En sus primeros años de existencia, la televisión por cable no incluyó anuncios publicitarios. Fueron años maravillosos. Sin embargo, duraron relativamente poco.
Los operadores de la televisión por cable se volvieron ambiciosos. Las ganancias que les reportaban los suscriptores no les parecieron suficientes, por lo que un día determinaron incluir anuncios publicitarios en su programación.
De esa manera, la televisión por cable perdió una de sus principales ventajas competitivas frente a la televisión abierta.
Al desvanecerse tal diferenciador -la inclusión de anuncios publicitarios-, la televisión por cable se vio en la necesidad de buscar nuevas ventajas para distinguirse de la televisión abierta.
La calidad de la imagen ofrecida fue uno de los primeros argumentos que incorporaron los operadores de la televisión por cable para justificar la inclusión de anuncios publicitarios.
Sin embargo, un nuevo competidor -la televisión satelital- también ofreció una notable resolución y, en principio, para ganar mercado, las cadenas de televisión satelital no incluyeron anuncios publicitarios.
Hoy Mark Zuckerberg ha decidido adoptar un razonamiento similar a los ambicioso operadores de la televisión por cable, cobrar a los usuarios de sus plataformas digitales por respetar la privacidad de los datos personales confiados, en respuesta a las exigencias de los reguladores en la Unión Europea.
En Europa, los usuarios de las redes sociodigitales de Mark Zuckerberg tendremos que pagar por mantener la privacidad de nuestra información, una cuota mensual de €9.99 ($10.50), o €12.99 si el registro es realizado a través de algún dispositivo móvil.
Solo los menores de 18 años podrán escapar de la inclusión de mensajes publicitarios y no precisamente por una razón de ética –no es virtud en Zuzkerberg-
Gracias a las filtraciones realizadas por Frances Haugen, hoy sabemos que Zuckerberg considera a los datos digitales de niños y adolescentes como una “mina de oro”-.
Se ve en la necesidad de proceder de no incluir anuncios publicitarios en los espacios a los cuales los niños y adolescentes tienen acceso, para evitarse más problemas con la Comunidad Europea.
Zuckerberg sencillamente ha decidido pasar la factura de sus platos rotos a los usuarios de sus plataformas sociodigitales.
No hace mucho, Facebook -hoy Meta Platforms- elogiaba los beneficios de una internet sin publicidad, argumentando que todos los usuarios obtienen el mismo servicio, sin importar cuánto dinero tengan.
El modelo de negocios que venía empleado Mark Zuckerberg en sus redes sociodigitales, representaba el perfecto testimonio de tan “ejemplar” precepto de igualdad digital.
Sin embargo, el nuevo proceder de Zuckerberg no precisamente ha merecido los elogios de los usuarios de sus redes sociodigitales en Europa.
"Meta está tratando desesperadamente de encontrar soluciones para continuar con el status quo actual", dice Tobias Judin, portavoz del organismo de control de la privacidad de Noruega, Datatilsynet.
Durante años -destaca una nota publicada en Wired- los tribunales europeos han argumentado que Meta no puede utilizar datos personales para publicidad a menos que la empresa obtenga el consentimiento libre y explícito (sí o no) de las personas que utilizan sus servicios. En julio, Noruega, que no es miembro de la UE pero sí del Espacio Económico Europeo, fue más allá, calificando de ilegal la forma en que Meta lleva a cabo la publicidad comportamental e imponiendo una prohibición. Luego, el país comenzó a multar a Meta con 100.000 dólares por cada día de incumplimiento. Hoy, esa multa asciende a más de 7 millones de dólares.
Zuckerberg, quien tanto teme la competencia, merece que un competidor le arrebate mercado. A pesar de la furiosa embestida de los reguladores estadounidenses, TikTok ha venido ganando terreno a Facebook y a Google.
El problema, sin embargo, es que TikTok puede ser mucho peor que Facebook.
Esperemos que la realidad disponga de un Plan C contra los recurrentes abusos de Mark Zuckerberg y sus plataformas sociodigitales.