Antonio Amador 

En 1953 José Alfredo Jiménez cantaba por primera vez Caminos de Guanajuato. La desolación, la muerte y la nostalgia eran algunos elementos que la canción retrataba característicos del Guanajuato rural, folclórico y tradicional. En algún punto que desconocemos, la violencia y el huachicoleo comenzaron a transformar la dinámica del estado. Aún antes de la captura del “Marro” la población ya había adoptado una nueva dinámica de vida; como resultado del alza crimino-delictual en el Bajío de los últimos años.

Vete rodeando veredas, no pases porque me muero. 
José Alfredo Jiménez 

Si bien desconocemos el momento exacto, es posible encontrar algunas pistas en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE-2019). La información recopilada por la encuesta muestra que el 26.6% del total de la población guanajuatense consideraba al narcotráfico como un problema. Es importante recalcar que en algunos municipios guanajuatenses esta cifra era aún más elevada. Por ejemplo, en el municipio Abasolo el 55.9% de los habitantes lo consideraban un problema, en Apaseo El Grande con 41.5% y en Romita el 36.8%.

Complementando esta información encontramos que la percepción de inseguridad a nivel estatal era de 74.5%. Los municipios que registraron el mayor porcentaje fueron Villagrán 86.1%, Celaya 85.7% y Guanajuato 84%. En los cuales había una amplia presencia de integrantes del Cartel de Santa Rosa de Lima.

Otro dato importante que nos lo comparte la Encuesta de Seguridad Urbana (2020-abril) es que, en los últimos tres meses de 2019 en Guanajuato, el 82% de la población se sentía insegura. Ante este panorama el 32.2% de la muestra consideró que la inseguridad seguirá igual y el 46.4% que empeoraría, es decir el 76.6% la población encuestada miraba con incertidumbre el futuro guanajuatense.

La información sobre la percepción de inseguridad en los domicilios guanajuatenses tiene diferentes matices. De acuerdo con la ENVIPE-2019 el 56.5% de los guanajuatenses se sentían inseguros en sus domicilios. Tres municipios, pertenecientes al llamado triángulo del huachicol, registraban cifras más elevadas: Juventino de Santa Rosa Lima 94.4%, Villagrán 75% y Salvatierra 70%.

Esto también ha repercutido en la percepción de la inseguridad a nivel municipal. Los municipios con los índices más altos de guanajuatenses que se sienten inseguros son Salamanca, el cual alcanza el 96%; Apaseo el Alto 95% y Abasolo 94.1%.

Mientras que a nivel estatal la encuesta arrojó que un 88.6% de la población reportaba sentirse inseguro en su estado, con el 100% Santa Cruz de Juventino, seguido de Abasolo 97.1% y Comonfort 97.4%

En este último municipio, la dinámica social ha cambiado drásticamente, en una de las localidades que lo conforman, Palmillas de San Juan, tuve oportunidad de estar a finales de marzo. La gente mencionaba que había últimamente mucho movimiento, lo mismo en las mañanas caminaban militares, en la tarde circulaban vehículos desconocidos por sus calles empedradas y a medio pavimentar.

Sin embargo, algo que particularmente llamó mi atención eran el zumbido de los drones ¿del gobierno? ¿del crimen organizado? que cruzaban incesantemente por encima de las casas durante la noche –es que andan buscando a alguien- decían los pobladores.

Ante este escenario existe un panorama incierto que deja algunas preguntas como quién ocupa ahora las plazas y los puntos (retailers) que dejó acéfalo el Cartel de Santa Rosa de Lima, allá en Guanajuato donde la vida - y la seguridad- no valen nada.

Investigador del Observatorio Nacional Ciudadano 
@ant_amar 

Google News

TEMAS RELACIONADOS