Por: Ericka López Sánchez
Hacia la recta final del pasado proceso electoral en México empezó una ola de denuncias de candidaturas LGBT+ falsas en los medios de comunicación. Todos los partidos políticos en todos los estados de la República habían postulado candidaturas que usurpaban las identidades LGBT+. Pese a la denuncia de colectivos sobre algunas candidaturas fake que lograron identificar desde el inicio de su registro, su revocación fue imposible, ya que la respuesta del tribunal electoral se sustentó en el respeto irrestricto al principio de autoadscripción.
La usurpación masiva de estas candidaturas fue posible por los escasos lineamientos que existieron entorno a las acciones afirmativas por parte de los institutos estatales electorales, ya que sino se negaron a realizar lineamientos, los elaboraron con poca profundidad y seriedad, pues su urgencia, importancia y atención estuvieron siempre en otros temas del proceso electoral.
Si bien existe una responsabilidad de las personas que aceptaron usurpar las candidaturas, así como la de los propios partidos políticos que siempre han sabido sortear muy habilmente las medidas de nivelación que les constriñen sus poderes patriarcales. Las autoridades electorales tuvieron mayor responsabilidad, porque son conocedoras de estas trampas, ya que tenían los antecedentes de un pasado reciente de violación a las cuotas de género, y luego a la paridad de género a partir de las falsas candidaturas muxes por parte de los partidos políticos en Oaxaca.
Los institutos estatales electorales en general hicieron poco y mal la construcción de lineamientos para que las acciones afirmativas operaran eficazmente, porque es de vital importancia decir que las candidaturas fake se dieron en todas las acciones afirmativas, no sólo las de las diversidades sexuales. Y es que cuando se trata de acciones que van a favor de la ciudadanía que irrumpe con lo hegemónico, nunca hay tiempo de profundizar con seriedad porque siempre existen otros temas más relevantes por atender.
Teniendo ya los resultados finales del proceso electoral, se ha podido identificar que varias de esas candidaturas fake ganaron los cargos a los cuales se postularon, lo que acaparó la atención internacional. Las acciones afirmativas pasaron de ser un ejemplo de buenas prácticas en América Latina, para el avance de los derechos político-electorales de las personas LGBT+, a poner en duda la efectividad de dichas medidas de nivelación y rechazarlas por la perversión que se puede hacer de éstas.
A cuatro meses de la contienda electoral, apenas se ha sabido de dos revocaciones del triunfo de candidaturas falsas LGBT+. A finales de agosto, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó el triunfo del perredista Rubén Torres para la presidencia municipal de Charapan, Michoacán, por afectar el principio de paridad al fingir que se identificaba como mujer. Y luego, el 24 de septiembre, se supo que el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TECH) había declarado improcedente la diputación titular para Sahara Munira José Flores, del partido Morena, por considerar que su “autoadscripción” a la comunidad de la diversidad sexual era simulada y fraudulenta.
A finales también de agosto, el TEPJF dijo estar evaluando cómo las candidaturas utilizaron su nombre y pronombre en la propaganda, como un indicio que permita valorar cómo una persona se presentó al electorado conforme a su género y pronombre autoadscrito; y con ello concluir si ése corresponde con el pronombre y género que se utilizaron en la autoadscripción formal ante la autoridad administrativa, y así tener una vía para limitar a las personas que quieran usurpar candidaturas por paridad de género o cuotas LGBT+.
Pero estas incipientes discusiones y aplicación de justicia sobre la usurpación de candidaturas se ven opacadas por la efervescencia política del país, manteniéndose la constante de que hay un orden de prelación en función de temas de interés importantes, donde las injusticias a los derechos político-electorales de las personas LGBT+ no alcanzan a entrar. Pareciera ser que muchas de las candidaturas fake que triunfaron quedarán impunes.
Universidad de Guanajuato
Observatorio de Reformas Políticas en América Latina
