La obsesión reeleccionista del presidente Donald Trump ha impuesto una difícil prueba a la madurez y solidez de la democracia estadounidense.

La tarde del jueves 5 de noviembre, en el horario de máxima audiencia en la costa este para las cadenas de televisión estadounidenses, el presidente Donald Trump decidió dar un mensaje a la ciudadanía en la Unión Americana, en el cual denunció, sin presentar ninguna evidencia, que el Partido Demócrata está operando para modificar los resultados de la elección presidencial, y asegurar el triunfo de Joe Biden.

El presidente Trump afirmó que en aquellos estados donde todavía se efectúa el conteo de cada uno de los votos -Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Nevada, Pensilvania-, los demócratas han incurrido en un gran fraude electoral para despojarle de la presidencia.

Es importante señalar que, en los referidos estados, aún no ha vencido el plazo legal para concluir el conteo de cada uno de los sufragios emitidos.

Debemos tener presente que estas elecciones se desarrollaron en un escenario excepcional. La furiosa pandemia obligó a que millones de estadounidenses emitirán su voto por correo.

Sin embargo, a pesar de tan adverso e incierto panorama, en las recientes elecciones participó más del 67% del electorado, el porcentaje de participación ciudadana más elevado en comicios presidenciales en la Unión Americana desde hace más de un siglo.

En la última etapa de su campaña, el presidente Trump, ante los adversos resultados que arrojaron las principales encuestas sobre el posible sentido del voto ciudadano, destacó la posibilidad de que pudiera registrarse un gran fraude electoral para impedirle reelegirse.

La polarización de la sociedad estadounidense es tan profunda como evidente, agravada, por supuesto, por la ineficiente respuesta que ha dado la administración del presidente Trump a la propagación del Covid-19.

En un solo día, el miércoles 4 de noviembre, fueron estimados 100 nil nuevos contagios de Covid-19 en la población estadounidense.

Ante las irresponsables afirmaciones vertidas por el presidente Trump el jueves 5 de noviembre, algunas cadenas de televisión en la Unión Americana, como ABC, CBS, NBC, MSNBC, CNN, decidieron interrumpir la transmisión del mensaje del presidente , por considerar que el mandatario mentía a la audiencia.

Incluso Fox News, el sistema informativo que dio amplia cobertura en 2016 a la campaña presidencial de Trump, decidió tomar distancia.

Los referidos medios comprendieron la gravedad de la delicada apuesta del presidente Trump, quien con tal de reelegirse, parece dispuesto a trasladar el imaginario de una guerra civil a las urnas.

El miércoles 4 de noviembre, Twitter y Facebook decidieron etiquetar determinadas publicaciones del presidente Donald Trump.

La madrugada del miércoles 4, Twitter decidió ocultar tras una etiqueta un tuit del presidente Trump, en el cual el mandatario afirmaba: “Estamos con una ventaja grande, pero están intentando robarse la elección”,

La referida red sociodigital decidió etiquetar el citado mensaje del presidente Trump con la siguiente leyenda, por considerarlo “ potencialmente engañoso ”: “Alguna parte o todo el contenido compartido en este Tweet ha sido objetado y pude ser engañoso respecto de cómo participar en una elección u otro proceso cívico”.

Twitter además restringió la capacidad de los usuarios para compartirlo.

A mediados de octubre, Twitter decidió restringir la cuenta del presidente Donald Trump, por la publicación de un video sobre Hunter Biden, hijo del candidato presidencial demócrata Joe Biden.

Twitter explicó que el video violó sus reglas relativas a la publicación de información privada, detallando que no se puede publicar “la información privada de otras personas sin su autorización y permiso expresos”.

El video en cuestión recupera una nota del diario The New York Post, que contenía supuestos detalles de los tratos comerciales que celebraba Hunter Biden con una compañía de energía ucraniana.

Además, el video destacaba que Joe Biden se había reunido con un asesor de la empresa ucraniana. “Joe Biden es un mentiroso que ha estado estafando a nuestro país durante años”, se afirmaba en la grabación.

El miércoles 4, en un mensaje publicado en su muro en Facebook, el presidente Donald Trump afirmó: “los resultados finales podrían ser diferentes de los recuentos iniciales de votos, ya que el conteo de papeletas continuará durante días o semanas”.

Partidarios de Trump, como el grupo “Stop the Steal”, han intentado utilizar Facebook para organizar protestas contra el conteo de votos.

Facebook procedió de forma similar a Twitter, remitiendo al usuario a un espacio en la referida red sociodigital, en el cual Facebook ofrece información confirmada sobre el proceso electoral:

Por supuesto Facebook y Twitter se sumaron al bloqueo emprendido por algunas de las televisoras contra el presidente Trump, el jueves 5 de noviembre.

A diferencia del penoso papel que observaron Facebook, Google y Twitter en la Unión Americana, en las elecciones presidenciales celebradas en 2016, donde la participación de Cambridge Analytica fue determinante en los resultados, en 2020 el desempeño de las referidas plataformas digitales ha sido muy diferente.

En Estados Unidos, tanto los principales medios convencionales como las principales redes sociodigitales han advertido la necesidad de no seguir a Trump en la obsesiva pretensión por reelegirse, dando una ejemplar lección a los republicanos, quienes no deberían seguir al presidente Donald Trump en tan peligrosa espiral, que instala a Estados Unidos ante los umbrales de la violencia generalizada.

Google News

TEMAS RELACIONADOS