Las cifras de la información oportuna de la Balanza Comercial de Mercancías de México son de las más esperadas por analistas económicos, porque aportan indicadores de coyuntura relevantes. Los diversos componentes de las exportaciones, más vinculados al dinamismo de la economía de Estados Unidos (EU), muestran una cierta tendencia a la baja. En el caso de las importaciones, las señales son mixtas siendo positivas en las de bienes de consumo y de capital.

Las cifras ajustadas estacionalmente o desestacionalizadas son las que permiten hacer comparaciones con el mes anterior. En febrero, las exportaciones totales cayeron 5.84% y las importaciones 0.22%; sin embargo, si se observa la tendencia-ciclo que publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las primeras no han cambiado desde hace varios meses y las compras al exterior muestran una ligera alza. En conclusión, un mal dato no marca tendencia y no habría que alarmarse, como algunos medios destacaron; tampoco debieron de haber lanzado las campanas al vuelo en enero, cuando los datos fueron buenos.

Si consideramos las cifras originales, en variación anual, como ha vuelto a destacar Inegi, tampoco es conveniente hacer la comparación, porque las señales pueden ser más confusas. Las exportaciones totales en febrero cayeron 2.8% respecto al mismo mes del año pasado, pero las acumuladas en el año crecieron 9.2% porque las de enero resultaron bastante positivas. Cuando la base de comparación es muy favorable u ocurre un evento inesperado, como con la pandemia o tormentas invernales pueden ocasionar grandes variaciones.

Los datos desestacionalizados nos permiten ver el comportamiento en el margen y por ello son los más usados por los analistas económicos. No quiere decir que no les hagamos caso a las cifras mensuales, pero debemos tener cuidado de no hacer apreciaciones tan determinantes o concluyentes tratando de ganar notoriedad, más en estos tiempos de polarización. Hecha esta puntualización, veamos primero los componentes de las exportaciones.

Las exportaciones petroleras cayeron 12.61% en febrero y desde junio de 2022 están en una tendencia franca de baja provocada por menores cotizaciones de la mezcla mexicana y del volumen, más allá de que desde entonces se hayan registrado algunos repuntes momentáneos. Aunque hay la intención de exportar menos petróleo crudo, en realidad el problema de fondo es que la producción total ha ido disminuyendo.

Aunque el valor de las exportaciones no petroleras registró una caída de 5.42% en febrero, sigue con una tendencia ligeramente favorable. Por lo que respecta al de las manufactureras, cayeron 6.01% en febrero, pero mantenido la inclinación positiva. Pero el desempeño fue heterogéneo; mientras que la tasa de las automotrices cayó 16.02% la de las no automotrices sólo bajó 0.49%, pero las automotrices vienen con una tendencia de baja desde octubre pasado, muy vinculada a la reducción de ventas en EU por el alza de precios y las mayores tasas de interés, en tanto que el resto de las manufacturas todavía mantienen una trayectoria favorable.

Por lo que respecta al comportamiento de las importaciones, más ligadas al desempeño de la economía mexicana, los resultados son mixtos. Para las importaciones petroleras su tasa cayó 6.07%, pero la de las no petroleras subió 0.56%, siendo la tendencia de las petroleras a la baja y la de las no petroleras al alza.

El valor de las compras de consumo cayó 3.4% en febrero, pero sigue con su trayectoria favorable desde noviembre pasado respaldada por la fortaleza del peso frente al dólar, así como, de la resiliencia del mercado interno mexicano.

Por su parte las importaciones de bienes intermedios, muy relacionadas a las exportaciones, disminuyeron 0.35% en febrero, con una tendencia plana desde hace unos meses, reflejando debilitamiento de la producción industrial en EU dada la fuerte interdependencia entre los socios comerciales.

Pero, la buena noticia la dieron las importaciones de bienes de capital que crecieron 6.45% en febrero, confirmando la fuerte tendencia que lleva desde hace dos años y que ha sido respaldada por la relocalización de inversiones (nearshoring) y por la fortaleza del tipo de cambio que ha favorecido la compra de maquinaria y equipo en el exterior.

Si bien el repunte que tuvo la economía de EU a principios de año pareció darles un nuevo impulso a las exportaciones mexicanas, hay algunas señales de debilitamiento en sectores clave como el automotriz que provocarán que las tasas de crecimiento en variación anual sean menores los siguientes meses (desaceleración).

El panorama del sector externo tampoco se ve alentador porque es muy probable que el próximo mes la Oficina de Representación Comercial de EU (USTR por sus siglas en inglés) pida el panel de controversias por el tema energético, según trascendió en una nota divulgada por Reuters, luego de que Katherine Tai compareció la semana pasada en comisiones del Congreso, por lo que potencialmente habría castigos arancelarios contra México en 2024, además de las posibles demandas económicas a favor de las empresas afectadas. Además, habría que agregar el reclamo por la prohibición del maíz transgénico, que comentamos hace dos semanas.

Mientras que, ante la amenaza de imponer aranceles en 2019 por parte de la Administración Trump, el gobierno mexicano modificó su política migratoria; en esta ocasión apelando a la soberanía energética no se percibe que vaya a flexibilizar la postura. Ese fue el mensaje de la concentración del 18 de marzo. En contra partida, tampoco se ve que habiendo aceptado el gobierno de Biden la resolución en el panel de controversias por la interpretación de las reglas de origen en la industria automotriz a favor de Canadá y México, vaya a ceder. Estábamos en una tensa calma, respaldada por los oficios diplomáticos de ambas partes, pero la disputa comercial parece inminente.

ADENDA

1) La inauguración del Tianguis turístico en la Ciudad de México no contó con la presencia del presidente. Las relaciones con el sector no están en su mejor momento. Varios temas espinosos como la autorización del cabotaje en rutas nacionales a líneas extranjeras, las alertas de viaje de Estados Unidos por el tema de la inseguridad, la caída del presupuesto efectivo del ramo 21 si eliminamos los montos al Tren Maya, los problemas de saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México frente a la baja demanda del Felipe Ángeles a un año de su funcionamiento, entre otros, pudieron ser los causantes. Esto a pesar de las buenas noticias como las cifras de turismo internacional, la aprobación de más días de vacaciones por el Congreso y la recuperación del turismo en 2022.

2) La Junta de Gobierno de Banco de México subirá la tasa objetivo hoy de 11% a 11.25%, la interrogante es cómo será la votación (unánime o dividida).

3) Las turbulencias bancarias llevaron la onza troy a romper el techo de 2 mil dólares por primera vez en el año, lo que no sucedía desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022, en una clara señal de búsqueda de refugio de valor.

Catedrático de la EST-IPN

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