Bien dicen que no mejora lo que no se mide. Fue hace poco más de un año, que una pregunta encendió toda una maquinaria creada y formada por mujeres. La periodista Ivabelle Arroyo se preguntó ¿cuántas mujeres hay en el país escribiendo columnas de opinión y en qué condiciones lo hacen? La ilusión de libertad se tituló ese texto, para el que encontró que había alrededor de 500 hombres escribiendo artículos de opinión y cerca de 50 mujeres; tres de cada cuatro no contaban con ningún contrato y la remuneración era simbólica o inexistente, aun así nos sentíamos libres y privilegiadas. ¿Cómo es posible que siendo las mujeres el 51% de la población en México, el entendimiento del mundo y el país se esté contando con una representación de apenas el 10%?
Con ese problema en mente fue que nació Opinión 51. El fenómeno editorial del siglo, que reunió a más de 100 de las plumas femeninas más importantes del país, no podría haberse dado si no fuera porque sucedió también en medio de la gran cuarta ola del feminismo. En ese mismo 2020, todas las mujeres, con etiquetas ideológicas y sin ellas, entendimos que todas teníamos una historia en común, la de la violencia, y que uniéndonos nos hacíamos más fuertes. Nos pusimos de acuerdo para marchar el 8 de marzo y para parar el 9 de marzo, y después nos pusimos de acuerdo para innovar, para crear un medio de comunicación que pudiera operar con nuevas reglas, distintas.
Opinión 51 es el único medio de comunicación que reúne a más de cien mujeres columnistas, entre las que se encuentran escritoras y periodistas con amplísima trayectoria y que llegamos a nuestros lectores a través de una suscripción. Así nacimos, en medio de la crisis mundial por la pandemia y una que ya enfrentaban los medios de comunicación escritos en el mundo para poderse financiar a través de sus lectores, eso representó un enorme reto, pero también un posicionamiento, nuestro trabajo: investigar, pensar, escribir, tiene un precio, y cobrar por hacerlo es lo correcto.
En septiembre del 2021 logramos reducir de un solo golpe la brecha de representación, y la apuesta es a seguir creciendo.
Han sido casi diez meses de intenso aprendizaje, de crear una comunidad de lectoras y lectores que valoran lo que leen y cuidan lo que escriben. Los comentarios a las columnas se han convertido en espacios de discusión propositiva, y en un caso, hasta en una colecta para apoyar a la familia de un niño con cáncer sobre quien se escribió: “si tenemos para pagar una suscripción, tenemos para ayudar a esta familia”, escribió una lectora, y muchos más se le unieron en la labor.
Hoy anunciamos con muchísima emoción que las talentosísimas plumas de Opinión 51 llegarán también a la gran comunidad de lectores y lectoras de EL UNIVERSAL todos los lunes.
Sí, las mujeres escribimos distinto, ponemos atención en otras cosas, será nuestra formación, o un sistema que nos ha obligado a poner cientos de datos de frente para justificar el por qué de nuestra opinión o nuestras palabras, vemos el mundo desde otro lugar, pero construimos un espacio común. Y sabemos que ese espacio, ese mundo en el que podamos jugar en la misma cancha, es un lugar mejor tanto para hombres como para mujeres. Aprendimos que entre nosotras no somos competencia, sino cimientos comunes, y esa oportunidad de compartir y crear espacios comunes, han encontrado eco también en EL UNIVERSAL, y es lo que hace posible esta nueva alianza.
El mundo está cambiando, y será mejor.
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