Las mujeres mexicanas empezaron a brillar en el firmamento nacional y mundial con toda su intensidad a partir del 8 y el 9 de marzo. Esos han sido días gloriosos. Se han descubierto importantes para sí mismas y los demás no han tenido más opción que admitir esa realidad. Ellas están en el escenario público y su presencia no tiene retorno. Su fuerza, enclaustrada por cientos de años, luce extraordinaria. Ahora, están en capacidad y en posibilidades de impulsar todos los cambios que las unió y las levantó en su lucha. Pueden incluso ir más lejos. Eso es formidable. Empero, ¿cómo lo harán? ¿Qué harán ahora con tanto poder?
Si su perseverancia y lucidez; su arrojo y cohesión para caminar juntas en una sola dirección han producido ya excelentes frutos en sólo dos días, considerados como culmen momentáneo de un largo proceso de búsqueda del lugar que legítimamente les corresponde, así como de incontables batallas, conquistada su visibilidad, están obligadas a sublimarse para evitar la pérdida de lo que obtuvieron.
Los desafíos que tienen enfrente no son pocos ni pequeños, ni se les presentarán de manera infrecuente. Los que estarán más presentes continuamente en un lapso inimaginable, serán la cultura patriarcal-machista, las tradiciones, los usos, las costumbres y la educación que, formadas y reafirmadas a lo largo de toda la historia, suponen un alto grado de resistencia y de deseo de preservación por parte de millones de hombres, que querrán seguir recreando esas relaciones indefinidamente.
La oposición a que la mujer juegue roles estelares en todas las esferas y planos de la vida nacional y que concrete sus anhelos de Ser quien Es y debe Ser, con la Libertad y el Derecho como bases, no será una concesión gratuita.
Empero, con el poder que tiene ahora, el sector femenino ya no está para pedir, suplicar y mendigar; como nunca, puede pedir y exigir; inducir, tomar y decidir, a condición de que invariablemente lo haga con una unidad granítica, una voluntad de diamante, una inteligencia deslumbrante y el orden y la paz que tiene ya como su principal impronta.
Apoyado en esas piedras de toque, parte inevitable de lo que podría ser su estrategia a desarrollar, cambiará su situación y la de todos; impondrá nuevos vínculos sociopolíticos, establecerá otros códigos y cánones, y hará avanzar la Revolución en la que hoy se halla inmersa, de la que debe ser consciente que apenas ha nacido.
A fin de que su poder empiece a cristalizar, debe voltear hacia la institución que posibilita las mudanzas trascendentales de toda sociedad: el Poder Legislativo, que es donde radica la soberanía popular. Es ahí donde se dictan las leyes, que obligan a todos. De establecerse normas para proteger, refirmar y ampliar los derechos de las mujeres, en el gobierno no podría evitarse su observancia.
Con independencia de las decisiones que tomen durante los tiempos que se han abierto, y que son especialmente de ellas, para no perder la oportunidad que se han construido, sino para potenciarla, deben redoblar sus esfuerzos y su presencia; establecer cada vez nuevos objetivos y dar una dinámica continua y creciente a su movimiento para que no sólo no muera… sino para que llegue a la vida plena.
SOTTO VOCE…
Loable, que Estados Unidos haya empezado a intervenir en el enorme problema de la criminalidad que ahoga México…Mauricio Kuri se perfila como el candidato panista con las mejores cualidades y preparación para suceder a su compañero Francisco Domínguez —quien ha desempeñado una magnífica labor— en la gubernatura de Querétaro. Por ser de todas las confianzas del presidente López Obrador, lo más seguro es que su difícil rival, sea Santiago Nieto Castillo.
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