A pesar de que México es una República representativa, democrática y federal, con 32 entidades federativas y con una capital donde residen los Poderes Federales; derivado del centralismo que opera en nuestra forma de gobierno, los grandes problemas nacionales se explican a partir de lo que se vive en el centro país.
Esto obedece a varias razones, sin embargo, la principal es el hecho que la información que genera el gobierno federal y que difunden los medios de comunicación, cuenta la historia de los “mexicanos” como un grupo de análisis generalizado despojado de sus particularidades.
Si bien es cierto que las estadísticas presentan una radiografía de los problemas nacionales, es fundamental, para avanzar en su resolución, poner la mirada en las diferencias que existen en cada lugar donde estos problemas se suscitan. Es necesario descentrar la mirada para avanzar en el entendimiento de los problemas nacionales. Hay que ir más allá de lo que sucede en la capital y poner atención en lo local, Hay que trascender lo general y focalizarnos en lo particular.
Por lo menos desde el inicio del siglo XXI, la seguridad pública ha sido un tema primordial en la agenda de nuestros gobernantes; los mexicanos han aumentado sus exigencias de seguridad, legalidad y justicia debido a que los delitos como el robo, el fraude, la extorsión, los secuestros, los feminicidios y los delitos sexuales han ido en franco incremento. Por lo mismo, el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) en coordinación con la Red Nacional de Observatorios Locales, ha puesto atención en conocer los desafíos emergentes en estos temas en las diferentes entidades del país.
El estudio La seguridad de los mexicanos; lo prometido aún es deuda se da a conocer información que enriquece la lectura de las estadísticas sobre investigaciones iniciadas por las procuradurías o fiscalías locales a partir de la información publicada mensualmente por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Con esta información recabada en todos los estados del país, el ONC inicia un análisis adicional de los datos públicos que nos ofrece claridad de los avances y limitaciones en la respuesta de los gobiernos para garantizar la seguridad de los mexicanos. Enseguida se detallan los casos de Chiapas y Tabasco.
Chiapas y el feminicidio
En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, los homicidios, asaltos y violaciones han incrementado. A nivel entidad federativa, el Observatorio local destaca que el feminicidio es un delito importante de prevenir. Chiapas es un estado con siete alertas de género en diferentes municipios, sin embargo, al parecer, las autoridades no tienen un plan de trabajo específico para atender este problema.
Las estadísticas del SESNSP para noviembre de 2019 sobre las carpetas de investigación iniciadas por feminicidio a nivel nacional muestran una preocupante tendencia al alza. Particularmente en el estado de Chiapas, desde enero y hasta octubre de 2019 el fenómeno está presente con un comportamiento fluctuante entre altas y bajas. Para octubre de 2019 se contabilizaron 17 carpetas de investigación por feminicidio en la entidad. Sin embargo, la información recaba por nuestro organismo encontró evidencia respecto a la actuación de las autoridades frente a un feminicidio, la información no es optimista.
En materia de impartición de justicia se sabe de la liberación de un feminicida confeso en Tuxtla Gutiérrez. La autoridad competente se declaró fuera de jurisdicción y lo dejó sin castigo. Si bien la reforma al código penal de la entidad ya contempla perseguir de oficio la violencia doméstica, se carece de protocolos claros para que este cambio en el marco legal se haga efectivo en el estado, y evitar en mayor medida, los casos de feminicidios entre la población chiapaneca.
Tabasco y las lesiones dolosas
Tabasco sigue en espera de que las promesas de campaña del actual gobernador Adán Augusto López Hernández se cumplan: “terminar con la inseguridad del estado en un plazo de seis meses”. Esta vez el ONC puso atención en las cifras de lesiones dolosas en este estado publicados por el SESNSP el 20 de noviembre pasado. Este delito presenta un comportamiento al alza a principios del 2019, mientras que, en los últimos meses, los registros descendieron1.
Al poner atención en la experiencia de los tabasqueños cuando son víctimas de un delito, podemos ver cómo actúan las autoridades. Un caso que ilustra la gravedad de la comisión de lesiones dolosas en el estado es lo que vivió Ana María “N” el 26 septiembre de 2019. Resulta que, cuando se encontraba en plena audiencia en las instalaciones del Juzgado de Control y el Tribunal de Juicio Oral Región 9; fue apuñalada 13 veces por su expareja a quien había denunciado por violencia familiar.
El testimonio de la propia víctima detalla que los policías del lugar no le brindaron ayuda, además fue víctima del robo de 5 mil pesos que llevaba en su cartera y, mientras permanecía en el juzgado le tomaron fotos y videos. Dos meses después de los hechos no se han fincado responsabilidades a las autoridades que permanecieron inactivas cuando Ana María fue atacada. Ella no ha sido indemnizada y sólo le informaron que su expareja sentimental estaba detenido por tentativa de feminicidio.
Si bien este hecho concreto no permite hacer generalizaciones concluyentes, sí nos permite conocer un panorama del tipo de lesiones dolosas que se comenten en Tabasco, así como la capacidad institucional del estado para procurar justicia. El caso de Ana María pone en evidencia el riesgo que los ciudadanos corren no sólo en las calles tabasqueñas, sino dentro de la misma institución que debe resguardar su seguridad. La corrupción, la omisión de funciones y la impunidad que nos deja ver este hecho, nos muestran el origen de la desconfianza que los ciudadanos tiene frente a sus autoridades.
Finalmente, es importante destacar que, para que cada entidad federativa mejorar sus políticas y estrategias de seguridad pública es primordial que se narren las historias locales, municipales y regionales. La construcción de la seguridad pública debe ser un proyecto conjunto de los tres órdenes de gobierno, de la sociedad civil organizada y los medios de comunicación, los que no debemos soslayar lo que en cada entidad se vive.
@ObsNalCiudadano