Lo dice Alfonso Romo Garza, un hombre que harto sabe de finanzas y de negocios: “El sector privado es la única esperanza para el crecimiento económico de México”. Y él, jefe de la Oficina de la Presidencia, es la última esperanza para que se entienda, se asuma y se acepte ese imperativo categórico y el gobierno actúe en consecuencia. No hay alternativa.
Su percepción es inequívoca. De ello habla su extraordinario éxito personal asumiendo decisiones económico-financieras atinadas y audaces. Con esa mentalidad, se ha comprometido a trabajar en línea con el gabinete presidencial a fin de que, como el gobierno no tiene los recursos suficientes para crecer, como reconoció, lo haga con los inversionistas, factor indispensable en cualquier economía.
Estos, han estado dispuestos siempre a apoyar la política económica de la actual administración. Y aunque han sido tratados con desdén en más de una ocasión al hacer ofrecimientos concretos para materializarlos, han mantenido su postura. Quieren para México lo mismo que el presidente López Obrador. Una oportunidad más en esa vertiente, que no debe perderse, será la próxima presentación del Plan de Infraestructura para Reactivar la Economía.
Si la visión del también presidente del Consejo Nacional para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico y la IP coincide, es por lo obvio: en ningún país, ningún ideal, propósito o política pública son realizables sin la participación del capital privado. Sin este, ningún anhelo sociopolítico es susceptible de cristalizar en ningún lado.
Si aquí se lo pretende subordinar a los intereses colectivos, es tan loable como irrecusable, pero que se lo margine o minimice en la realización de los grandes objetivos nacionales, como hasta ahora, sobre la falsa premisa de que se acabó el neoliberalismo, es un error histórico y de comprensión que, lejos de resolver los problemas, los recreará y agudizará.
Contra lo que se pueda argumentar, las sociedades y el mundo han sido y son capitalistas en cualquier intensidad y medida, sobre todo ahora. Lo demuestran fehacientemente más de cinco siglos, en que comenzó el capitalismo comercial o mercantil, seguido del industrial o industrialismo, y avanzó al financiero o monopolista que, si se considera su estado actual y se prefigura hacia el futuro, avanza a pasos agigantados al capitalismo cibernético.
Por eso, Romo Garza expresó al empresariado: “Vamos a hacer una campaña y a hablar del México posible, donde todo se sustente en el sector privado (…) la única forma de erradicar la pobreza es con ustedes (…) lo único que tiene el país para crecer es la inversión privada, sobre todo la nacional. Nadie hará más por nosotros que lo que los mexicanos hagamos”.
Su reto es enorme. Su capacidad de convencimiento para seguir esa ruta, es esperanzadora. Su misión, posible. De concretarla sobre la confianza, la credibilidad, la certidumbre y el respeto al Estado de Derecho, la situación y perspectiva nacionales cambiarán radicalmente. Para saberlo, no pasará mucho tiempo...
El licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, encarna toda una vida de lucha por la libertad de expresión. Por eso, hoy, luego de más de medio siglo al frente de El Gran Diario de México, que cumple 104 años de presencia en la vida nacional, ratifica que esta es una empresa, no un adversario, y que seguirá siendo garante de la información veraz, objetiva, plural y oportuna, sin importar el color del partido en el poder ni los ataques que recibamos por ejercer nuestra libertad, valores en lo que radica su liderazgo indiscutible. Con mi más profundo agradecimiento, lealtad y reconocimiento, felicitaciones a él y al director general, Juan Francisco Ealy Lanz Duret…Cristóbal Arias Solís, sigue consolidándose como la mejor opción para llegar a la gubernatura de Michoacán. Su historial profesional, moral y político, lo colocan en esa perspectiva.