Carlos Simón, es ingeniero en Tampico. Él junto con su esposa y asesoría de algunos médicos entregan cajas hechas de acrílico a hospitales de la entidad que atienden coronavirus . Con este equipo médico buscan reducir los contagios entre médico s y enfermeras.
Fotos: Cortesía
“Doctores
de diferentes hospitales nos platicaban que cuando llega un paciente sospechoso o que ya tiene el covid lo que hacen es que lo tienen que intubar a los que están delicados. Esto quiere decir que les ponen los tubos para poderlos ventilar”, comenta Carlos.
En ese momento el paciente empieza a toser y saca todos los fluidos y partículas de los pulmones, que es donde está más concentrado el virus. Esto contamina toda el área y representa un gran peligro para doctores, enfermeras, a nestesiólogos o cualquier tipo de personal que esté alrededor.
Así fue como les hicieron el comentario de que este tipo de cajas les puede ayudar. Carlos comenta que buscaron el modelo y encontraron que en internet hay mucha información en la red de plataforma abierta que están haciendo otros países.
De esta forma entraron a una iniciativa mundial llamada Open Source Covid 19 Medical, de la cual ya forman parte al menos 60 países, incluido México. En esta plataforma hay diseños que se pueden hacer y así ayudar en esta epidemia para la fabricación de diversos materiales.
“Así armamos de acrílico ese cubo, entonces cuando el paciente está en la camilla, es como si fuera una pecera que le falta la parte de atrás además que tiene dos orificios como incubadora que es para meter los brazos”, explica Carlos.
“Entonces esto hace que a la hora que tose el paciente se quede eso ahí contenido. Lo fuimos modificando y ya lo reforzamos con base en la experiencia porque ya lo están usando en los hospitales y lo que queremos es difundirlo para darles esa información que tenemos para que en otros lugares del país lo puedan hacer”, añade.
Al momento que intuban al paciente y tose, se llena toda la habitación y contamina toda el área. Al tener esa barrera física hace que mucho de lo que se va a ir al ambiente se quede contenido en la caja.
Así puede ser más fácil desinfectar esa área y no el ambiente o que el virus se impregne en el rostro de los doctores o en su careta de protección. Carlos explica que en otros países hay algo similar pero se trata de equipo médico especializado, caro y que no hay disponible.
“Esta es una solución rápida que funciona perfectamente, es de código abierto porque no hay patentes ni nada de eso y lo podemos implementar. La gente lo está usando en otros países porque está viendo resultados”, añade el ingeniero.
El tamaño que tiene es de ancho y alto 50 centímetros, lo que tiene de largo son 40 centímetros. El largo es para cubrir cabeza y cuello que es lo que se necesita. El cubo es portátil y ligero, con un peso aproximado de dos kilos.
La idea de Carlos es que con este ejemplo, algunas personas puedan retomar las medidas que vienen en la plataforma y los hagan para entregarlos a centros médicos que aún necesitan de estos equipos. “No es algo tan difícil de hacer una vez que tienen los diseños, aquí lo difícil es tener las medidas correctas, saber de qué tamaño y material es. Entonces al compartir eso nosotros vamos a hacer que la curva de aprendizaje sea mucho más corta”.
En caso de que los vendiera, Carlos calcula que cada cubo costaría alrededor de mil 500 pesos. Tan solo por la compra de material.
Inspirar a los alumnos
Carlos y su esposa son directores de una escuela en Tampico. Aunque ahora las instalaciones están cerradas y los alumnos toman clases en línea ahí es donde han fabricado las cajas.
Esto también sirve como ejemplo para que los estudiantes vean que a pesar del encierro se pueden hacer varios proyectos para ayudar a quienes están en la primera línea de batalla contra el coronavirus . “Es una historia de colaboración porque nosotros como escuela queremos inspirar a los alumnos a que sean solidarios pero también que vean que pueden crear algunos artículos que pueden ser de mucha utilidad”, dice Carlos.
Cuando la entregan en los hospitales, algunos doctores también les han hecho peticiones para modificar el diseño de acuerdo con lo que ellos viven día a día al intubar a los pacientes. “Se puede cortar el acrílico de acuerdo con las medidas utilizando el adhesivo adecuado. Lo armamos y lo entregamos al doctor sin costo”, cuenta el ingeniero.
Añade que las cajas que han entregado a los hospitales han sido donaciones. Algunas fundaciones y empresas privadas han apoyado con la compra de material.
Se dieron cuenta de las carencias que hay en el Sector Salud y que los artículos de alta demanda no los tienen los médicos. Por eso al inicio hicieron caretas y compartieron la información mediante un tutorial para que fueran caseras y no costara tan caro hacerlas.
Al estar en contacto con los doctores fue que supieron de la necesidad de esta caja. Algunos de los hospitales donde las han entregado son el Hospital Regional de Pemex y otros más de la entidad.
“Nosotros lo que veíamos es que los doctores están desesperados, están preocupados porque tienen miedo de contagiarse y hay que darles una solución rápida. El problema está ahorita encima, buscamos solo una forma de apoyar de forma directa y para poner nuestro granito de arena también”, cuenta Carlos.
Comenta que tardan aproximadamente un día en fabricar la caja. Al otro día la entregan y después los doctores ya la tienen en funcionamiento.
La caja es reutilizable, se desinfecta entonces al igual que el acrílico, con el que está hecha. Y como otros materiales que usan los doctores. El diseño está pensado para eso, para que se limpie una vez que termine una situación de estas y pueda volverse a utilizar.
Al respecto de este proyecto, el doctor Juan Luis Mosqueda, infectólogo y director del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, comenta que “probablemente intubar a un paciente es la actividad de mayor riesgo para el personal de salud y ahí requiere todo un equipamiento como usar una bata impermeable, guantes, tener un cubrebocas N95, gorro y gafas. Por eso es importante que la gente tenga el equipo de protección y además use la caja”.
Sin embargo, recuerda que el equipo de protección no es negociable. Puede no usarse la caja pero es muy importante siempre que los doctores estén debidamente protegidos.
Asegura que hay quienes a falta de estos insumos usan la caja pero esto no es suficiente para proteger al personal médico. Debido a que en ese momento pueden salir gotitas de saliva que es lo más infeccioso.
Un último consejo del doctor Mosqueda es el uso del videolaringoscopio, un aparato a través del cual se puede hacer el procedimiento desde más lejos a manera que no se tenga que acercar tanto mientras el paciente tose durante el procedimiento. El aparato tiene una cámara con la cual se ve dónde poner el tubo.
Lo puede trasmitir en cualquier dispositivo para evitar acercarse al paciente y puede ser desinfectado o desechable.
La iniciativa de Carlos se suma a otras más que han surgido para apoyar a personal de salud que en todo el mundo está luchando contra la erradicación y propagación del coronavirus. Por eso comparten los materiales y enseñan a la gente y hasta al personal médico cómo hacer estos insumos que los protegerán de contagios.