Por: Julia Arrivillaga
Es ampliamente conocido que para muchas mujeres la casa no es un lugar seguro.
Si bien la emergencia sanitaria nos obligó a realizar un mayor número de actividades en el espacio privado, poniendo en riesgo a muchas mujeres al convivir las 24 horas del día con sus agresores, los datos nos alertan sobre la violencia de género aún antes.
Entre enero y agosto de 2020 uno de cada 10 hogares mexicanos en zonas urbanas experimentó alguna situación de violencia familiar, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) correspondiente al tercer trimestre de 2020. Mientras que el Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal 2019 (CNIJE) revela que los principales delitos cometidos contra las mujeres están relacionados con el abuso sexual (42.6%) y la violación (37.8%).
De igual manera, datos del INEGI sobre defunciones accidentales y violentas establecen que en 2019, el 22.88% de asesinatos de mujeres ocurrió en la vivienda, en algunas ocasiones perpetrados por la pareja.
La información de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH), indica que el 67% de los casos de violencia familiar contra las mujeres ocurrió en los hogares. Los agresores más señalados son los hermanos (25%), el padre (16%) y la madre (14%). Mientras que, los principales agresores sexuales son tíos y primos.
Un dato importante que aporta la ENDIREH, es que por cada 100 mujeres que experimentaron algún tipo de violencia, únicamente 12 presentaron denuncia o solicitaron apoyo. Las principales razones para no hacerlo son: porque lo consideró sin importanica, miedo a las consecuencias, vegüenza, no sabía cómo o a dónde acudir.
En el caso del estado de Tabasco, el delito con mayor registro es la violencia familiar, superando incluso a los delitos patrimoniales. En Villahermosa, la ENSU 3t-2020 señala que 19,912 hogares manifestaron haber vivido alguna condición de violencia en el entorno familiar.
Bajo este contexto y con la alta cifra negra que trantan de captar las encuestas, resulta preocupante que la información oficial de Tabasco sobre el acumulado de los cinco meses de este año alcance récord histórico en violencia familiar, con promedio de una denuncia cada hora. Cabe señalar que la mitad de la incidencia de este delito registrada se focalizó en el municipio de Centro.
Otro dato que preocupa son las 315 mujeres tabasqueñas que de enero a mayo de este año fueron víctimas de algún tipo de lesión dolosa, en el 89% de los casos no se especificó el tipo de arma utilizada. Una de cada tres denuncias de este delito ocurrió en el municipio de Centro.
Las denuncias por violación en la entidad incrementaron en 32.63% respecto a los cinco meses del año pasado. De igual manera, la mitad de carpetas de invetigación por este delito se concentró en la capital.
También, llama la atención la información de Tabasco sobre el registro de los feminicidios. El acumulado de los primeros cinco meses de 2021 señala que de las 21 mujeres asesinadas, únicamente cuatro se evaluaron con violencia de género. Los números oficiales de la actual administración muestran que cada año disminuye la clasificación bajo las características de este delito. Actualmente, de cada diez víctimas, ocho corresponden a homicidio doloso de mujeres y dos a feminicidio. El año pasado fue de siete y tres, respectivamente.
La crisis de la pandemia por Covid-19 ha evidenciado que, pese a la insistencia en presumir buenos resultados en seguridad, los delitos relacionados con la violencia contra las mujeres dicen lo contrario. Esto abre una ventana de oportunidad a nuevos liderazgos políticos que partiendo de diagnósticos sólidos entiendan el problema y propongan políticas públicas con perspectiva de género que frenen la espiral de violencia a quienes viven algún tipo de agresión, la otra pandemia.
Directora de Análisis y Estadística del Observatorio Ciudadano Tabasco
@jarrivillaga