A principios de año, el fin del confinamiento en China presagiaba un buen año, por la reactivación de las cadenas de suministro que estimularía a las economías de África y Sudamérica que son proveedoras de materias primas reactivando la economía mundial.

Sin embargo, su dinamismo se ha visto en problemas y la caída de 14.5% del valor de las exportaciones de julio, junto con la deflación de precios al consumidor de -0.3%, ambas en variación anual, prendió las alarmas de que esto podría tratarse de dificultades en ambos frentes: el externo y el interno.

La caída de la demanda mundial de bienes manufacturados y las medidas proteccionistas están afectando al sector exportador, y que el mercado interno esté seriamente afectado por la crisis inmobiliaria, la caída de la confianza del consumidor, el enorme nivel de la deuda interna, así como por la disminución de los créditos a pesar de las menores tasas de interés. Resulta muy sintomático que la prensa financiera especializada, como The Economist, le dé su espacio de portada a los problemas económicos de China o a la guerra comercial con Estados Unidos (EU).

El martes pasado hubo dos sucesos que no pasaron desapercibidos para los especialistas. La Oficina Nacional de Estadísticas de China anunció que dejará de divulgar la tasa de desempleo de jóvenes (16 a 24 años), cuyo último registro fue de 21.3% en junio. La explicación oficial fue que dos terceras partes de las personas de este rango de edad son estudiantes y que el dato podría estar sobreestimado. Los analistas creen más bien que hay crecientes dificultades para que se puedan insertar en el mercado laboral y que las autoridades no quieren exhibir el problema.

Por otra parte, en un esfuerzo por reactivar la economía el Banco de China sorprendió con una reducción de la tasa a un año de préstamos de facilidad a 2.5% desde 2.65%. Indicadores de coyuntura como la tasa urbana de desempleo que subió de 5.2% a 5.3% en julio, así como la desaceleración de la producción industrial, la inversión y las ventas al menudeo dejan entrever un debilitamiento de la economía, y que seguramente estuvieron detrás de la baja. También ha salido inversión extranjera como respuesta a las medidas de mayor control que ha implementado el gobierno chino, ante el temor de robo de secretos industriales.

Por su parte, la semana pasada, la Administración Biden tomó la resolución de prohibir las inversiones de EU en China en sectores de alta tecnología, lo que eleva el nivel de conflicto entre las dos potencias, y se suma a la prohibición de exportar semiconductores y chips por razones de seguridad nacional para no darle ventajas tecnológicas. Janet Yellen estuvo de gira hace unas semanas para promover el friendshoring con Vietnam, Corea del Sur y otras naciones asiáticas.

La Oficina de Censos informó que durante el primer semestre las importaciones de China representaron el 13.4% del total de EU, muy por debajo del récord de 2017 (21.6%). Pero si solo consideramos el mes de junio contabilizaron 10.9%, por debajo de México 15.7% y 15.4%, que son sus socios comerciales. Si bien es cierto como dice el Fondo Monetario Internacional que China ha logrado reubicar sus exportaciones en otros destinos, los efectos negativos del proteccionismo de EU y sus aliados sí han afectado el dinamismo del sector externo y eso ha reducido la demanda de materias primas procedentes de África y América del Sur, países que tienen importantes nexos comerciales con la segunda potencia del mundo.

La participación de las importaciones de países asiáticos excluyendo China ha crecido desde que en 2018 acentuó la aplicación de aranceles a China. Se cree que EU no ha tenido tanto éxito, porque algunos productores chinos trasladaron filiales a esos países para evadir las sanciones y también porque la cadena de suministro para la elaboración de productos finales, depende de insumos procedentes de China, lo que se conoce como exportaciones indirectas.

Si bien la guerra comercial entre las dos potencias mundiales podría beneficiar a México por la relocalización de inversiones que salen de China para ubicarse en México, y de esa manera, darle un impulso a las exportaciones mexicanas, especialmente las destinadas a EU; el creciente proteccionismo afectará el dinamismo del volumen del comercio mundial y por ende la producción global, como lo han venido advirtiendo organismos internacionales.

Cabe comentar que el gobierno federal anunció antier la aplicación de aranceles temporales hasta el 31 de julio de 2025 a la importación de 392 productos de países con lo que México no tiene tratados comerciales, siendo principalmente de China. La medida se aplicó bajo el argumento de generar estabilidad en la industria nacional y eliminar distorsiones del comercio.

Es probable que su implementación vino como resultado de peticiones de empresarios nacionales; pero, tampoco se descarta la presión de EU para que México abandonara una política comercial neutral hacia China.

El país está saliendo beneficiado de los conflictos geopolíticos entre las dos potencias mundiales por la relocalización, el comercio preferente con aliados y por el tratado comercial con EU; sin embargo, no debiera descartarse los daños que podrían traer las represalias de China.

ADENDA

1) El sorpresivo triunfo del ultraderechista Javier Milei en las primarias argentinas, fue recibido con júbilo por quienes están cansados del populismo de izquierda, desplazando al candidato peronista Sergio Massa hasta el tercer lugar. En segundo lugar, quedó la candidata de centro-derecha Patricia Bullrich, quien podría ser la nueva presidenta en una segunda vuelta en noviembre con tal de que Milei no gane, luego de las elecciones del 22 de octubre.

2) La fuerte baja de la pobreza en 2022 fue resultado principalmente de mejores ingresos salariales; pero las transferencias sí tienen un peso significativo. 36.3% de la población estaba en esa condición, pero Coneval señala que sin ellas sería el 39%. Las cifras para la pobreza extrema respectivamente son 7.1% y 8.9%.

3) La inflación al consumidor de México fue de 4.79% en julio en variación anual. De continuar la tendencia se podría ubicar alrededor del 4% a finales de año. Sin embargo, los precios de los alimentos y de los servicios siguen elevados, lo que podría dificultar la baja.

4) El dato favorable de las ventas al menudeo de EU puso nervioso a los mercados. El consumo sigue bastante fuerte y eso podría convencer a la Reserva Federal de subir la tasa de referencia en septiembre.

Profesor de la Maestría en Administración e Innovación del Turismo de la EST-IPN

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