Opinión 51

El desastre en Chiapas

21/11/2022 |03:00
Redacción El Universal
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Hoy Chiapas vive un abandono a sus ciudadanos por parte de las autoridades. Desde maltratos brutales contra migrantes, niños y adolescentes intoxicados en sus propias escuelas, hasta casos de violencia obstétrica.

Por Heidi Osuna

¿El caso más reciente? Ocurrió el 12 de noviembre cuando Araceli, una niña de 14 años llegó al Hospital General de Tapachula, para una valoración médica debido a que estaba en labor de parto.

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Si bien las autoridades de salud de la entidad tratan de cubrir la negligencia del hospital argumentando que recibió atención horas antes de dar a luz, un video en redes sociales muestra el momento en que la menor parió en una banqueta afuera del nosocomio, sin atención médica y ante la indiferencia del personal de ese hospital su bebé murió, sin la oportunidad de recibir la atención oportuna que pudo salvarle la vida.

Este suceso evidenció la indiferencia de todo el personal de ese hospital y la violencia obstétrica que sufren millones de mujeres en todo el país. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) de 2021, tres de cada 10 mujeres que tuvieron un hijo en los últimos cinco años sufrieron algún tipo de maltrato durante el proceso.

Las entidades con más registros son San Luis Potosí, Tlaxcala, Ciudad de México, y con menos casos están Tamaulipas, Tabasco y Chiapas, de acuerdo con la ENDIREH.

Pero ¿qué es la violencia obstétrica? El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) lo define como una forma específica de violencia ejercida -en su mayoría- por médicos y personal de enfermería contra mujeres embarazadas, labor de parto o puerperio, y subraya "constituye una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres".

Este tipo de agresiones pueden ser: maltrato físico, humillaciones, abuso verbal, imposición de métodos anticonceptivos o de césareas, violación de confidencialidad, privacidad, negación del tratamiento o detención de madre e hijos por no pagar el servicio, entre otros.

Y aunque en el caso de Araceli, la Secretaría de Salud Estatal inició el proceso para esclarecer y determinar las responsabilidades, su caso está en el olvido.

¿Qué pasa con el gobernador Rutilio Escandón, los senadores Sasil de León, Manuel Velasco, Noé Castañón y Eduardo Ramírez, y con la decena de personajes que aspiran a gobernar Chiapas? Lo que pasa con ellos es la indiferencia y el abandono ante los verdaderos problemas de sus ciudadanos. Ninguno de ellos hasta el momento ha dicho nada ante estos lamentables hechos.