Me uno a las condolencias expresadas a las víctimas del accidente en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, del 3 de mayo pasado. Sé bien que la paz solo llegará teniendo acceso a la justicia y a la reparación de daños correspondiente. Se ha informado que las autoridades competentes ya trabajan en el caso, lo que pronto nos permitirá conocer las causas del accidente, es importante en este sentido que hagamos uso de la prudencia y el respeto al debido proceso.
Como otros en el pasado, el caso de la Línea 12, debe ser punto crítico en la historia de la infraestructura pública del país. La transparencia es una herramienta que debe imperar en todas las etapas de los proyectos de infraestructura y obra pública de México, porque nos permite identificar a tiempo potenciales riesgos y evitar episodios tan dolorosos como el del pasado 3 de mayo. En primer lugar, la información pública puede servir para que los actores involucrados en un proyecto tengan certeza de que cada decisión y acción llevada a cabo se apega a la ley y a los más altos estándares de calidad; en segundo lugar, sirve para hallar un lenguaje común y generar alianzas virtuosas para identificar colaborativamente posibles malas prácticas o actos de corrupción.
¿Cómo identificar las necesidades de la población a pesar de la restricción de recursos? ¿Cómo explicar los tecnicismos a la población no experta? ¿Cómo invitarlos a vigilar la gestión de los recursos y la construcción de la obra? La información pública es la respuesta, a partir de ella se puede detonar la colaboración de los diferentes actores. A su vez, traerá el intercambio de experiencia y conocimiento en sectores específicos, así como la identificación pronta de aquellos actores sin escrúpulos que podrían buscar intereses propios.
La Iniciativa internacional de transparencia en infraestructura (COST, por sus siglas en inglés) promueve la transparencia y la rendición de cuentas en estos rubros a nivel global. Tradicionalmente, la transparencia en este sector se concentra en la asignación y ejercicio presupuestales, o en auditorías ex post cuando se identifican fallas u ocurren accidentes.
La realidad sería diferente si hubiera información sobre todas las etapas: desde que se abre la licitación, durante la adquisición de materiales y la contratación de especialistas, la construcción del proyecto, su operación, hasta los trabajos de mantenimiento y conservación. Asimismo, la información debe ser accesible. Idealmente, debe seguir el Estándar de datos de contrataciones abiertas en México (EDCA) , el cual está a disposición de forma gratuita para cualquier institución pública interesada.
Debemos impulsar que el esquema de rendición de cuentas en infraestructura y obras públicas de México cambie. Desde el INAI, mi compañero el comisionado Adrián Alcalá, como Coordinador de la Comisión Permanente de Políticas de Acceso, Gobierno Abierto y Transparencia, impulsa el fortalecimiento de la herramienta Contrataciones Abiertas, así como la puesta en marcha de Infraestructura Abierta, cuyo objetivo es facilitar a autoridades y sociedad el conocer con transparencia y sencillez todos los pasos de las obras públicas. Las prácticas de conflictos de interés, malversación de recursos, incumplimiento de plazos de término, negligencia y corrupción, deben quedar en el pasado, y ello puede ser así, si todos, autoridades, empresarios y sociedad usamos la información pública para vigilar los proyectos de infraestructura. La transparencia puede salvar vidas, por eso, las autoridades de todos los niveles de gobierno debemos concentrarnos en fortalecerla.