En los últimos días, desde la Alianza México sin Plástico (AMSP) hemos salido a denunciar una propuesta de dictamen que ha preparado la Comisión de Medio Ambiente del Senado para modificar la Ley General de Residuos (LGPGIR) en el tema de plásticos de un solo uso [1]. Se esperaba la discusión de dicho dictamen en comisiones unidas para el pasado 19 de abril, pero la sesión fue cancelada.

Desde la sociedad civil hemos impulsado que el Senado legisle en la materia, pero su más reciente propuesta para hacerlo es, más que un logro, una causa de gran preocupación e indignación. De ahí que alcemos nuestra voz para que no sea aprobado.

¿Por qué es tan malo este dictamen? En todos estos años, la sociedad civil y las y los expertos en la materia, hemos insistido al Senado que para combatir efectivamente la contaminación por plásticos, cualquier modificación a la LGPGIR debe incluir al menos la Responsabilidad Extendida de los Productores (REP). Es decir, la reforma debe establecer responsabilidades claras y ambiciosas para el sector empresarial (productores, comercializadores e importadores de plásticos de un solo uso).

Estas empresas son las que ponen dichos productos en el mercado, por ello deben hacerse cargo de los mismos durante todo su ciclo de vida (desde su diseño hasta el final de su vida útil), lo cual implica que se encarguen de la gestión de los residuos que generan, así como de rediseñarlos antes de sacarlos a la venta de modo que desde su concepción se evite que se conviertan en residuos.

La REP es un principio y herramienta de política ambiental impulsada y definida por organizaciones como la OCDE y el PNUMA, considerada esencial para mejorar la gestión de los residuos en nuestras ciudades y para avanzar hacia la economía circular. En países como Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros, se han logrado avances legislativos que incluyen elementos de REP, y México no puede ni debe quedarse atrás.

Al contrario de esto, sin escuchar nuestras recomendaciones, la Comisión de Medio Ambiente, bajo la presidencia del Senador Raúl Bolaños-Cacho, ha preparado este dictamen que no solo no incluye a la REP sino que presenta una definición de “responsabilidad extendida” manipulada en beneficio justamente del sector empresarial. ¿Por qué? Porque la definición que se provee de la misma es equiparada con la responsabilidad compartida que ya existe en la Ley, es decir, no establece responsabilidades claras y ambiciosas para productores, importadores, transformadores y comercializadores de plásticos.

Con la redacción propuesta, persiste la visión de que las responsabilidades de estos pueden ser fácilmente equiparables con las de los gobiernos o la ciudadanía. Habla de la responsabilidad extendida de los consumidores, del gobierno, una tomada de pelo que vacía

totalmente el término de su significado original. De proceder esta redacción, se ocasionarán confusiones al momento de aplicar la ley.

Las deficiencias de este dictamen van mucho más allá de esto, ya que culpa a la ciudadanía por el problema de la contaminación plástica; incentiva la incineración y el co-procesamiento de residuos, sin respetar la jerarquía de los mismos, la cual privilegia la prevención y la minimización antes que su aprovechamiento; y aunque establece metas de prohibición de plásticos, de acopio, de reciclaje, son metas sin sustento, ya que no hay una línea base ni registro que pueda permitir medir los avances, además de que no se establecen responsabilidades ni consecuencias para quien no cumpla.

Por todo lo anterior, nuestra principal alerta al respecto ha sido que de aprobarse este dictamen -lo cual podría suceder en el actual periodo legislativo- no sólo no se contribuirá a combatir la contaminación por plásticos, sino que se agravará el problema, ya que también contempla medidas que pueden echar para abajo las prohibiciones de plásticos ya aprobadas e implementadas en al menos 25 estados del país.

La Comisión de Medio Ambiente ha reiterado su “disposición” a dialogar, pero los nulos resultados de conversaciones sostenidas por años nos hacen dudar de esa “buena” voluntad. El actual contexto electoral trae a muchos legisladores del país ávidos por obtener ganancias políticas, esperamos que no esperen lograrlo mediante la aprobación de este dictamen, que solo beneficia a la industria plástica. Ahora más que nunca, como ciudadanía exigimos representantes que velen por el bien común y la protección ambiental, y no por los intereses de una industria que no quiere asumir la responsabilidad que le corresponde.

[1] Véanse los comunicados de prensa de la Alianza México sin Plástico en https://www.greenpeace.org/mexico/noticia/9937/senadores-no-se-equivoquen/

*Ornela Garelli es especialista en Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace Mexico

y https://www.greenpeace.org/mexico/noticia/9947/senadores-no-a-su-ley-en-favor-de-la-industria-del-plastico/

Google News

TEMAS RELACIONADOS