Antecedentes

El miércoles 6 de enero, grupos de violentos simpatizantes del presidente Donald Trump asaltaron la sede del congreso, en Washington D.C.

En los referidos hechos, el rol de las redes sociodigitales resultó protagónico. Los incendiarios mensajes vertidos por Donald Trump, a través de las principales redes sociodigitales, resultaron determinantes en el ánimo y proceder de la turba.

Elon Musk,

dueño de Tesla, quien de acuerdo con Forbes hoy es el hombre más rico del mundo, señalo la presunta responsabilidad de Facebook en los mencionados acontecimentos, los cuales de forma dramática exhibieron la fragilidad de la democracia estadounidense.

El 9 de enero, Twitter decidió suspender definitivamente la cuenta del presidente Donald Trump. Para justificar tan polémica decisión, Twitter destacó la necesidad de “impedir mayor incitación a la violencia”.

Otras redes sociodigitales, como Facebook, Instagram , Snapchat , Twicht y YouTube , determinaron suspender las cuentas del presidente de los Estados Unidos, pero de forma temporal.

El lunes 11 de enero, Twitter también anunció el cierre de más de 70,000 cuentas vinculadas a Qanon , los radicales promotores de una teoría conspiratoria que especula sobre las fuerzas empeñadas en debilitar la grandeza de Estados Unidos.

Facebook informó que estaba eliminando todo los contenidos asociados con la expresión "Stop the Steal " -en castellano: "Paren el robo"-, mensaje clave que pregonaba el presidente Trump para desacreditar los resultados que arrojaron los comicios presidenciales celebrados el martes 3 de noviembre de 2020.

En el panorama internacional, las reacciones de la clase política fueron inmediatas. Ángela Merkel, la canciller alemana, lamentó el proceder de Twitter por considerar que limita “el derecho fundamental a la libre expresión”. En sentido similar se expresó Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. Además, destacados activistas, como Alexei Navanly, calificaron la decisión de Twitter como “un inaceptable acto de censura”.

Una semana después de haberse registrado el asalto a la sede del Congreso de la Unión Americana -el miércoles 13 de enero-, Jack Dorsey, cofundador y presidente ejecutivo de Twitter, declaró que haber cerrado de forma permanente la cuenta del presidente de Estados Unidos fue lo correcto. Sin embargo, el directivo de Twitter reconoció que tal decisión “establece un precedente peligroso”.

Twitter, un nuevo frente de Andrés Manuel López Obrador

El miércoles 13 de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso la creación de una red sociodigital nacional. Lo dijo en serio.

A mediados de enero, Twitter bloqueó las cuentas de un entusiasta grupo de simpatizantes del presidente Andrés Manuel López Obrador. Hugo Rodríguez Nicolat, director de Políticas Públicas de Twitter para México y América Latina convocó a una reunión con la prensa y afirmó:

“La regla que se activó fue de spam y manipulación , algo que identificó un grupo de personas que no están ni siquiera en México, ellos no estaban viendo el contenido, sino que se centraron en tres actividades: cuentas múltiples con el mismo fin, que es el equivalente online a los acarreados ; el número dos son las cuentas automatizadas , o sea cuentas robotizadas que retuitean contenido, que es el equivalente de las llamadas de call center; y tercero es el caso de las cuentas falsas , o sea que se hacen pasar por otras personas”.

El directivo de Twitter además destacó que una de las cuentas desactivadas apeló la decisión de la mencionada red social, y consiguió su reactivación.

Sin embargo, los referidos hechos no pasaron inadvertidos para el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en una de sus conferencias matutinas exhibió el currículum de Hugo Rodríguez Nicolat, destacando algunas de las actividades profesionales que el directivo de Twitter realizó para altos dirigentes del Partido Acción Nacional ( PAN ).

López Obrador además aprovechó la oportundad para señalar “que haga su trabajo de manera profesional, que no promuevan la creación de granjas de bots”.

En respuesta a los señalamientos del presidente López Obrador, Twitter afirmó: “Ninguna persona en Twitter es responsable, por sí sola, de nuestras políticas o acciones de cumplimientos, y es lamentable ver comentarios dirigidos a nuestros empleados como responsables únicos de las decisiones o reglas de la empresa”.

Regular las redes sociales

La semana pasada, el doctor Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), en la LXIV Legislatura del H. Congreso de la Unión, presentó una iniciativa con proyecto de decreto para agregar y reformar determinadas disposiciones en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.

El senador morenista delegó en otros legisladores la responsabilidad de impulsar la “iniciativa Ricardo Salinas”, la cual impondría reformas a los artículos 20 y 34, adicionando los artículos 20 Bis y 20 Ter a la Ley del Banco de México, transfirieno al banco central la responsabilidad de manejar moneda extranjera de dudosa naturaleza.

Monreal Ávila parece dispuesto a asumir como asunto prioritario el proyecto de decreto para agregar y reformar determinadas disposiciones en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. Las reformas propuestas por Monreal afectarían los intereses de Twitter y las principales redes sociodigitales.

En la exposición de motivos, Monreal señala que se ha suscitado un intenso debate nacional e internacional, sobre el papel que observan las redes sociodigtales en relación con la protección de derechos fundamentales como la libertad de expresión y el acceso a la información, así como los llamados derechos humanos de cuarta generación.

El morenista fundamenta su iniciativa en el imaginario de la defensa a la libertad de expresión, a la cual no la considera como un derecho absoluto, aunque sí uno de los pilares esenciales de la democracia.

Monreal considera peligrosa la obstrucción del derecho a recibir información, señalando los riesgos que representan los criterios que pueden emplear las redes sociodigitales para eliminar contenidos o bloquear las cuentas de los usuarios que infrinjan las políticas de uso.

Monreal afirma que su iniciativa no contradice el T-MEC; sin embargo, soslaya un aspecto fundamental: contemplar los recurrentes abusos que cometen las redes sociodigitales en las condiciones y políticas de servicio. Ello es un tema ausente en la iniciativa del senador morenista.

Si hace algunos meses el presidente López Obrador afirmaba su propósito de desaparecer al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debido a sus altos costos de operación y sus limitados resultados, ahora la iniciativa de Monreal pretende extender las atribuciones del referido organismo, al convertirlo en regulador de las redes sociodigitales.

El IFT estaría facultado para determinar las autorizaciones para los servicios de las redes sociodigitales. La prioridad de Monreal no parace ser el impedir los recurrentes abusos que cometen las redes sociodigitales en las condiciones y políticas de servicio.

Monreal centra su atención en la necesidad de disponer de un mecanismo expedito para recibir impugnaciones de los usuarios en contra de la suspensión de cuentas o perfiles, la eliminación de contenidos o la cancelación definitiva de cuentas o perfiles.

Resulta factible anticipar que los beneficios que reporta la iniciativa de Monreal a las granjas de bots, que dispondrían de mayor blindaje legal para evitar la suspensión de sus operaciones.

La iniciativa de Monreal tipifica como redes sociales relevantes a aquellas que cuentan con más de un millón de suscriptores.

Monreal además propone la necesidad de establecer prohibiciones a las redes sociodigitales autorizadas para usar algoritmos o tecnologías sistematizadas para cancelar cuentas de manera definitiva, introduciendo un sistema de multas.

La inciativa del senador Monreal no se ocupa de un tema de capital relevancia. El uso que dan las redes sociodigitales a los datos y la información en general de los usuarios. Tal omisión revela un acentuado oportunismo político.

Para el legislador morenista, el manejo de los datos de los usuarios no representa un asunto de mínima relevancia para ser considerado en su iniciativa.

Monreal además omitió considerar tema de efectivo interés público: la obligación de hacer transparente el dinero que reciben las plataformas y redes sociodigitales, destinado al desarrollo de campañas políticas.

Es posible concluir que, en sentido estricto, para el senador Monreal, la libertad de expresión en Internet es asunto secundario. Lo efectivamente prioritario es reglar a las redes sociodigitales, transformar al IFT, ayer desechable, en una especie de policía del pensamiento (Orwell), dedicada a patrullar y sancionar en las redes sociodigitales.

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