Lucía Frausto

Cuando el esfuerzo comunitario se coordina de manera preventiva, una crisis se convierte en una puerta abierta a la oportunidad. Baja California Sur se distingue por su sociedad civil organizada y participativa. En la crisis actual que vivimos por la pandemia, la sociedad civil ha puesto en marcha todas sus capacidades y herramientas al servicio del bienestar común.

Baja California Sur es un estado, cuya economía esta basada principalmente en el sector turístico. Este sector económico genera miles de fuentes de empleo e ingresos a proveedores de productos relacionados con la industria hotelera, restaurantera, construcción, transporte, etc… Se ha visto violentamente afectado, como en el resto del planeta por la pandemia de COVID19.

Desde principios de marzo, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) de BCS, advierten que el efecto de la pandemia tendría peligrosas consecuencias en nuestro estado, sumando al empleo formal en riesgo y el paro total de la industria turística, la pérdida de la economía informal, el autoempleo y la quiebra de pequeños y medianos comerciantes.

Los primeros datos obtenidos de los registros de áreas de atención prioritaria de CONEVAL, daban una cifra de 40,000 familias aproximadamente que estarían en necesidad de apoyo alimenticio durante meses del 2020.

A finales de marzo se forma un movimiento estatal, constituido a la fecha por más de 80 OSC´s, 200 empresas y empresarios, 200 voluntarios, y donantes, llamado: Alianza Comunitaria de BCS www.acbcs.org.mx poniéndose como primer reto llegar a éstas 40,000 familias durante tres meses; abril, mayo y junio.

El territorio de BCS es complicado y muy extenso. La lejanía de comunidades rurales conectadas con caminos poco transitados, rancherías alejadas, comunidades de pescadores en islas, zonas de alta densidad de población vulnerable en las huellas urbanas principalmente en La Paz, capital del estado y Los Cabos, casos aislados regados por toda la ciudad, representan un gran reto en la distribución de alimento a estos habitantes.

La capacidad de estas instituciones, Secretaría de Marina-Armada de México (SEMAR), Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Guardia Nacional de México, con todo el recurso humano necesario y Policía Estatal Preventiva se unen a partir de finales de marzo y hasta la fecha, a este esfuerzo de la sociedad civil organizada.

Las capacidades de estas instituciones son muchas y de gran alcance. Los elementos de SEMAR, SEDENA y Guardia Nacional, hasta el día de hoy han realizado con disciplina y dedicación, tareas como descargar de los trailers miles de despensas, en bodegas que han puesto a disposición ciudadana, tarea que hacen en coordinacion con voluntarios, y que Yuma, describe perfectamente: “No es sencillo el estar cargando o descargando las despensas, desde que llegan a bodega hasta que se van a campo, ya que es una actividad que se requiere de mucho esfuerzo tanto físico como emocional, es un trabajo que realmente se necesita hacer en equipo y SEMAR, SEDENA y Guardia Nacional, aunque somos civiles te toman como parte de ellos y te animan a sacar el trabajo adelante, siempre te están apoyando.”

Todos los días se cargan camiones y camionetas , tanto civiles, empresarios, y las Fuerzas Armadas, y se hace reparto de despensas, se han logrado hasta 3,000 en un día, con la mejor actitud de apoyo solidario y hermandad comunitaria, sin parecer afectarse por las altas temperaturas en las que se hacen los repartos. Han puesto a disposición de la Alianza, Comunitaria vehículos para el reparto de las mismas, recorriendo miles de kilómetros.

En los primeros días de entrega de alimento se detectó la necesidad de 96,000 familias a lo largo y ancho de este extenso estado, en los 5 municipios que lo conforman y con características todas diferentes. Si bien, la meta inicial fueron 3 meses, hoy se ha extendido a 5 meses y se tiene programado el acompañamiento todo septiembre.

Las Fuerzas Armadas han dedicado miles de horas de capacidad y trabajo a una labor preventiva y ocupando un espacio que no ha quedado en el gran vacío y con riesgo de ser ocupado por el crimen.

Esta crisis exige todas las medidas que nos den seguridad inherente a la salud, llevando el alimento casa por casa, evitando que la gente tenga que desplazarse y reduciendo así contagios. Para lograr estas entregas, minimizando riesgos, se han impartido 84 sesiones de bioseguridad a más de 900 personas. Todos los días antes de salir a reparto se repasan puntualmente los protocolos a seguir.

Al día de hoy se han distribuido más de 160,000 despensas, con más de 35,000 horas de voluntariado.

Vemos con tristeza y preocupacion la enorme brecha de desigualdad que existe en nuestro estado, la cantidad de asentamientos irregulares en zonas de alto riesgo como arroyos y la inmensa necesidad de ayuda. A pesar de esto, la atmósfera que se vive en nuestro estado, después de ya casi 5 meses de trabajo comunitario es de acompañamiento en el sentido más profundo a nuestra sociedad. Este respaldo mantiene un ambiente de paz y la desesperación no ha llegado a apoderarse de nuestro territorio.

Directora General
Cómo Vamos La Paz AC
Observatorio Ciudadano

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