A principios de la semana, el precio de referencia del crudo Brent llegó a 94 dólares el barril, en respuesta al acuerdo de Arabia Saudita y Rusia de sostener el recorte de producción hasta finales de año, aprovechando que la economía mundial ha mostrado mayor fortaleza de la esperada. Sin embargo, ello ha planteado un desafío importante a los bancos centrales para evitar el previsible impacto inflacionario, por la repercusión en los precios de otros bienes y servicios, independientemente del propio efecto directo de los energéticos.
La Reserva Federal (Fed) decidió mantener sin cambio la tasa de fondos federales en 5.25%-5.50%, luego del alza realizada en julio pasado por decisión unánime, a cambio de dejar constancia clara de que lo hará en la próxima reunión el 1 de noviembre. En este sentido, la comunicación del banco central ha sido bastante clara al pausar las alzas cada dos reuniones.
Si bien en el comunicado del Comité de Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) se reconoce que la actividad económica se ha expandido a un ritmo sólido; también manifestó su preocupación por las condiciones crediticias para los hogares y las empresas que puedan dañar la actividad económica a futuro. Aunque confían en la resiliencia y solidez del sistema bancario.
Ante el temor de que una política monetaria muy agresiva pueda generar un fuerte daño a la economía considerando el efecto rezagado de las alzas de la tasa de interés iniciadas en marzo de 2022 y que se fueron intensificando en el segundo semestre del año pasado, prefirió adoptar una postura más cautelosa.
Sin embargo, mandaron el mensaje de que mantendrán las tasas elevadas más tiempo de lo que esperaban los analistas e incluso la de referencia cerrará 2024 por arriba de 5% al mantenerse la inflación en niveles todavía elevados.
A pesar de que el mercado laboral ha dado algunas muestras de debilitamiento en los últimos meses, sigue siendo fuerte, por lo que la presión de demanda y el incremento de los costos salariales siguen siendo un motivo de preocupación para el FOMC. Se ha destacado que la Reserva Federal de San Luis estima un crecimiento de 5.6% para el PIB del tercer trimestre, en comparación con el anterior, sobre todo impulsada por los servicios. Se reconoce que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 2.1% en 2023 superando las estimaciones de principio de año.
En ese mismo sentido, la fuerte demanda turística, acompañada por un alza importante del precio de la turbosina podrían ocasionar un incremento importante de las tarifas aéreas los próximos meses. Pero el aumento de los precios también se observa en el sector de entretenimiento, así como en restaurantes y bares, esto es, en comidas fuera de casa.
Lo que tranquilizó a las autoridades monetarias fue que si bien la inflación de precios al consumidor ha registrado un ligero repunte en julio y agosto, la básica, que elimina los componente volátiles de alimentos y energéticos, continuó con su tendencia de baja. Sin embargo, no dejaron de hacer hincapié que la inflación sigue siendo alta y buscan que regrese al objetivo de 2%.
Hace unos meses, ante el debilitamiento de la economía mundial, especialmente de China, el precio de las materias primas, incluido el petróleo, habían venido disminuyendo, junto con el restablecimiento de las cadenas de suministro y la eliminación de la escasez de semiconductores y chips, se alentó la expectativa de que la inflación bajaría más rápido y por ende, los bancos centrales comenzarían a reducir las tasas de interés para alentar de nuevo el crecimiento. Sin embargo, este escenario se ha ido modificando ante la resiliencia de la economía mundial y el repunte del precio del crudo.
En el caso de México, un mayor precio del petróleo, según lo mostró la Secretaria de Hacienda y Crédito Público en los Criterios Generales de Política Económica para 2024, puede tener un efecto neto favorable para las finanzas públicas. Sin embargo, podría ocasionar un alza no esperada del precio de la gasolina, que en su enorme mayoría sigue siendo importada.
Por otra parte, algunos expertos consideran que este aumento podría ser temporal, porque mayores precios impulsarían la producción de petróleo de otros países ocasionando una mayor oferta a la cantidad demanda ocasionando una disminución posterior. En conclusión, regresa la discusión sobre si las presiones inflacionarias son temporales o permanentes.
ADENDA
1) Con bombos y platillos las autoridades mexicanas festejaron la decisión de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) de otorgarle la Categoría 1 de seguridad aérea a los aeropuertos del país. Con ello, se permitirá abrir nuevas rutas a Estados Unidos y vender boletos con código compartido con líneas mexicanas. El ganador con esta decisión será el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) tomando en cuenta la reducción programada de operaciones para el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para el próximo año. Si se consideran las serias deficiencias que ha mostrado EL UNIVERSAL sobre el AICM, sin duda se trató de una decisión de alto nivel, pero no podemos echar las campanas al vuelo, cuando por el Gran Premio de la Ciudad de México y las fiestas de muertos se presentará un uso intensivo de sus instalaciones.
2) La Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE) revisó el crecimiento a 3.3% de México en 2023, sumándose a las revisiones que también se efectuaron por el cambio de año base. El próximo mes se divulgarán las correspondientes al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional cuando realice su reunión semestral.
3) Las autoridades de Hacienda justifican sus proyecciones del tipo de cambio de 2023 y sobre todo del próximo año apostando a que la relocalización (nearshoring) atraerá importantes flujos de inversión. Sin embargo, las consultorías están nerviosas por el cambio de gobierno en México y Estados Unidos, por el desenlace de las controversias comerciales pendientes y desencuentros políticos entre ambos gobiernos. En el extranjero, confían en que el pragmatismo prevalecerá; internamente existe el temor sobre el respeto a las reglas del juego, estado de derecho y a un gobierno autocrático.
4) Ante las nuevas restricciones de rentas a AirBnB en Nueva York, la industria hotelera espera verse beneficiada con los 63.3 millones de visitantes que se estima tendrá este año, todavía por debajo del récord de 66.6 millones alcanzado en 2019. La Gran Manzana apuesta a romperlo el próximo año.
5) El paro de 60 trenes hace dos días por Ferromex por la oleada de migrantes le pasa una papa caliente al gobierno federal para que resuelva el asunto.
Profesor de la Maestría en Administración e Innovación del Turismo de la EST-IPN
Email: pabloail@yahoo.com.mx