El 2019 fue de los años más violentos en la historia reciente de México. Fue el año con más víctimas de homicidio doloso, feminicidio y extorsión desde que se tiene registro. Además, fue el año con mayor apertura de carpetas de investigación por robo a negocio, violación y violencia familiar.

Por: Erik McDonald

Después de romper el record, la incidencia delictiva se estabilizó por unos meses y como bien se reportó en el segundo informe de gobierno, algunos delitos patrimoniales han registrado bajas de alrededor del 30%.

La disminución del delito siempre es una noticia bienvenida, pero debe ir acompañada de dos preguntas, ¿Por qué? y ¿Qué sigue?

El problema está en que la autoridad pretende recibir reconocimiento por la disminución en delitos sin ofrecer una explicación que pueda respaldar esta baja. Se ha señalado a la Guardia Nacional como factor, pero no se ha proporcionado información que apoye esta conclusión. Por otra parte, el despliegue de la Guardia Nacional no es consistente con la afirmación de que este prioriza recursos para las entidades en mayor crisis de inseguridad.

En el documento, La prevención del Delito en Tiempos del COVID-19, el Observatorio Nacional Ciudadano analizó los datos más recientes de incidencia delictiva y señaló dos puntos que contestan nuestras preguntas y se acercan mucho más a la realidad observada en los últimos meses, (1) durante el confinamiento los delitos patrimoniales bajarán como resultado de menor afluencia y actividad económica y (2) durante el regreso a la actividad normal se verá un fuerte aumento en el índice delictivo exacerbado por las consecuencias económicas del encierro.

Efectivamente, en marzo con el inicio de la jornada nacional de sana distancia, se registró una fuerte tendencia a la baja en los delitos patrimoniales como robo con violencia, robo a transeúnte, robo a casa habitación y robo a negocio mientas los delitos relacionados con la delincuencia organizada y la violencia de género o siguieron iguales o aumentaron.

El mes de junio nos demostró que el alivio de los robos solo fue temporal ya que en este mes se revirtió la tendencia descendiente para todos los delitos patrimoniales. Tristemente, se espera que los datos de septiembre indiquen que todos los delitos hayan regresado a niveles iguales o superiores a los meses antes de la pandemia.

La tendencia al alza ha ido acompañada de unos acontecimientos sumamente preocupantes, pues el mes de julio rompió records en el índice delictivo de varias entidades. Fue el mes con más robos a negocio en la historia del Estado de México y también el mes con más homicidios dolosos desde que se tiene registro en San Luis Potosí.

Los datos duros pintan una realidad muy diferente a la que nos es presentado en los reportes de seguridad, la baja reciente en varios delitos se alinea mucho más con las fechas de confinamiento que con acciones, operativos o estrategias implementas por las autoridades de seguridad pública.

La narrativa de que se ha alcanzado algún hito importante en la lucha contra la delincuencia y la violencia es incorrecta, mientras nuestra sociedad camina hacia la nueva normalidad, la delincuencia regresa a la vieja.

Investigador del Observatorio Nacional Ciudadano
@CdmxCrime

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