Puede ser curioso. Podría ser una casualidad. Pero hay hechos que dan pie a la reflexión. O a la fantasía. En todo caso, es una “fantasía” llamada Covid 19, paradójicamente anclada a la realidad. He aquí algunos datos para armarla.
Ese virus fue reportado inicialmente el 7 de enero de 2020 por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, pese a que, en diciembre de 2019, la Comisión de Salud Municipal de Wuhan, alertó de 27 casos de un tipo de neumonía desconocida y siete eran graves.
La OMC declaró el mal como pandemia hasta el 11 de marzo de 2020. Para entonces, la tragedia y el drama estaban en todos lados. Se sabía de muertes y contagios. El temor y la incertidumbre atenazaban al mundo. Lo paralizaban. Le daban un vuelco.
En paralelo con la devastación en Wuhan, con 11 millones de habitantes, todo se hacía bien y rápido. Se tendió un cerco para evitar la propagación. En semanas, comenzó a regresar una cierta normalidad. Recién “hubo un rebrote” y se aplicarán pruebas a todos.
Mientras el coronavirus asfixia a los demás, en China, con mil 400 millones de habitantes, ciudades como Shanghái, Beijing, Hong Kong, Nankín, Cantón, la pandemia prácticamente no ha sido noticia.
En contraste, EU es el desastre es total. Con unos 360 millones de ciudadanos, registra más de 84 mil decesos y cerca de 1.5 millones de contagios. Nueva York, símbolo del capitalismo, es la ciudad más golpeada.
Aunado a lo anterior, el médico chino Li Wenliang, quien advirtió sobre el brote, murió de coronavirus después de que la policía le advirtiera que “dejara de hacer comentarios falsos y de propagar rumores”. El 7 de mayo, Bing Liu, otro médico chino que investigaba la cura, fue asesinado en Pittsburgh y su atacante “se suicidó”.
Primero por su incapacidad y luego por su impotencia para encarar el desafío, calificándolo como más grave que los atentados a Pearl Harbor y al World Trade Center, Trump acusa a China de haber originado el coronavirus en el laboratorio. Por eso, ayer dijo que, por “ahora”, no quiere hablar con su homólogo, Xi Jinping.
Su secretario de Estado, Mike Pompeo, también señala a China como culpable y el miércoles el FBI y la Agencia de Seguridad de EU alertaron que organizaciones que investigan la enfermedad pudieron sufrir ataques cibernéticos.
En el Instituto de Virología de Wuhan, se albergan los patógenos más peligrosos del mundo. ¿Pudo haberse “escapado” el del Covid19, que ha puesto en jaque a la Humanidad, obligándola a cambiar las formas de conducta, de relación y de vida que conoció?
Si la fantasía toca hoy esos extremos en vínculo con la realidad, sólo tiene como explicación el dinero, el poder y el placer, síntesis de una sed incontrolable y permanente de dominio que, en la visión de los clásicos antiguos y modernos, son las pasiones que caracterizan al hombre y que no terminan…sino con la muerte.
Por eso, convendría releer las conquistas y las catástrofes en la historia del Imperio Chino desde el Segundo Milenio A. C., hasta la actualidad.
SOTTO VOCE…
Qué delicado, si se comprueba que en el Bartlettgate la venta de ventiladores se dio con dolo, alevosía y ventaja. No sólo por el sobreprecio, sino por la pésima calidad. Y qué mejor que se haya frenado el fraude... Por su intensa actividad junto a su jefe, Roberto Velasco, vocero de la Cancillería, se contagió de Covid 19. Está recibiendo atención médica sin descuidar sus obligaciones. Con un abrazo, le deseamos pronta recuperación.
ombeluniversal@gmail.com @mariobeteta