Por Carlos Guadarrama Cruz
La posibilidad de seleccionar, a través de elecciones libres, justas y periódicas, a quienes gobiernan una sociedad a nivel nacional y subnacional, así como a quienes son representantes populares es una condición necesaria de los países democráticos. Si bien, las elecciones no son la única característica que permite a un sistema político ser denominado como democrático, si son un elemento clave que permite distinguirlos de aquellos que enfrentan dificultades para seguir recibiendo ese calificativo. Por eso dar seguimiento a cómo se realizan las elecciones requiera siempre de la atención de diferentes instituciones, actores y ciudadanía. Ante el inminente cierre de 2024 conviene realizar un breve recuento de las elecciones celebradas en varios países latinoamericanos durante el año, las cuales fueron monitoreadas por el Observatorio de Reformas Políticas en América Latina (#ObservatorioReformas). Hay que señalar que los monitoreos de elecciones son ejercicios de innovación democrática mediante los cuales se comparte información en tiempo real acerca de lo que ocurre en las jornadas de votación, dicha información es difundida a través de las redes sociales del mismo #ObservatorioReformas, para su consulta por nuestras distintas audiencias. El ciclo electoral de 2024 fue extenso e incluyó experiencias de comicios nacionales y subnacionales en nueve países de la región. Comenzó el primer fin de semana de febrero, con las elecciones municipales en Costa Rica y las elecciones generales en El Salvador, y terminó el último fin de semana de noviembre con la segunda vuelta presidencial en Uruguay, en la cual triunfó Yamandú Orsi del Frente Amplio. Este año hubo seis elecciones presidenciales cuya tendencia fue que los oficialismos ganaran, ya sea con la reelección de los presidentes (El Salvador, República Dominicana y Venezuela) o con la permanencia del partido gobernante en el poder ejecutivo (México). No obstante, en el recuento aparecen dos países donde hubo alternancia en el gobierno nacional (Panamá y Uruguay). Cabe destacar el resultado de las elecciones presidenciales y legislativas de El Salvador, donde el partido político de Nuevas Ideas de Nayib Bukele logró un abultado marcador a su favor; la compleja situación venezolana que tuvo su punto más álgido en la jornada de votación del 28 de julio, así como los altos niveles de votos a favor de los partidos oficialistas en República Dominicana y México. Las elecciones subnacionales también marcaron agenda en este año que termina, pues tuvimos comicios para elegir autoridades locales en Brasil, Costa Rica, Chile y Costa Rica. Las bajas cifras de mujeres electas en los comicios subnacionales en varios de estos países vuelven a mostrar que es urgente fortalecer el régimen electoral de género más allá del nivel nacional, para que mujeres y hombres tengan posibilidades reales de acceso al ejercicio del poder en esta instancia. El calendario electoral del próximo año marca elecciones en seis países latinoamericanos. En Bolivia, Chile, Ecuador y Honduras habrá elecciones generales para renovar los cargos del ejecutivo y legislativo nacionales. En Argentina habrá elecciones legislativas, que servirán de evaluación del mandato presidencial, mientras que Uruguay cerrará su propio ciclo electoral con comicios departamentales y municipales. El #ObservatorioReformas habrá de dar seguimiento a estas elecciones en 2025, como una labor de cuidado y construcción de la democracia en América Latina.
Universidad Nacional Autónoma de MéxicoMiembro del Observatorio de Reformas Políticas en América Latina.