Ignorando los desgastados argumentos sobre el impacto de los debates en las preferencias electorales, el periodo que transcurre entre ellos ha sido crucial para establecer la agenda de las candidatas en materia económica. Máynez, por su parte, se ha convertido en un tema recurrente en las conversaciones de bares y domina el escenario musical; está logrando su objetivo.
La visión de cada una sobre “La ruta hacia el desarrollo de México” ha sido expuesta. El #Blindspot de la semana está en los aspectos que las candidatas deben cuidar en su preparación rumbo a contrastar estilos de gobernar el próximo 28 de abril.
Es cierto, ambas fueron alcaldesas al mismo tiempo, pero eso no los coloca en el mismo proceso de madurez política. Claudia lleva ventaja ya que mientras Xóchitl hacía oposición de tribuna, Sheinbaum sorteaba el desgaste de gobernar.
Gálvez ha cometido tres errores clave alrededor de los debates. El primero, haber utilizado el tiempo de sus intervenciones en repetir los chismes de corrupción que nos sabemos de memoria y que durante cinco años no han desgastado el amor del pueblo al presidente López Obrador ni a Morena.
En segundo lugar, está presentando como propuestas vigentes aquello que México rechazó en las urnas en 2018. Peor aún, las ofrece con las mismas palabras que ya están asociadas en el imaginario colectivo con un regreso al pasado marcado por la corrupción y privilegios, de los cuales la población cree haber escapado.
Tercero, buscar desesperadamente el aplauso de las personas de empresa como respaldo a su candidatura dándoles un peso electoral y de influencia que hoy no tienen.
Atentos, no es un tema de propuestas porque son adecuadas, es de forma de comunicar. Xóchitl y sus asesores están presentando un proyecto para el país que fuimos, no el que somos. Olvidan o pasan de largo que se ha evidenciado repetidamente que los indicadores económicos se están moviendo en dirección contraria a lo que la teoría económica tradicional sugiere.
Además, su papel como contrapeso para evitar que Morena y sus aliados sean dueños de la Constitución tampoco lo está cumpliendo, es más, ni siquiera menciona la trascendencia de esto.
Claudia también enfrenta desafíos significativos, aunque diferentes. Su tarea principal es dejar en claro a los radicales de la 4T que su rol no consiste en defender al Presidente, y mucho menos justificar los errores o acciones indebidas de sus seguidores más extremistas. Tampoco debe proteger a aquellos que bajo el velo de la moralidad han sido supuestamente favorecidos en la asignación de contratos.
Es entendible el miedo de aquellos que temen verse desprotegidos, pero su trascendencia está lo que llaman construir el Segundo Piso.
También se enfrenta a dejar de parecer soberbia cuando elige no engancharse en las críticas de oposición. Lo más difícil es que esto está en el terreno del lenguaje no verbal por lo que es más complejo de administrar frente a las cámaras de televisión.
¿Has decidido por quien votar? ¿Consideras que existe un "voto oculto" que podría cambiar el rumbo? ¿Crees que el resultado está decidido? Veamos el debate.
Oscar Sandoval-Sáenz es analista y estratega en comunicación
@osandovalsaenz