Es inmenso el material que ofrece la filtración de Guacamaya. Tan inmenso que los periodistas que han tenido acceso a millones de los correos de la Sedena se han concentrado en investigar los asuntos graves de la política interna mexicana relacionados con el crimen organizado, corrupción, problemas internos del Ejército, así como con la vida diaria del presidente mexicano López Obrador y su familia.
No obstante, poco se ha hablado sobre la dimensión internacional de la filtración. Se trata de un material nada despreciable que contiene correos procedentes de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, de las embajadas establecidas en México, de los representantes de las empresas extranjeras que venden armas a México y de la Cancillería mexicana. Todo ello es el reflejo de la dinámica de contactos entre estas instituciones extranjeras y el Estado mexicano, especialmente en su dimensión de seguridad y defensa en un periodo bastante amplio.
El correo más antiguo al que llegué hasta ahora es del 19 de septiembre de 2016. Se trata de una carta de agradecimiento por participar en la “Noche Mexicana”, firmada por el embajador de Rusia de aquel entonces, Eduard Malayán y dirigida al Secretario de Sedena Salvador Cienfuegos Zepeda, con el número de salida desde la embajada rusa de 1197. Los correos más recientes son de comienzos de septiembre de 2022.
Muchos de los correos tienen carácter protocolario: invitaciones a eventos de todo tipo dirigidas a los agregados militares extranjeros acreditados aquí, agradecimientos, solicitudes a raíz de las visitas de los representantes de otros países en México, preparaciones para las reuniones, que retratan parte del trabajo diario que realizan los diplomáticos extranjeros en México. Nada especial, dirían muchos y sí efectivamente no es nada especial siempre y cuando se mantenga no expuesto al ojo público.
Entre los correos de este tipo tuve ocasión de revisar, por ejemplo, las copias de los pasaportes de más de 20 agentes de seguridad que acompañaban al Secretario de Estado, Antony Blinken, en su visita a México este año, enviados por la Cancillería mexicana a la Sedena para solicitar permisos de armas. A raíz de eso, todas las embajadas que tramitaban los permisos de armas con la Cancillería mexicana pueden estar seguras de que las copias de los pasaportes de sus agentes están accesibles en Guacamaya sin mayor problema.
También circulan por ahí escritos de la SRE en relación con la visita del presidente de Turquía, Recep Erdogan, a México planeada para el 25 y 26 de julio de 2022, que al final fue cancelada. En la carta con el número PRO-07470 del día 7 de julio de este año, la Cancillería solicitaba escolta de seguridad, uso de instalaciones de la Base Aérea Militar no. 19, Salón Oficial, tropas para honores correspondientes a la investidura del invitado, etc.
A través de los correos de este tipo podemos observar también el proceso de elaboración de la Visión Estratégica Mutua de la Mesa Redonda de Cooperación Militar Bilateral (BMCR, por sus siglas en inglés). Es un mecanismo de cooperación entre los militares mexicanos y estadounidenses establecido en 2016. En la carta del 5 de agosto de 2022 firmada por Michael C. Jones, teniente coronel del Ejército de los Estados Unidos, al coronel Alejandro Olmedo García, Jefe de la Subsección de Asuntos Internacionales del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional, la parte estadounidense solicita algunas modificaciones en los objetivos y el ciclo de actividades de BMCR, a raíz de los preparativos para una reunión de este mecanismo.
Pero además de lo protocolario, hay correos mucho más sensibles, que reflejan el contenido específico de las relaciones entre México y los Estados Unidos en diferentes niveles y ámbitos de seguridad y defensa. No es solamente la carta de agradecimiento del general VanHerck al general Sandoval del 31 de mayo de este año que traté ampliamente en la columna anterior[1] y que es el testimonio de la visita que realizó el Secretario de Sedena con su esposa al Comando Norte a finales de abril, sin informar públicamente sobre este viaje. A continuación, se presentan tres casos de información sensible que encontré en los correos filtrados.
El primer caso se refiere a la presencia de los chinos en el lavado de dinero y delitos financieros en el territorio mexicano. Del 22 de noviembre de 2019 procede la información sobre la primera reunión entre los Estados Unidos y México en las instalaciones de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, presidida por el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, “con el propósito de contar con una agenda estratégica concertada entre ambos países en el marco del GANSEG[2]”, como se puede leer en el informe de 9 páginas, titulado “1ª Reunión binacional del Subgrupo sobre Lavado de Dinero y Delitos Financieros”, calificado como confidencial, número BTRBSLDDF-01-22XI19.
Además de la información sobre los carteles mexicanos, destacan amplias referencias a los chinos y su participación en lavado de dinero y delitos financieros que se intercambiaron en esta reunión. Podemos leer que “se comentó que el mercado de divisas se ha incrementado notablemente con los chinos.” También señala que “se informó sobre una red de 11 empresas y 32 involucrados dedicados a la exportación de vehículos de alta gama que reciben transferencias internacionales de China, en moneda nacional y que comercializan. Los vehículos son enviados a China a través del puerto de Manzanillo, Colima.” Asimismo, “Productos sintéticos, textiles y de calzado en Guanajuato. Se trata de tres empresas, de las cuales, dos de ellas no justifican las actividades de comercio exterior. Se identifica que el objetivo y otros siete clientes envían recursos al mismo beneficiario en China, quien ha recibido 1.3 millones de dólares y $890 millones de pesos al comercializar calzado a un costo más bajo que el de producción.”
El segundo caso está relacionado con la guerra de Rusia contra Ucrania y la posición de los Estados Unidos al respecto en sus relaciones con México. En el démarche del 19 de abril de 2022 de 6 páginas, número A-122-22-D/RG:vms, firmado por el coronel Ricardo González y enviado desde la Oficina del Agregado Militar de Embajada de los Estados Unidos en México al general Ricardo Trevilla, Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, se transmite “orientación y solicitudes adicionales y actualizadas de EE.UU. con respecto a las interacciones con el sector de defensa de Rusia.” Más específicamente, la parte estadounidense pide lo siguiente: “moverse lo más rápido posible para abandonar el uso de equipo soviéticos/rusos en favor de alternativas no rusas; adoptar y hacer cumplir estrictamente los controles de exportación para negar a Rusia la tecnología crítica necesaria para producir sus sistemas militares; no exportar equipos militares rusos a Rusia, ya que Rusia puede estar buscando reponer sus existencias como resultado de su guerra en Ucrania; cerrar empresas conjuntas u oficinas comerciales de entidades del sector de defensa ruso; negar el transporte, apoyo logístico y financiero al sector de defensa de Rusia; y prohibir la participación rusa en exhibiciones de armas.” Poco después, por los mismos canales la Sedena recibió otro démarche, con la fecha del 22 de julio, número A-233-22-D/MH:vms, firmado por el capitán de navío Ricardo Flores, relativo a las sanciones contra el sector de defensa de Bielorrusia. No sabemos si México se ajustó en su totalidad a ambas peticiones, aunque lo cierto es que, como lo podemos nuevamente observar en los correos accesibles, hubo al menos una reunión, el 12 de mayo, entre las dos partes en las instalaciones de Sedena para tratar el tema del sector de ruso de defensa.
Finalmente, el tercer caso está relacionado con el famoso litigio contra los vendedores de armas en los Estados Unidos. En la preparación de la posición mexicana y sobre todo en la recopilación de los datos necesarios para fundamentarla, participaron varias instituciones de este país: Sedena, Fiscalía General de la República, INEGI, Secretaría de Marina, Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y Secretaría de Relaciones Exteriores. El proceso que se desarrolló bajo la coordinación de Alejandro Celorio Alcántara, el Consultor Jurídico de la Cancillería, y fue acompañado por los abogados externos Jonathan Lowy (del Brady Center for Gun Control) y Steve Shadowen (de Hilliard&Shadowen, LLP), quedó extraordinariamente bien documentado en numerosos correos enviados a partir del 8 febrero de 2021 desde la SRE a la Sedena. Entre el material accesible tenemos al menos siete “Minutas” de reuniones celebradas entre mayo y noviembre de 2021 con la participación de la SRE y de los representantes de instituciones mencionadas que formaban parte del “grupo de trabajo”, anexos con explicación detallada de los argumentos de las empresas estadounidenses, correos con las explicaciones igualmente detallada de la estrategia y argumentos de México en este asunto.
Como ejemplo de lo que se encuentra en las “Minutas”, se pueden citar estos puntos que aparecieron en diferentes momentos del proceso de la preparación del litigio: 1) la preocupación de diferentes instituciones como Sedena y FGR, para “homologar cifras relacionadas con el fenómeno del tráfico ilícito de armas desde EUA”; 2) el llamado constante desde la SRE a que “las dependencias identifiquen y compartan más casos sobre incidentes relacionados con armas traficadas de EUA a México, de preferencia fabricadas por los demandados”; 3) comentario desde la Jefatura de Unidad para América del Norte de SRE sobre la demanda que “se podría interpretar como interferencia en asuntos internos de EUA” así como “las repercusiones que tendría en las elecciones intermedias y en grupos republicanos en EUA” y “posibles daños que pudiera ocasionar en la conducción de la relación bilateral”; 4) cierta sorpresa de la Dirección General de Comunicación Social de SRE porque “la cobertura en medios de comunicación sobre la demanda fue notablemente positiva y sobrepasó las expectativas que se tenían”. Esto y obviamente mucho más, forma parte de toda una carpeta de información sobre el litigio contra el comercio de armas en EUA y su tráfico ilícito a México, que se puede reconstruir fácilmente a partir de los correos filtrados.
Se podrían multiplicar los ejemplos de las cartas, informes y correos que se refieren a los temas internacionales en la filtración de Guacamaya. Esta columna es solamente un breve recorrido por algunos puntos, dejando aparte aspectos casi anecdóticos, como por ejemplo la gestión del saludo de los astronautas rusos al pueblo de México desde la estación espacial que propuso Rusia para celebrar la Independencia de México. A finales de julio este asunto también pasó parcialmente por la Sedena a raíz de las preguntas de la Cancillería y la Embajada de México en Rusia sobre la viabilidad técnica de conexión en vivo durante el desfile del 16 de septiembre. Al final, el asunto se quedó solo en una grabación del saludo de los astronautas que el presidente mexicano compartió el día 23 de septiembre en su conferencia de la mañana.
Si el tema de la filtración de correos de la Sedena lo analizamos desde la perspectiva de las instituciones extranjeras, la pérdida de confianza en la seguridad de las comunicaciones de la Secretaría de Defensa es el resultado obvio de esta situación. Pero a través de Sedena quedó expuesta también la Secretaría de Relaciones Exteriores en sus diferentes gestiones como la institución encargada de la política exterior mexicana. Además, recordemos que la Cancillería juega el papel de enlace entre las embajadas de diferentes países y otras instituciones mexicanas, incluida la Sedena. ¿Qué embajada querrá enviar a la Cancillería datos sensibles, sabiendo que pueden terminar en la Secretaría de Defensa que no tiene la capacidad de proteger la información? No cabe duda de que, a raíz de la filtración, muchas instituciones extranjeras estarán repensando la estrategia de comunicación con las instituciones mexicanas y analizando los daños propios que provocó la salida de tanta información sensible al acceso público.
Beata Wojna es profesora de Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey.
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Referencias:
[1] Beata Wojna: Cresencio Sandoval visitó Comando Norte en mayo, 17 de octubre 2022, https://www.opinion51.com/p/beata-wojna-cresencio-sandoval-comando-norte
[2] GANSEG – Grupo de Alto Nivel de Seguridad entre México y Estados Unidos.
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