A la memoria de Manuel Rodríguez Woog (1957-2015).

La revista Nexos publica este mes un ensayo por demás interesante titulado “Regreso al liberal salvaje” basado en una encuesta y en estudios cualitativos realizados por las agencias de investigación de opinión pública GAUS SC y LEXIA en la última semana de octubre y primera de noviembre de 2022. Continúa la saga de los estudios realizados en 2010 y 2017 con el propósito de entender las aspiraciones, los valores y los sueños de los mexicanos.

Marco Antonio Robles y Benjamín Salmón, autores del ensayo, consideran que si bien ha habido algunos cambios importantes en estos últimos doce años los rasgos principales siguen vigentes, a saber: “un personaje individualista, preocupado sólo por sí mismo y por su familia, seguro de poder resolver su vida sin ayuda de nadie, ajeno a la noción de un sueño nacional común, desvinculado de las instituciones, del gobierno y del rumbo del país, que le resolvían poco o nada”.

Una de las grandes ventajas de la encuesta es que las preguntas están planteadas en disyuntiva, lo que permite tener respuestas claramente definidas evitando las ambigüedades tan comunes en este tipo de estudios. Considerar el entorno y el contexto en el que se levantaron resulta pertinente para comprender el ánimo prexistente.

En 2010, México celebraba los 200 años del inicio de la Independencia en medio de un incremento de la violencia por la guerra contra el narcotráfico sobre la que se percibía que el gobierno no iba ganando, a pesar de algunos golpes espectaculares y mediáticos. El caso de los 72 acribillados en San Fernando en agosto de ese año era un botón de muestra de los llamados daños colaterales no eran nada menores y se estaba generando una ola de zozobra que no ha desaparecido.

En 2017, la inflación se disparaba con el gasolinazo y ese mismo mes Donald Trump arribaba a la presidencia de Estados Unidos, por lo que la incertidumbre de la continuación del tratado de libre comercio era muy elevada. La popularidad del presidente Enrique Peña Nieto estaba por los suelos y los casos de corrupción en los tres niveles de gobierno no dejaban de escandalizar a la opinión pública.

En octubre de 2022, aunque la inflación era muy elevada (8.36%) y especialmente en el rubro de alimentos y agropecuarios, se respiraba un ambiente de más optimismo, ya que lo peor de la pandemia había quedado atrás, la economía y el empleo daban muestras de reactivación, a pesar de que la inseguridad continuaba siendo muy elevada en muchas partes del país.

Se destaca que se han acentuado cuatro rasgos positivos y cuatro negativos en la percepción de este liberal salvaje. Los favorables son que “el país ha mejorado, tiene rumbo, les queda a deber menos a sus ciudadanos y es un lugar en donde ellos viven mejor que sus abuelos.” En sentido opuesto: “Se han acentuado visiblemente las percepciones de inseguridad personal, de corrupción pública, de deficiencias en la salud y de falta de dinero en el bolsillo para cubrir las propias necesidades.”

Los autores definen al liberal salvaje como un personaje ambiguo y consideran a “los mexicanos como seres admirables: trabajadores, libres, divertidos, capaces y, a la vez, como seres lamentables: violentos, corruptos, en los que no se puede confiar".

En las baterías de preguntas sobre ¿Qué tanto cree que puede hacer usted por cambiar su propia vida, la de su familia y el rumbo del país? Los porcentajes de quienes respondieron que mucho en los primeros dos aspectos son más elevados puesto que son cuestiones que están en su dominio. En 2022, 85%, 79% y 56% fueron las respuestas respectivas, siendo mejores que en 2017; pero mientras la respuesta a “mucho”, en los primeros dos casos siguieron siendo más bajas que en 2010 (90% y 87%), en lo que respecta al país si mejoró (53%). Esto es, la gente comienza a reconsiderar que sí puede incidir en el destino de México.

Por otra parte, hay una tendencia clara de una perspectiva optimista sobre el país. Considerando la situación actual el porcentaje de quienes creen que va por buen camino subió de 38% en 2010 a 53% en 2022, lo mismo que en la sensación de que México tiene rumbo y dirección al pasar de 44% en 2010 a 54% en 2022.

La nostalgia por el pasado se ha reducido. Al cuestionamiento En relación al México de sus abuelos, ¿México está empeorando o mejorando? 56% respondió mejorando vs. 43% en 2010. Ahora son los ciudadanos los que le quedan a deber a México. 55% vs. 35% en 2010.

Aunque la mayoría se siente respetado por los gobernantes en 2022 (57%), también se sienten abandonados (62%) y engañados (64%); pero menos que en 2017, 76% y 69% respectivamente. No tenemos referentes para el 2010, pero la herencia de malos gobiernos pesa mucho y en ese sentido el resentimiento hacia los gobernantes prevalece.

Sin embargo, en 2022, 47% de las personas mayores a 15 años consideran que el México actual se encuentra más cercano al de sus sueños, cuando en 2010 era solo el 28%. Cabe destacar que las respuestas son más elevadas a medida que la edad avanza, ya que el porcentaje sube progresivamente de 44% de la generación Z (15 a 25 años) hasta 55% para los Boomers (58+).

A la pregunta de ¿Cómo ordena lo peor que tiene México? En 2022. Las respuestas en primera mención fueron: corrupción 33%, violencia 32%, pobreza/desigualdad social 22%, impunidad 7% y discriminación 5%. En 2017, los porcentajes respectivos fueron: 40%, 21%, 21%, 9% y 8%. Esto es, la percepción de corrupción se reduce, pero la violencia se incrementa. La estrategia de seguridad no ha funcionado y la delincuencia organizada cada vez controla regiones más amplias del país. El apelativo de salvaje se relaciona con la percepción de mayor violencia.

Se considera que el país está menos polarizado de lo que creemos porque “un poco más de dos terceras partes de los mexicanos, 68%, no opina que los ricos impidan su realización personal". Sin embargo, no estaría de acuerdo con ello, porque la realización depende de uno y, por otra parte, en muchas de las opiniones sobre diversos temas están divididas (50-50).

Por otra parte, se percibe a un mexicano más proteccionista porque a la postura de “México debe concentrarse en abrir su economía, atraer inversiones y promover exportaciones”, 52% estuvo de acuerdo en 2022 frente a 60% en 2017, frente a la alternativa de “México debe concentrarse en proteger sus empresas nacionales y desarrollar su mercado interno” siendo 48% y 40% respectivamente.

El optimismo hacia las próximas generaciones ha mejorado. El 64% consideraba en 2010 que sus hijos vivirían mejor que ellos y había subido a 69% en 2022, pero creciendo más el porcentaje de quienes se sentían muy optimistas (26% vs. 36%), respectivamente.

Concluyo destacando que “la mitad piensa que México es un país muy dividido, 51%, y 48 % piensa que para lograr sus aspiraciones no hace falta el apoyo de su comunidad”. Más aún, 65% considera que en México uno sólo puede confiar en su familia y amigos y 63% siente que cada quien jala por su cuenta. Por eso no extraña que un deportista triunfé más por su propio esfuerzo que por el respaldo institucional.

ADENDA

1) El tipo de cambio ha roto casi todos los pisos. El siguiente se encuentra en 17.50 pesos por dólar.

Catedrático de la EST-IPN

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