Arturo Peláez Gálvez
A fines de 2018, un comisario de la Policía Nacional de Francia, asignado como agregado de seguridad de la embajada de ese país en México tocó las puertas de la entonces Procuraduría General de Justicia de la CDMX para ofrecer colaboración técnica en materia de investigación de delitos de alto impacto. La propuesta fue bien acogida por los liderazgos de la institución y se determinó canalizar ese apoyo al área de homicidios que es, quizá el delito más grave en cualquier sociedad.
El resultado de esa intervención comenzó como una propuesta de cambio en la organización de los escasos recursos humanos e institucionales disponibles, se logró la determinante cooperación de todos los mandos del área ministerial, de investigación pericial y de la policía de investigación para crear las denominadas Unidades Criminalísticas de Proximidad (UCP).
Lograr el acuerdo de esas tres áreas no fue sencillo, porque significaba romper estilos previos de trabajar y reunir en una misma oficina a policías de investigación, peritos en fotografía forense y criminalística y a un agente del Ministerio Público para atender, de manera conjunta y coordinada los homicidios, desde el instante en que se diera el hallazgo del cuerpo hasta la judicialización del caso.
Con una fuerza de tarea de 23 abogados responsables del despacho ministerial, 168 policías de investigación, 26 peritos en criminalística y 25 peritos en fotografía forense este modelo de investigación hoy se encarga de articular un esquema de trabajo que hace posible el despliegue de 4 unidades criminalísticas de proximidad, ubicadas en los puntos cardinales de la ciudad y el respaldo de una oficina central, hoy denominada Fiscalía de Investigación Estratégica del Delito de Homicidio, que conduce la operación general del modelo y persevera en la investigación de los casos si las primeras líneas de investigación se han agotado.
A 4 años de distancia, los resultados son alentadores, pues la capacidad de reacción inmediata de las UCP ha permitido, un número de aprehensiones que ha ido creciendo cada año. Tan solo entre 2020 y 2022 las UCP lograron la identificación y aprehensión de 371 personas acusadas por homicidio doloso en la Ciudad de México, las cuales actualmente se encuentran privadas de la libertad y enfrentando un proceso penal.
A pesar de las limitaciones presupuestales y de las severas restricciones que impuso la pandemia ─incluyendo la hospitalización de varios elementos y el fallecimiento de otros más─ las y los operadores han sostenido el espíritu inicial del modelo, consistente en coordinar en tiempo real las pericial y policial de investigación bajo la conducción del Ministerio Público para investigar cada caso con eficacia.
Los signos alentadores de este esfuerzo de mejora explican que, desde finales del año pasado, todos los homicidios dolosos que ocurren en la capital del país se investigan a través de este modelo. Ello ha incrementado la carga de trabajo para el personal asignado y justifica la necesidad de instalar más UCP.
Desde el inicio de este modelo, el Observatorio Nacional Ciudadano ha acompañado este esfuerzo de mejora y ha sido testigo del compromiso y entusiasmo de todo el personal operativo. Este modelo es prueba fehaciente de que reducir la impunidad desde la raíz es posible mediante la innovación y la mejora organizacional.
Investigador del Observatorio Nacional Ciudadano
@PelaezGalvez