¿Ha comenzado a crujir el modelo de acumulación neoliberal, vigente por más de tres décadas, con los movimientos sociales y políticos que están surgiendo en América Latina, donde la ciudadanía, cada vez más empobrecida, encabezada por “jóvenes digitalizados” y clases medias, está tomando el papel estelar?
La posible comprobación de esa hipótesis, que en cualquier caso tendría que asumirse como un proceso de duración indefinida, tiene que anclarse en la historia. Y ésta se halla en el capitalismo salvaje, simbolizado por el neoliberalismo, antípoda del Estado benefactor.
Ese sistema, ideado por Friedrich August von Hayek y Milton Friedman, e impulsado por Ronald Reagan y Margaret Thatcher, pretendía ser un poderoso motor de desarrollo frente al desplome de las economías en el siglo pasado.
Se ofreció como una alternativa consistente y viable; como una posibilidad de respuesta a las grandes necesidades y demandas de la población alrededor del mundo.
Su fuerza es tal, que impulsó la terminación de la Guerra Fría, representada por la bipolaridad Socialismo-Capitalismo, y la caída del Muro de Berlín. Se abrió paso en todos lados. Erigido en una verdadera doctrina, convirtió al dinero en un Dios Universal al que todos rinden tributo. El mercado subordinó al Estado.
Políticamente, tomó el disfraz de la democracia, que promete una amplia inclusión colectiva con justicia, igualdad, bienestar. En la praxis, ha sido y es una verdadera oligarquía, voraz, rapaz, altamente concentradora de capital en pocas manos, potente generadora de desigualdad, injusticia, pobreza y consecuentemente, descontento social.
Éste, catalizado por los gobernantes cleptómanos, déspotas, corruptos y cínicos, que se convirtieron en políticos-empresarios y viceversa, han diseñado e impuesto desde el poder políticas públicas de beneficio máximo para los muy ricos. Siendo parte de ese grupo, en franca traición a sus electores, han acumulado fortunas incalculables al costo del sacrificio de millones de personas.
Por eso, en América Latina se estima que la estela de miseria neoliberal alcanza a unos 70 millones de seres humanos en Bolivia, Ecuador, Perú, Uruguay, Chile y Brasil, en algún grado, y en otro, en Nicaragua Argentina, Cuba y Venezuela.
El descontento por eso es lo que, al parecer, hizo estallar a la gente recientemente en Venezuela, Nicaragua, Chile, Argentina y Bolivia, donde los gobernantes no sólo se han aliado con los expoliadores históricos de los pueblos, sino que pretenden perpetuarse en el poder con métodos tiránicos.
“Entre 2002 y 2015, las fortunas de los multimillonarios de América Latina crecieron en promedio un 21% anual (…). Gran parte de esta riqueza se mantiene exenta del pago de impuestos o en paraísos fiscales. Es vergonzoso que en la mayoría de los países de la región continúe el aumento progresivo en la tasa y los bienes que pagan IVA, en vez de atacar la evasión fiscal y reducir las exenciones que reciben los que más tienen”, dice Simon Ticehurst, director de Oxfam para América Latina y El Caribe.
Ostensiblemente, esa realidad, derivada del neoliberalismo, se refleja crudamente hoy en el ámbito social y político. Convendría a sus defensores y beneficiarios, reflexionar lo que puede pasar en su ámbito.
Sotto Voce…Por su brillante carrera profesional y los indiscutibles aportes que han hecho en sus respectivos campos, el presidente Andrés Manuel López Obrador entregará el próximo lunes el Premio Nacional de Arquitectura a Joaquín Álvarez Ordoñez, y el de Ingeniería a Carlos Slim… De acuerdo con México Elige, entre los gobernadores que gozan de mayor popularidad y aceptación están los de Querétaro, Baja California Sur y Yucatán. Pero llama la atención que, pese al momento coyuntural, el de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, se ubique en segundo lugar… Por sus arbitrariedades, denunciadas públicamente, Sanjuana Martínez, directora de Notimex, sigue echándose a los trabajadores en contra. A ese paso, pronto será insostenible.
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