A principios de mes, se anunciaron los indicadores de empleo en Estados Unidos (EU), así como la actividad económica del sector servicios de enero y ambos mostraron buenos resultados incluso mejor a lo esperado por los especialistas. Los analistas se convencieron de que ante un mercado laboral tan sólido el escenario de recesión era difícil que apareciera en el horizonte a corto plazo.
Posteriormente, salió el dato de ventas al menudeo, que creció 3% en enero, lo que cambió la percepción de que el consumo privado se estaba desacelerando y llevó a pensar que se revisarían las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre al alza. También se divulgaron los datos de la inflación al consumidor con un repunte mensual de 0.5% ajustado estacionalmente en enero y con una baja muy marginal en tasa anual respecto a diciembre (6.4% vs. 6.5%), lo que hizo temer que el descenso de la inflación será lento y que ello obligará a la Reserva Federal (Fed) a seguir subiendo la tasa de fondos federales al menos las siguientes dos reuniones 0.25% o 25 puntos base (pb) y comenzar a reducirla hasta 2024.
Una de las explicaciones de por qué la inflación no bajaba más rápido que comenzó a difundirse en la prensa financiera es que la fuerte demanda en los servicios provocaba un repunte de la inflación en estos rubros neutralizando el descenso de precios observado en los bienes. Esto en buena medida se debía a que a la demanda reprimida que había en ciertas actividades, como la de hospedaje y de restaurantes una vez que la gente dejó de estar recluida en casa, tomaban un nuevo impulso, lo que se vio marcadamente en el transporte aéreo a pesar del alza de los boletos de avión.
A su vez, ante la escasez de trabajadores en estas ramas económicas, algunas empresas han tenido que ofrecer mayores sueldos y salarios, trasladando el incremento de los costos a los consumidores aprovechando que hay mayor demanda por estos servicios. Incluso, las compras en línea han disminuido porque nuevamente la gente ha salido a los centros comerciales y a las tiendas departamentales. Algo parecido también ha pasado en México, por cierto.
Sin embargo, en el sector manufacturero ha continuado la tendencia negativa. El índice de gerentes de compra (PMI, por sus siglas en inglés) se ubicó en 47.4 en enero, cuando en diciembre ya había registrado una marca de 48.4 ubicándose por tercer mes consecutivo por debajo del nivel de 50, esto es en señal de contracción.
A su vez la venta de casas existentes en enero cayó 0.7% registrando la décimo segunda baja consecutiva, por lo que en tasa anual ajustada estacionalmente fue de 4 millones, el nivel más bajo desde octubre de 2010 como consecuencia de las elevadas tasas hipotecarias en respuesta al agresivo incremento de la de referencia de fondos federales implementada por la Fed.
Varias consideraciones surgen de lo señalado. Las recesiones implican una caída significativa del empleo a nivel agregado y no sólo en alguno de los sectores, por lo que con una tasa de desempleo en 3.4% similar a la registrada hace 53 años es muy difícil pensar que la economía pueda estar pronto en recesión.
La producción industrial es el sector que comienza a entrar en contracción antes que el de servicios, por lo que podría estarnos anticipando lo que sucederá más adelante en otros sectores. También resulta claro que los indicadores económicos de coyuntura sean mixtos, incluso algunos bastante positivos, por lo que puede haber señales contradictorias.
Por otra parte, el escenario de que una desaceleración económica contribuiría a reducir más rápido la inflación y que convencería a la Fed de bajar la tasa de fondos federales, desapareció desde el momento en que se reportaron a finales de enero los datos del PIB de avance del cuarto trimestre en EU y se confirmó con las cifras de empleo.
Sin embargo, las advertencias divulgadas el martes por Walmart y Home Depot de que los consumidores están gastando más en alimentos y básicos y menos en productos electrónicos y ropa, por lo que prevén que sus ganancias se reduzcan este año, presionados a su vez por las alzas salariales, anticipan un menor desempeño de la economía y de cautela en el consumo.
En contraste, el presupuesto de los hogares está destinando una parte mayor a pagar muebles y gastos de viajes más caros, así como a mayores pagos de renta. Este último rubro fue el que más destacó en el reporte de precios de enero en EU.
Lo que ha mantenido un optimismo moderado entre funcionarios de la Fed, es el hecho de que los incrementos salariales se han ido desacelerando, reduciendo el riesgo de que se inicie una espiral inflacionaria entre precios y salarios como ocurrió en la década de los 80. Se sigue apostando al escenario deseado de aterrizaje suave de menor actividad económica, pero sin llegar a la recesión y lograr llevar en 2024 el nivel general de precios al 2%.
Pero no han dejado de insistir en que no cometerán el error de bajar las tasas de referencia precipitadamente en caso de que llegara a presentarse una recesión, porque ello podría ocasionar un repunte de los precios posterior y una pérdida de credibilidad en la autoridad monetaria. Algo similar sucede con el Banco de México, que en su última decisión subió más la tasa interbancaria que la Fed (50 pb vs. 25 pb).
Si bien en este momento en EU hay menos pesimismo que el que se percibía hace tres meses, no podemos confiarnos y desconocer que los riesgos a la baja siguen estando presentes. Con las proyecciones de recesión nos puede pasar lo del cuento de Pedro y el Lobo, que cuando finalmente llegó nos agarró desprevenidos.
ADENDA
1) El certificado de Empresa Socialmente Responsable (ESR) no debiera darse si no se pagan salarios que cubran el valor de la canasta alimentaria definida por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval).
2) En Estados Unidos, los gobiernos estatales y locales compiten para que las empresas instalen las plantas productoras de autos eléctricos y semiconductores; en México ocurre algo similar con Tesla; sin embargo, acá el gobierno federal está condicionando la decisión, lo que podría provocar que Elon Musk desista de la idea por el momento.
3) Hoy sale la inflación al consumidor de la primera quincena de febrero en México. Habrá que ver cuál es la tendencia de la general y la subyacente.
4) También se difunden las cifras del PIB de México donde se desglosan cómo le fue a los sectores económicos en el cuarto trimestre.
5) Mañana se cumple un año de la Guerra de Rusia a Ucrania. La postura del gobierno mexicano ha sido bastante complaciente con Putin y no en balde el embajador ruso ha felicitado al presidente mexicano por sus pronunciamientos.
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Catedrático de la EST-IPN
Email: pabloail@yahoo.com.mx