6.91% y 7.31% y todas registrando una franca disminución respecto al elevado nivel que habían registrado en junio de este año. Esto es, el riesgo de que se traslade el incremento de los costos al consumidor final se ha reducido de manera significativa.

Sin embargo, no en todos los sectores productivos la inflación ha bajado. Si consideramos el Índice de Mercancías y Servicios Finales, incluyendo petróleo, en variación anual los precios de las actividades primarias crecieron 14.58 %; los de secundarias, 7.66 % y los de actividades terciarias, 5.82% en octubre. Cabe destacar que en el mismo mes de 2021, la inflación anual era respectivamente de 10.95%, 8.57% y 3.26%. En este sentido, observamos que los planes del gobierno para estimular la oferta agropecuaria y lograr que los precios de actividades primarias se reduzcan no han funcionado todavía, y que la reactivación de la demanda en el sector terciario ha propiciado el incremento de los precios en este sector que estaba rezagado respecto a los otros dos.

Ante el nivel elevado de la inflación, el gobierno ha buscado abatirla por medio de subsidios a los energéticos, lo que podría comprometer algunos planes de inversión y mantenimiento de las empresas energéticas o desviar recursos para bienes y servicios relevantes, o castigando presupuestalmente a algunos organismos autónomos.

La eliminación de requisitos sanitarios para empresas anunciados en el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (Apecic) a principios de octubre, puede generar daños posteriores y poner en peligro un esfuerzo de 35 años de sanidad y perjudicar a los productores agropecuarios, además de abrir una ventana de conflicto con los países con los que se tienen acuerdos de libre comercio.

Pero también sigue latente la aplicación de controles de precios, que a la larga resultan contraproducentes, porque desalientan la producción en sectores afectados, generan escasez provocando mercado ilegal, mayor inflación y contrabando de bienes de menor calidad, como sucedió en México en un pasado.

De manera semejante, a lo que pasará en Estados Unidos, la tasa de interés de referencia seguirá subiendo pero de manera más moderada, porque la inflación de octubre (8.41%) está todavía muy lejos de 3%, que es el objetivo de Banxico.

ADENDA

1) Al parecer los republicanos recuperan el control de la Cámara de Representantes, pero por un menor margen de lo que vaticinaban las encuestas.

2) El Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 se aprobó mucho antes de la fecha límite. El problema es que no haya los recursos para que se ejerza.

3) Se acerca El Buen Fin y el uso de las promociones de los meses sin intereses. Eso no está mal, lo preocupante es que algunas familias pueden sobregirarse y comenzar a pagar créditos más caros, por los saldos insolutos.

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Catedrático de la EST-IPN
Email: pabloail@yahoo.com.mx

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