Javier Bolio Hernández
Si hay un mes o un momento en el año en el cual nos sentimos orgullosos de ser mexicanos (o mas bien nos acordamos) es este. Y definitivamente tenemos mucho por que estar orgullosos: nuestra cultura mezcla de indígenas y españoles, nuestra comida, nuestros artistas, nuestra solidaridad, nuestro ingenio, nuestros deportistas rifados, nuestras lenguas indígenas, nuestra arquitectura, nuestras bellezas naturales, nuestras playas, nuestro tequila, nuestro mezcal, nuestros aguacates, y un largo etcétera.
Hay muchas otras cosas por las cuales debemos sentir vergüenza, y sé que muchos pensamos (las encuestas de opinión así lo indican) que nuestros políticos son lo primero que nos avergüenza y en los que menos confiamos, pero esas críticas ya las hacen muchos otros más empapados del tema.
Lo que quisiera invitarte a pensar es en México, mi México, tú México, nuestro México. Si México fuera una persona su fecha exacta de nacimiento sería el 28 de septiembre de 1821, esto lo constata el Acta de Independencia del Imperio Mexicano promulgada por la Junta Soberana. Aunque el grito de Dolores del cura Miguel Hidalgo es la razón por la cual celebramos el 16 de septiembre. Del grito de Dolores a la firma del acta pasaron 11 años y posteriormente inicia una discusión o guerra durante el siglo XIX sobre qué modelo de gobierno tendríamos.
Los grupos que disputaban esto eran por un lado los llamados “Conservadores” que querían un Imperio y por otro los “Liberales” que querían una República. Esta guerra entre ambos bandos que generó muertes, persecuciones, encarcelamientos, intervenciones extranjeras, etc. demostró lo endeble que fue el nacimiento del país, lo que yo diría que fue un bebé enfermo. Debatiéndose entre la vida y la muerte, y que en esa batalla el mayor ganador fue nuestro vecino, los Estados Unidos de América obteniendo la mitad de nuestro territorio. Como reza el dicho “A río revuelto ganancia de pescadores” o “Divide y vencerás”.
No se si recuerden, pero el 12 de septiembre de 1847 cayó Chapultepec ante el ejército americano y fue cuando “perdimos” La Mesilla, Alta California, Nuevo México y Texas. Oficializado en el documento conocido con el nombre de “Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo de 1848”, donde cedimos alrededor de dos millones de kilómetros cuadrados. Actualmente México tiene 1.97 millones de kilómetros cuadrados.
Tuvo que llegar Porfirio Díaz con mano dura y algunas prácticas poco populares, pero que en su momento fueron efectivas para ordenar y unificar al país. Postergándose en el poder por más de 30 años y que otra “guerra” lo haría u obligaría a tomar la decisión de dejar el poder para retirarse en Paris. Después de unos años tormentosos de cambios de presidente, magnicidios y saqueos, surge “La Dictadura Perfecta” como la nombro Vargas Llosa, el partido que por mas de 70 años gobernó el país hasta el año 2000.
Sin embargo, lejos estábamos de una democracia madura y consolidada, al final los políticos emanan del pueblo y el pueblo es lo que es.
Ahora los políticos de turno están reviviendo la terminología y adjetivos propios del México del siglo XIX, mencionando personajes de la época como Juárez, Zapata, Hidalgo, etc. Incluso en el logotipo e imagen institucional aparecen sus caricaturas. Catalogándose como liberales y los “fifís” como conservadores. Terminologías vacías, viejas y huecas para los tiempos que vivimos.
¿Todo esto a dÓnde nos lleva? Pareciera que la historia esta curvándose cual clavadista de altura para dar unas vueltas regresando al punto de partida. Los políticos usan estos discursos por que les funcionan con sus audiencias, tienen eco y aceptación. Lo cual debe hacernos pensar como mexicanos: ¿A dónde vamos? ¿Cómo es el México del 2050 o 2100? ¿Qué pensamos como mexicanos de nuestro futuro? ¿Qué estamos dispuestos a hacer por lograrlo? Como diría el Chicharito: “Imaginemos cosas chingonas”.
Somos un país joven, que en la alegoría que presento pienso estaríamos en plena adolescencia, repitiendo algunos patrones de nuestra infancia, pero con urgente necesidad de madurar hacia nuestro futuro. Y amigos, nuestro México tiene un gran futuro por delante. Pero un futuro donde el México alegre, creativo, solidario, jocoso, responsable, honesto, bello, valiente, firme, soberano, con grandeza de miras y unido solo es posible si todos colaboramos.
Te invito a unirnos por nuestro México. Que lo que nos une sea mas grande que lo que nos divide, que nuestras diferencias nos enriquezcan y no nos separen, que nuestras debilidades se conviertan en oportunidades de crecer, que nuestros paisanos sean nuestros hermanos. Ese es el México que a los extranjeros que nos visitan enamora, ese México ya esta gestándose, demos el empujón y trabajemos juntos por un México vivo.
Director del Observatorio Ciudadano de Seguridad Boca del Rio, Veracruz
@Xa_bo