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El miércoles 20 de noviembre, Helen Dixon, Comisionada de Protección de Datos en Irlanda, señaló que su oficina tiene 21 investigaciones abiertas sobre violaciones al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés). Entre las firmas que pudieron haber incurrido en violaciones a la referida ley de privacidad son mencionadas Facebook, Twitter, Apple y Google. En Irlanda, precisamente, se encuentran las oficinas centrales de esas firmas en Europa.
El principal caso que en este momento enfrenta la Comisionada de Protección de Datos en Irlanda es sobre WhatsApp, y tiene que ver con la cantidad y la calidad de la información que esta plataforma de mensajería proporcionó a sus usuarios sobre la manera como comparte sus datos con otras compañías.
Las empresas que cometen infracciones al GDPR pueden enfrentar multas que ascienden hasta el 4% de sus ingresos o 20 millones de euros. Entre las empresas que han sido sancionadas este año por infracciones a la ley de protección de datos se encuentran Marriott Internacional (que fue sancionada en el Reino Unido) y British Airways, por brechas en ciberseguridad.
La multa más cuantiosa por infringir el GDPR fue impuesta a Google por el regulador francés a principios del año en curso y ascendió a 57 millones de dólares.
Los abogados de WhatsApp, propiedad de Facebook Inc, han expresado su preocupación, debido a que el regulador en Irlanda compartirá datos sensibles con autoridades de otros países europeos.
Se espera que el año próximo el European Data Protection Supervisor –en castellano: Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD)– incremente significativamente las multas que emiten los organismos reguladores en Europa, a partir del nuevo Reglamento General de Protección de Datos de la UE, que entró en vigencia en mayo de 2018.
Algunas firmas emblemáticas de la Economía del Conocimiento (Google, Apple, Amazon, Facebook, Twitter) han sido muy cuestionadas por haber incurrido en violaciones a la privacidad de los usuarios. Además, han sido renuentes a observar elementales principios de transparencia.
A través de avanzados sistemas de ingeniería financiera, estas firmas suelen pagar la menor cantidad posible de impuestos en los países en los cuales operan, desplazando sus ganancias a paraísos fiscales.
En Estados Unidos, Twitter y Facebook han decidido anticiparse a algunas medidas regulatorias que definitivamente podrían resultarles adversas y, en los meses recientes, han dado a conocer medidas en materia de privacidad y transparencia.
Por ejemplo, el 30 de octubre, Jack Dorsey, CEO de Twitter, dio a conocer que a partir de este 22 de noviembre será prohibida la publicación de anuncios políticos pagados en ese servicio.
Facebook también ha realizado algunos ajustes y decidió endurecer sus normas en materia de transparencia publicitaria. Además, para combatir la proliferación de noticias falsas, pretende introducir un sistema de etiquetas que advertirán a los usuarios sobre contenidos dudosos.
Las medidas adoptadas por Twitter y Facebook son positivas pero insuficientes. En la Unión Europea los organismos reguladores no precisamente resultan tan condescendientes como quisieran estas plataformas.
De manera tardía, algunos gobiernos reparan en la necesidad de imponer límites a algunas de las marcas emblemáticas de la Economía del Conocimiento. El gran parteaguas que podría establecer la gestación de una nueva web será determinado por las elecciones en la Unión Americana, en noviembre de 2020.