En sólo nueve meses, la Cuarta Transformación ha chocado con un dique que sus propios impulsores le pusieron al permitir que la CNTE, caracterizada por la más absoluta indigencia moral, tutele, por medio de la reforma educativa, la razón y la inteligencia, y frustre la posibilidad de un verdadero cambio que nos lleve a la Modernidad.
Con la entrega de ese instrumento vital de progreso al beligerante grupo que sólo ve por sus intereses, al que se complace con una legislación a modo hecha por los “representantes populares”, a la sociedad, comenzando por los niños, se le mutila su presente y se le cancela su porvenir. Sin educación, no habrá Cuarta Transformación.
El concepto educación proviene del latín educere y significa guiar, conducir, refinar al ciudadano para que despliegue su potencial intelectual y sus demás facultades, conviva mejor en comunidad y abone a su mejoramiento. En todos los tiempos y lugares, este ha sido un propósito humano que diputados y senadores han soslayado aquí, en una “obra” que debería servir para avanzar, no para retroceder.
Educar es una función primordial que deben realizar quienes se han preparado y tienen vocación para cumplir esa delicada misión, mirando por los demás. Y esas cualidades no están en el grupúsculo de seudoprofesores de la CNTE. Antes bien, son especialistas en paros, bloqueos, chantajes, presiones y violencia, con lo cual consiguen todo.
¿Cómo es posible que un niño sea bien educado por un adulto que no sólo no lo está, sino que ha distorsionado una de las funciones esenciales del Estado, pues no conoce de civilidad ni de civismo? Con eso no se puede aspirar a ningún bien.
Que se les haya permitido apropiarse de la educación; es decir, de los recursos que se le destinan, no del contenido ni del método con el que deberían enseñar, es un atentado contra todos. Es un acto de lesa Nación que, además, subordina al poder constituido legal y legítimamente, a la fuerza y la sinrazón de una célula cancerosa, capaz de invadir a todo el cuerpo social y político.
La conceptualización de acto de lesa Nación, es un agravio en sí mismo; pero es más condenable por cuanto que, mediante la ley, tiene la pretensión de perpetuarse. Ante eso, cabe recordar que todas las normas son reformables siempre.
Porque ningún país, ninguna sociedad que haya querido abrirse camino a un estadio mejor, o que lo haya extraviado y quiera recuperarlo, no ha apelado ni podrá recurrir jamás a ningún otro medio más seguro que no sea la educación.
Después de tantos años de esclavitud, traducida en todas sus formas desde la Conquista, México tenía la oportunidad de reencontrar el sendero de la reconstrucción con la educación.
La ha perdido por el momento, pero puede darse la ocasión de rectificar, porque la obligación moral y política de los representantes es hacer leyes generales justas, no tribales; igualitarias, no exclusivas para los retrógradas que se hacen pasar por mentores.
Sotto Voce… Después de las declaraciones que hizo ayer el presidente AMLO, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas y el fiscal para el caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, por primera vez en cinco años, dejan entrever que habrá información nueva que impactará a la Opinión Pública. Independientemente de lo anterior, lo más probable es que se cite a declarar a Tomás Zerón de Lucio e incluso a Enrique Peña Nieto por obstrucción en la acción de la justicia… Gonzalo Gil White, propietario de Axis Asset Management II, y sus operadores más cercanos, son investigados por haber defraudado 6 mil 500 millones de pesos a los inversionistas de Aspen Partners Invesco II, perteneciente a Axis Capital, a través de nueve empresas fantasmas. Podrían ser los primeros en caer por ese cáncer.
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