Hoy comienza la cuenta regresiva para que se instale el nuevo Congreso de la Unión. Si bien el periodo ordinario de sesiones de la actual Legislatura concluyó el pasado 30 de abril, la Comisión Permanente está activa hasta el próximo 31 de agosto. Será el primero de septiembre cuando inicien los tiempos de la nueva (LXVI) Legislatura, un mes antes de que tome posesión la nueva titular del Poder Ejecutivo federal.
La renovación de las Cámaras representa una nueva esperanza para que se logren los consensos necesarios entre las fuerzas políticas y se designen las 3 vacantes del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
En abril de 2022 concluyeron su mandato dos Comisionados del Instituto, y uno más en abril de 2023. Llevamos 794 días con un pleno del INAI incompleto, que gracias a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) puede sesionar. Al momento hay dos vacantes porque la tercera se fue a juicio de amparo; no obstante, todo indica que la segunda sala de la SCJN desechará la demanda y la vacante estará disponible.
El Senado de la República ha sido omiso en su responsabilidad constitucional. La semana pasada, la Ministra Presidenta de La Corte afirmó que están en “abierto incumplimiento” por no realizar las designaciones y que se valora el fincamiento de responsabilidades. El desacato ante una resolución de la SCJN puede derivar en la separación del cargo e incluso la consignación de funcionarios ante la Fiscalía General de la República. Mañana se cumple el plazo de diez días hábiles para que el Senado informe sobre el estado de las designaciones.
El trabajo no para, pero no nos hemos detenido y mucho menos existe rezago. Seguimos garantizando los derechos de acceso a la información y de protección de datos personales. Incluso el interés por conocer información y denunciar negativas de sujetos obligados va en aumento, pues en lo que va del año hemos resuelto 7,609 quejas, y cada número representa una persona que necesita información para, por ejemplo, tramitar una pensión, acceder a programas sociales, obtener una defensa legal, investigar posibles actos de corrupción, entre otros casos.
Sin embargo, ser solo cuatro Comisionados genera desequilibrios internos, pues se incrementa el uso de la figura del voto de calidad en poder de la Presidencia del INAI. Esto afecta la colegialidad del Instituto.
Como lo he propuesto desde que ingresé al Instituto, el INAI necesita una reingeniería. Optimizar funciones, presupuesto y recursos humanos; reducir las erogaciones relacionadas con viajes internacionales; impulsar un cambio normativo que acentúe las sanciones ante negativas de información o mal uso de datos personales. Son algunas ideas para ofrecer un instituto renovado que se vincule de mejor forma con la sociedad. Los próximos resultados de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) son una oportunidad más para ser autocríticos.
Es momento de mirar hacia adelante y seguir trabajando para construir consensos a favor de México, donde se defienda la calidad institucional y se respete la independencia de los organismos autónomos.
@JulietDelrio
