El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) actualiza la información económica en general cada cinco años, por lo que presentó los resultados del Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM), base 2018, mediante un procedimiento que establece el Cambio de Año Base (CAB) tomando como pivote los Censos Económicos de 2019, con estadísticas del año anterior.

Cabe comentar que en esta ocasión, el CAB 2018 difunde más información y un mayor nivel de detalle para algunos productos, como resultado de las sugerencias realizadas durante las consultas públicas, pero especialmente de las que provienen de la evaluación del Informe sobre el Cumplimiento de Normas y Códigos (ROSC, por sus siglas en inglés) que realiza el Fondo Monetario Internacional (FMI), como de las recomendaciones de la Iniciativa de Brecha de Datos (DGI, por sus siglas en inglés) del G-20.

En esta ocasión, el Inegi tardó más tiempo en entregar la actualización, puesto que la vez anterior lo hizo en 2017, tres años después de la divulgación de los Censos Económicos de 2014 y ahora cuatro, pero si consideramos la fecha de difusión, los periodos respectivos fueron cuatro y seis años, como lo muestra la tabla de la Historia de los Cambios de Años Base del boletín. Creo que esto fue así básicamente por dos razones: la alteración en las actividades provocada por la pandemia y porque en la Base 2018 se incorporaron tres nuevos productos y a algunos de los existentes se les hicieron mejorías substanciales.

Al comparar a precios corrientes el Producto Interno Bruto (PIB) de 2018 con la base actual y la anterior (2013), es 2.8% mayor derivado de la incorporación de nueva información y de un mejor aprovechamiento de la fuente de datos. El Inegi explica que este cambio se debió principalmente “a las diferencias que registraron en el sector de las Industrias manufactureras, que presentó un aumento de 18.3%, y el de Transportes, correo y almacenamiento, con un cambio de 13.3%. En cambio, el sector Construcción mostró una disminución de 17.2%, mientras que el de Comercio aumentó en términos absolutos, aunque con una ligera disminución en su participación en el [valor agregado bruto] VAB”.

El CAB tiene implicaciones en el crecimiento anual del PIB de México. Se había reportado que cayó -0.2% en 2019 y -8.0% en 2020, para crecer 4.7% en 2021 y 3.1% en 2022, si consideramos las cifras reportadas en la base de datos del FMI. Ahora con la nueva base cayó -0.3% en 2019, -8.7% en 2020 y creció 5.8% en 2021 y 3.9% en 2022. El Inegi sólo hizo el comparativo hasta 2021, porque los resultados para 2022, se publicarán con seis productos adicionales entre octubre y diciembre. Sin embargo, con el Banco de Información Económica se sabe el dato del PIB del año pasado. En este sentido, analistas y políticos tendrán que aprender nuevos datos, por lo que ya no deben decir que la economía bajó 8% en 2020.

Aprovechando el CAB 2018, el Inegi dio a conocer las cifras del segundo trimestre del PIB de 2023. Con cifras desestacionalizadas creció 0.8% respecto al trimestre anterior y 3.6% con relación al mismo trimestre del año pasado, prácticamente sin cambio al anuncio de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral (EOPIBT) con base 2013, que se reportaron como de 0.9% y 3.6%, respectivamente.

Sin embargo, la actualización del SCNM si tuvo revisiones significativas en algunas de sus cuentas. Por ejemplo, en 2021 la participación en el PIB del trabajo no remunerado bajó de 26.3% a 24.7%; el sector salud disminuyó de 6.2% a 5.3% y los costos totales por agotamiento y degradación de 4.6% a 4.1%, por mencionar las cuentas satélites más relevantes.

Hay novedades muy interesantes. Destacan la mejoría en la Matriz de Insumo Producto (MIP), la presentación de los Cuadros de Oferta y Utilización de la Economía Digital (COUD), una mejor medición de la economía Informal (MEI), la Medición de la Economía Informal Trimestral por Entidad Federativa, de los Puestos de Trabajo y sus Remuneraciones por Entidad Federativa, entre otras.

La MIP 2018 permite conocer mejor la estructura en la composición de la producción porque hubo disminuciones en la participación de los insumos domésticos por un aumento de los importados. Además, en su versión producto por producto, se presenta a un COU de 834 clases de actividad.

Con la incorporación de los COUD por primera vez se pudo estimar que la Economía Digital contribuyó con 7.4 % en el PIB en 2018, correspondiendo, 3.6% a las industrias de las TIC (industrias digitales).

Cabe señalar que la economía informal tiene dos grandes componentes: el sector informal (SI) o unidades económicas constituidas por micronegocios que no cuentan con los registros legales básicos para operar; y las Otras Modalidades de la Informalidad (OMI), entre las que se encuentran la agricultura de subsistencia, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como todas las variedades de trabajo que se desempeña sin acceso a la seguridad social. En 2021, con el cambio de año base, la participación de la economía informal en el PIB nacional pasó de 23.7% a 24.1%.

Ya con la nueva base, la participación de la economía informal pasó de 22.1% en 2020 a 24.1% en 2021, como resultado de que el SI subió de 11.6% a 13.1% y de que las OMI pasaron de 10.6% a 11.0%. No resulta extraño, porque la pandemia obligó a cerrar establecimientos del sector formal, que no recibieron el apoyo del gobierno, como lo registraron las encuestas que levantó el Inegi.

El Valor Agregado Bruto del Comercio Electrónico (VABCOEL), que da cuenta de la evolución del comercio electrónico, se revisó significativamente a la baja con la nueva base. El VABCOEL mostró una diferencia porcentual de -0.8 % en su participación en el PIB, al actualizarse de 5.8% a 5.0% en 2021; sin embargo, ahora se muestra una tendencia creciente, que no había antes.

Por cuestión de espacio no podremos profundizar en el análisis de los demás productos. Sin embargo, se observa que en muchos casos se avanza en el grado de representatividad de los indicadores y un mayor nivel de desagregación llegando a niveles de entidades federativas en algunos casos. Felicitamos al Inegi por este enorme trabajo, que ayudará a comprender la realidad económica y social del país, y a un mejor diseño de políticas públicas.

ADENDA

1) La pobreza laboral presentó una disminución a nivel nacional de 0.5 puntos porcentuales al pasar de 38.3% a 37.8% entre el segundo trimestre de 2022 y el de este año. En el ámbito urbano se mantuvo en 33.9%, pero en el rural bajó de 52% a 50.2%, respectivamente.

2) La inseguridad está generando mayores costos a los productores y distribuidores en México, por lo que la inflación pudiera detener su tendencia de baja de continuar esta situación.

3) En Estados Unidos, la confianza del consumidor del Conference Board cayó de manera significativa en agosto reflejando preocupaciones por el alza de precios y debilitamiento del empleo.

Profesor de la Maestría en Administración e Innovación del Turismo de la EST-IPN

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