El fentanilo es, en términos mercadológicos, un buen producto. ¿Qué más se podría decir de una sustancia que se sintetiza con tanta facilidad, que se trafica sin mucho riesgo y que abastece una demanda tan amplia? Los que están detrás, por supuesto, han percibido ganancias importantes. Beneficios que se convierten en crecimiento. Crecimiento que se materializa en armas y reclutas. De esto se entiende que la obstrucción del tráfico del fentanilo pertenece al interés nacional del Estado mexicano no solamente como vecino y socio de Estados Unidos (EE.UU.), sino como estructura soberana.
En el caso de este opioide sintético, que es decenas de veces más potente que la heroína, son el Cártel de Sinaloa (CS), en primer lugar, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en segundo, los grupos que más se han aprovechado de su alta rentabilidad en el mercado estadounidense de opioides ilegales.
La perpetuación del estado actual de las cosas, en el que estas dos organizaciones forman un oligopolio del tráfico de fentanilo, va acompañada necesariamente de su fortalecimiento relativo frente a otros cárteles y el Estado.
Estas circunstancias vuelven apremiante para México la consolidación de una estrategia que obstaculice el tráfico de fentanilo hacia EE.UU. Mientras que la militarización de los puertos y el incremento en vigilancia no han brindado resultados, pues el consumo de fentanilo en Norteamérica no ha hecho más que crecer sostenidamente a pesar de su implementación, una fiscalización adecuada de las sustancias a partir de las que se sintetiza se postula como el mejor movimiento táctico para reducir su presencia en la región.
La fiscalización de precursores químicos obliga a que quienes hacen uso de estas sustancias reporten en qué las emplearon, además de agregar una serie de requisitos legales para tener acceso a ellas, lo que facilita el rastreo de desvíos con fines ilícitos. Para los países exportadores, crea la obligación de notificar al país importador la cantidad de sustancia que se está enviando, lo que regulariza el comercio internacional, fundamental en el caso del fentanilo, cuyos precursores llegan de China e India, y obstaculiza su desvío.
Originalmente, el fentanilo se traficaba desde China hacia los Estados Unidos. En 2019, sin embargo, todos los análogos del fentanilo se fiscalizaron en este país, lo que desplazó parcialmente la producción y el tráfico de precursores a la India. En México, ante el endurecimiento de las medidas contra el N-phenethyl-4-piperidone (NPP) y el 4-anilino-N-phenethyl-4-piperidone (ANPP), precursores fiscalizados desde 1988, se ha encontrado 4-AP, sustancia no regulada, de la cual pueden extraerse NPP y ANPP tras un procedimiento básico.
¿Qué conclusiones pueden obtenerse del hallazgo de 4-AP en los laboratorios mexicanos de fentanilo? La primera es que, como en el caso de la metanfetamina, los productores son versátiles y creativos en el proceso de síntesis final, pues han demostrado que pueden emplear sustancias no reguladas para lograr su objetivo. La segunda es que, aunque puedan seguirse traficando precursores de manera ilegal a pesar de su fiscalización, este suministro no es suficiente, o es más costoso,
y debe ser sustituido con una sustancia como el 4-AP, que no está sujeta a controles.
La primera conclusión implica que, para que la fiscalización sea efectiva, esta debe actualizarse tan rápido como los cárteles innoven, quizás incluso tomando medidas preventivas sobre sustancias de las que pueda preverse un aprovechamiento por grupos criminales. La segunda conclusión, por su lado, implica que la fiscalización agrega costos de producción a los cárteles, lo que los obliga a buscar alternativas, y se confirma como un método efectivo para desincentivar la producción del fentanilo o, al menos, reducir sus beneficios.
Si los aparatos fiscalizadores nacionales e internacionales logran incrementar la velocidad con la que actualizan su lista de sustancias sujetas a control en vistas a evitar la síntesis del fentanilo en territorio nacional puede esperarse un mayor tráfico encubierto de precursores fiscalizados, esto incrementando las oportunidades para que los controles en puertos, aeropuertos y la vigilancia del correo postal los intercepten. También podría verse un incremento en el tráfico de otros opioides a los que se les ha prestado menos atención.
México se encuentra en una posición privilegiada para movilizar su agenda al formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU en este 2022. Si promueve la fiscalización internacional de los nuevos precursores de las drogas sintéticas que se producen en su territorio desde esta posición es probable que encuentre mucho apoyo. Si la presión desde el Consejo es suficiente, puede esperarse que la fiscalización se vuelva mucho más rápida en su proceder a nivel internacional y, por ello, más eficiente frente a la creatividad del crimen organizado global.
1. Administración de control de drogas de Estados Unidos (2021), pg. 65.
2 Reporte Anual 2020 del International Narcotics Control Board (2021), pg. 68.
@Carriles42
Referencias:
Administración de control de Drogas de Estados Unidos (2021), 2020 National Drug Threat Assessment, 2020 National Drug Threat Assessment (dea.gov)
Eva Usi (2020), México: “Los cárteles van a innovar y producir un fentanilo más puro”, DW, (México: ″Los cárteles van a innovar y producir un fentanilo más puro” | Las noticias y análisis más importantes en América Latina | DW | 05.05.2020
Gerardo Reyes y Peniley Ramírez, Fentanilo, la droga que enriquece a mexicanos y mata a miles en EU, El Universal, Fentanilo, la droga que enriquece a mexicanos y mata a miles en EU (eluniversal.com.mx) International Narcotics Control Board (2021), Reporte Anual 2020, Annual Report 2020 (incb.org)
Redacción (2016), Fentanilo enriquece a los cárteles mexicanos: NYT, El Universal, Fentanilo enriquece a los cárteles mexicanos: NYT (eluniversal.com.mx)