Por Fabiola Osorio
El mes pasado en México tuvimos elecciones locales, en donde se eligieron las gubernaturas de los estados de Coahuila y del Estado de México, llama la atención que las plantillas para estas candidaturas fueron compuestas para Coahuila por sólo hombres y para el Estado de México sólo por mujeres.
La designación de estás candidaturas entraron a debate casi un año antes de las elecciones, cuando el INE emitió un acuerdo (INE/CG583/2022) en donde solicitó a los partidos políticos que modificaran sus documentos internos para que garantizarán la paridad en las gubernaturas de las entidades federativas de Coahuila y el Estado de México, el cual fue revocado ese mismo año por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien determinó que el INE no podría emitir reglas de paridad para las gubernaturas.
A principios del 2023 para el estado de Coahuila intervino la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declarando la invalidez de su legislación electoral y después de haberse aprobado un nuevo acuerdo (INE/CG256/2023), por el Consejo General del INE, a regañadientes los partidos políticos y sus coaliciones decidieron postular mujeres para la gubernatura del Estado de México y hombres para el estado de Coahuila, cumpliendo con ello la paridad de género para las elecciones locales del 2023, las últimas antes de las elecciones presidenciales del 2024.
Ciertamente tener candidaturas femeninas para asumir el gobierno de un estado en nuestro país es un logro por sí mismo, cuando históricamente hemos visto que las mujeres pocas veces han sido postuladas por sus partidos políticos y más aún haber llegado a ganar la gubernatura de la entidad a la que se postulan. Ya que pareciera que la paridad se asume de manera fragmentada y que solo aplica para algunos cargos, exentando a las gubernaturas estatales.
Resulta extraño, que a pesar de que en estos dos estados la suma de la población femenina sea mayor a la masculina, aún existan resistencias para garantizar la paridad en la participación política de las mujeres y que los partidos políticos hayan buscado válvulas de escape para evitar cumplir con este principio en las elecciones 2023.
En toda la historia de nuestro país, sólo 15 mujeres han llegado a una gubernatura, los hombres se mantienen de manera inalcanzable en estos cargos, a pesar de que en México se implementó el principio de paridad en el año 2014 y se fortaleció la reforma electoral en el año 2019 con la “Paridad en Todo”.
En particular, en estos dos estados jamás había llegado a la gubernatura una mujer y en el caso del Estado de México considerado el estado con mayor población, llegó una mujer de la oposición, colocando a MORENA como el partido político con el mayor número de gobernadoras en nuestro país, a pesar de su reciente creación. Lo que nos lleva a reflexionar sobre cuál será la estrategia de este partido rumbo a las elecciones del 2024.
Que las mujeres lleguen a gobernar sus estados ha sido un proceso lento y complicado, la normativa lo señala desde hace varios años atrás, pero continúa sujeta a las interpretaciones de los diversos actores políticos que intervienen en las elecciones, manteniendo resistencias para garantizar este principio constitucional. Sobre todo las disposiciones electorales locales que aunque regulan la paridad, establecen excepciones o dejan huecos legales para no cumplirla.
Sin embargo, este largo camino nos dio como resultado a la décimo sexta gobernadora en la historia de nuestro país y el Estado de México se suma a la lista de los 12 estados que han tenido una gobernadora, lo cual nos lleva a meditar sobre la democracia que queremos. Las mujeres no pueden seguir siendo subrepresentadas y relegadas en la política, deben ser escuchadas y ejercer sus derechos de manera efectiva y en igualdad de circunstancias que los hombres, para lograr una democracia inclusiva, una democracia paritaria.
Investigadora del Observatorio de Reformas Políticas en América Latina.