Por: Juan Antonio Centeno Quevedo
El próximo 6 de junio es fundamental para nuestro país. Tendremos las elecciones más grandes de nuestra historia con cambios en 500 diputaciones federales, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y presidencias municipales de todo el país.
En este contexto, nos enfrentamos a uno de los tiempos más violentos. En un día promedio del 2020 se registraron en el país 97 víctimas de homicidios dolosos, 3 de feminicidio, 3 de secuestro y hablando sobre carpetas de investigación, se denunciaron 621 robos con violencia, 262 robos a transeúnte, 174 robos a casa habitación y 260 robos a negocio (ONC, 2021).
Hoy se sigue violentando a periodistas y defensores de derechos humanos, hay máximos históricos en comisión de delitos, y se registran pobres o inexistentes políticas de seguridad. Los recursos destinados a seguridad y prevención han sido recortados 7.6% respecto a 2019, lo que se suma a la falta de empatía hacia las víctimas de delitos.
En este contexto surge la necesidad de una responsable elección de los gobernantes. En materia de seguridad tenemos un rezago grande. Se requiere de gobiernos que diseñen y den continuidad a las políticas públicas con objetividad; que la seguridad no sea solo un argumento de campaña; y que los candidatos asuman el compromiso irrenunciable de construir políticas de seguridad con visión de largo plazo en el caso de resultar electos.
Cobra relevancia en primera instancia, la necesidad de que los partidos desarrollen perfiles para elegir las candidaturas, que seleccionen a personas comprometidas con los ciudadanos a los que pretenden representar, que quieran servir y no servirse.
Pero en la oferta y la demanda, la demanda debe hacer su parte. En segunda instancia, los ciudadanos deben exigir estos perfiles, participar más activamente. La sociedad civil organizada debe levantar la mano, ya sea para evaluar o incluso proponer perfiles de personas que puedan cumplir con la expectativa.
Es tiempo de no vender el voto; de mostrar abierta y participativamente nuestro rechazo a candidatos que no cumplen con el perfil, que no cuenten con la capacidad técnica del cargo al que aspiran ocupar.
En tercera instancia, es fundamental cumplir con la responsabilidad ciudadana de salir a votar. El voto es una expresión de la democracia, donde incluso anularlo es una expresión de civismo.
En cuarto lugar, la ciudadanía debe construir acuerdos con los candidatos que serán servidores públicos, en temas de vital importancia, dar seguimiento puntual a estos compromisos y exigir su cumplimiento transparente.
Finalmente, se sugiere la construcción participativa de una estrategia real de seguridad y justicia con una agenda respaldada por la legislación, con recursos y fondos que garanticen la sustentabilidad de la estrategia a través del tiempo, con indicadores objetivos, sin opacidad.
Nos lo exigen los más de 271 mil víctimas de delitos contra la vida y la integridad corporal en el 2020 (SESNSP, 2021), nuestro futuro y el de nuestros hijos está en juego, somos ciudadanos de un país. La libertad y desarrollo de esta nación dependen de la participación de todos.
Esta tesis es delicada, puede fácilmente confundirse la participación ciudadana con la intención de ser partícipes de la vida pública desde el servicio público, pero el centro es que las y los ciudadanos participen, que los servidores públicos sean evaluados, los recursos eficientemente aplicados y que no se permita retroceder ni un paso en lo que respecta a seguridad.
Es momento de que los ciudadanos actúen, que se haga sentir la fuerza de quienes día a día trabajan y también sufren las consecuencias de la inseguridad; un nuevo ciudadano participativo por el bien de su propia comunidad. Tal vez sea una utopía, pero está en nuestras manos hacerla realidad.
Director del Observatorio Ciudadano Tamaulipas.
@OBCITA
Fuentes Consultadas:
Observatorios Nacional Ciudadano (ONC) (2021) Análisis del comportamiento de delitos en 2020, Enfoque especial en homicidio doloso. Disponible en https://onc.org.mx/uploads/Anual2020-ppt.pdf
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) (2021) Víctimas de Delitos del Fuero Común 2020 Instrumento para el Registro, Clasificación y Reporte de Delitos y las Víctimas CNSP/38/15.